viernes, 27 de agosto de 2010

LA GRAN BODA.

Cómo nos casamos aquí...
No sé en otros lugares, pero aquí, en la zona donde vivo, se lleva mucho eso de las bodas “por todo lo alto”, macro bodas con cientos de invitados, dignas de la realeza, si solo atendemos al número de comensales, claro.


Funcionamiento.
El tema funciona así, la novia invita a los amigos, el novio a los suyos, los padres invitan a los suyos y los suegros también…y todos los hijos de estos amigos… invitados quedan.. y cuando ya parece que la avalancha a terminado, empieza el desfile de vecinos, los de novia y novio, los de los padres… y los hijos de los vecinos.


Resultado.
El resultado es tan variado que daría para un libro, pero destacando un par de puntos, comentaría que una vez comienza el banquete, empiezan a acercarse uno tras otro, invitados que quieren felicitar a los recién casados, estos, a su vez, aparte de flipados de ver allí más del triple de gente que vieron en la iglesia, saludan sin parar con la mano, con un beso, y con una sonrisa a todo el que se acerca… y normalmente piensan mientras lo hacen eso de: ¿y éste quien es?, bueno, vendrá de parte de mi pareja… justo en el instante que la pareja está pensando lo mismo, del mismo sujeto.


Al acecho.
Tanto es así, que en más de una ocasión, algún espabilao que pasaba por la puerta del restaurante, no se lo ha pensado dos veces, ha entrado, se ha dado un festín del copón más sus dos cubaticas y se ha ido con el regalo recuerdo de boda debajo del brazo, sin levantar la más mínima sospecha... casi siempre.


El otro punto a destacar es cuando tras semanas y semanas de romperte la cabeza para ver a quien invitas y a quien no, con un miedo terrible a dejarte alguien que te importa fuera de la lista e invitar a alguno que viene de rebote, resulta que, pasado un mes de la misma, te echas la mano a la frente y te entra una vergüenza difícil de explicar: “¡Dios! no invité a fulanico¡¡”, … y lo digo porque a mí me pasó y no con uno sino con dos.


Habría hecho lo que fuese por que acudieran, era el mejor día de mi vida, mi ilusión, y quería compartirla con ellos… y no los invité, e invité equivocadamente a otros, que con el tiempo me demostraron que lo que para mí era una tremenda ilusión por verlos a mi lado, para ellos era un compromiso y un día tan bueno como cualquier otro para ver el partido de fútbol en el bar.


Antes o después, cada uno en su sitio. Hay más días que ollas.
Lo curioso, es que esta vida tiene cosas muy hermosas, pocas, pero las tiene, y una de ellas es la amistad, pero la de verdad, la que importa, no esa de conveniencia por medio, esa que te valora por lo que tienes o no, o por tu edad, o por tu nivel en cualquier faceta (triatlética, por ejemplo), no, esa amistad no.


Yo hablo de la que solo entiende de personas y de corazones, esa a la que no se le puede poner precio.


Esos dos a los que no invité, no solo no me lo reprocharon jamás, sino que me mantienen un aprecio y un respeto que me esmero en devolver, nunca ha hecho falta pedirles disculpas, pues no las necesitan, y sé que, a pesar de todo, estarán ahí cuando les necesite.


Curioso también, que otros que si fueron, hayan desaparecido… bueno, en realidad, nunca estuvieron. Porque pensaron ellos, que ya que iban por compromiso, un favor me hacian, y como mínimo, agradecido debía estarles.


Y aquí termino el “breve” resumen de cómo son por aquí las bodas, pero les propongo un:

Ejercicio de Imaginación.


A ver si son capaces de sacar alguna conclusión, que por supuesto, espero que me hagan saber, de la siguiente propuesta:


Les propongo a ustedes que intenten hacer un símil, una vez leido el texto anterior, con la gran boda que tengo el 9 de octubre en el Ironman de Hawaii, al que si pudiera, invitaba a todo el mundo, con el miedo, una vez más, de dejarme a alguien fuera, al tiempo que agradeciendo y respetando a quienes no quisieran venirse.


Una pista les doy:

Gran boda le llamo a mi particular Ironman de Hawaii, aunque sea como grupo de edad, y no como pro… de la misma manera que las bodas de aquí, no se parecen en nada a las de la realeza, (ni falta que nos hace), si no atendemos al número de comensales, claro.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El tiempo.

- El tiempo. El tiempo es casi siempre ingrato, va lento cuando deseas que pase pronto y pasa rápido cuando matarías por pararlo.

Demasiado escasos, demasiado cortos los momentos, en los que te parece que su paso y el tuyo se entrelazan, y lo marcáis al mismo ritmo, son escasos y breves, y no tienen precio.

Durante ése tiempo bondadoso, ése que no se para ni corre demasiado, las palabras fluyen sin demasiada coherencia, son palabras y frases hechas, que casi carecen de importancia, que te salen con prisa, sabiendo que ese tiempo es bueno, pero escasea…

¿y sabes qué? pues que no importa, que en esos segundos no son las palabras las que dicen, ni la voz la que habla, que es mirar alrededor, y ver otra sonrisa que se cruza con la tuya y que por un segundo te dice todo cuanto quieres oír... y que también se queja… del poco tiempo que queda, del maldito tiempo, casi siempre ingrato, que va lento cuando deseas que pase pronto y que pasa rápido cuando matarías por pararlo.-

jueves, 19 de agosto de 2010

Preguntas curiosas

De las preguntas más raras que me han hecho estos días, por ahora, dos se llevan la palma: una es que qué ironman tengo pensado hacer el año que viene....¿?¡¡¡ madre mía, si todo va bien, en cuatro meses haré tres, todavía no llevo ni dos semanas preparando el tercero y ya me preguntan por el año que viene... el año que viene, lo primero es vivir y si puede ser con salud, con esas dos cosas, todo es posible, ya pensaré cuando toque pensar... dentro de unos meses, no antes.

Y la segunda es que si ya estoy machacando a tope para Hawaii... madre mía otra vez¡¡¡, que pasaron casi ocho días hasta que las piernas dejaron de dolerme, ocho días de puro retiro, descanso, sosiego y parón¡¡¡ que falta tenía ya¡¡, las nueves semanas que me llevaron a Regensburg, y de las que, desde luego, no reniego, todo lo contrario, me dejaron más frito que las patatas de un chiringuito.

He mencionado con cariño estas dos preguntas, vienen de dos amigos, que están como una chota... eso sí.

Luego, al parón natural por descanso, se ha sumado el necesario para ir tramitando todo lo que supone el viaje que se nos viene encima dentro de siete semanas. Conseguir la plaza en el último ironman de Europa clasificatorio tiene eso, que no queda mucho tiempo casi para nada. Y no se puede imaginar nadie, toooodo lo que hay que mover... y eso que todavía no he hablado de la búsqueda de patrocinios y colaboraciones...

En fin, el lunes próximo y tras la última recarga de pilas por tierras del norte, daremos comienzo a la tercera semana de entreno, pero primera con nombre de isla, primera con la miras puestas en aquel lugar y aquel recorrido. Hasta entonces, cada brazada, pedalada y paso, ya tendrán una razón y un lugar donde soñarla.

lunes, 9 de agosto de 2010

UNA CRÓNICA MUY DESEADA.

PREVIO.
Me gusta tocar la guitarra y espero que, en un futuro no muy lejano, sea música lo que salga de ella y no solo el tintineo éste, lento y casi sordo, con el que intento relajarme casi cada día antes de dormir.

No..., no sé tocar la guitarra, pero de la misma forma que vuelvo contento de un entrenamiento de cinco horas, solo por un par de kilómetros en los que he sentido una pizca de mejora..., sigo intentando entrelazar notas a ver si, un día, sale música de ellas.
Intenté dormir las dos horas que teníamos antes de salir para el aeropuerto, no lo conseguía y otra vez, esas seis cuerdas me ayudaron. Ese fue mi último entrenamiento.
APUNTES DIARIOS DEL VIAJE A ALEMANIA. TRAZOS

JUEVES.
Ya estamos en Alemania. Llevamos casi toda la noche sin dormir, doscientos kilómetros en coche desde Memmingen hasta Regensburg y, encima, llueve y hace frío. Paso de entrenar, solo quiero comer y dormir sin mirar el reloj. Mañana hablaremos de ironman y esas cosas.

VIERNES.
Vamos a coger el dorsal, bolsas y visita por las carpas de material y ropa. Comemos y nos vamos para el lago donde se celebrará la natación y estarán los primeros boxes. Está a unos 15 kilómetros. Mientras conduzco, empiezo a tomar nota del terreno..., estamos a un lado del Danubio, todo son llanuras y campos de cereales..., hará viento, seguro. Al otro lado del río están las montañas, tapizadas de bosques, allí no tendremos viento, pero intuyo que alguna "emboscada" sí, (a ver si hay suerte y es larga y dura..., que puertos no me han faltado en la preparación...).
Llegamos al lago y salgo a rodar en bici, voy mal, demasiado mal. Pruebo el casco aero por si, como pronostican, el domingo llueve y hace fresco, pero no disfruto demasiado con él y decido que no, que he entrenado con el normal y con ese correré. Con la bici tampoco voy cómodo, he montado el sillín un pelín alto y voy fatal. Mañana volveré a probarla.

Corro 30' por las sendas alrededor del lago, esto va mejor, me encuentro bien y me voy soltando. Sin pensarlo mucho, me coloco el Orca y nado 20' con buenas sensaciones. El agua no está muy clara que digamos, pero la profundidad es poca y esto hace que esté caliente, demasiado caliente.

SABADO.
Mañana competimos más de 2300 triatletas y será en salida única, por lo que hoy tenemos diferentes horarios para dejar bicis y bolsas en boxes. A mí me toca por la mañana.

Cuando llegamos al lago, vuelvo a coger la bici para rodar durante 40' y comprobar que los cambios hechos han sido los correctos, ya voy cómodo, ya voy como siempre. Un trote cochinero de 20' tras la bici, termina por convencerme..., nada más llegar al coche, le digo a mi mujer: "mañana... que se prepare Faris!..." :-)

Tras dejar todo en boxes, la agenda para hoy se reduce ya a dos cosas, comer y descansar. A mediodía, estamos ya en la pizzería de turno, y vaya!... solo les queda pizza hawaii... qué remedio, habrá que pedirla...

Tras una "minisiesta" y estiramientos, la tarde ya se acaba y hay que ir pensando en cenar temprano, así que nos vamos a otro italiano (hay muchos, y buenos)... increible!! sólo les queda pizza hawaii!!!, ¿otra vez?... "bueno, vale, póngame una..." (lo curioso de éste comentario, radica en que, realmente fue así, tal cual).

DOMINGO 1 DE AGOSTO. IRONMAN.
3h 30' am. Suena el despertador inútil... pues no he dormido casi. Desayunamos normal, he traído como siempre mis cereales de casa, me los hago con té y como algo más de lo que el hotel ofrece. Recuerdo aún los primeros ironman, cuando no me entraba ni un mísero dátil.
Natación caliente.
Ya en boxes, preparo bici, bidones, comida, zapatillas y me pongo el neopreno, y todo con una extraña tranquilidad, tengo la sensación de haber hecho esto casi a diario. Sé que estar así es lo mejor que me podía pasar, es lo que yo buscaba, estar en la salida con la seguridad de que he hecho todo lo que podía para estar aquí. Ya tengo mi premio.

El agua del lago casi no se ve. Un manto de bruma la tapa y, la verdad..., es precioso..., me parece ver todo a cámara lenta, repetiría esto cada semana... El ambiente es más frío que el agua. Nado unos 10' tranquilo y nos llaman "a filas".

Esto es extraño, sigo tranquilo, "aquí pasa algo...", pienso. Ni siquiera nadando es como otras veces, excepto por el tiempo final, claro. Por primera vez no me ha preocupado en absoluto meterme en el "hervidero". Nado sin chispa, pero mantengo bien el ritmo. Es normal, hace dos meses que dejé el entreno en piscina y sus series. Todo ha sido mar y más mar.

Ya estoy hecho totalmente al Orca, he entrenado mucho con él y lo noto saliendo mucho más descansado que otras veces. 1h06' es el tiempo.

Ciclismo entre maíz cervecero
...Como siempre, mi mala natación me coloca detrás de montones de triatletas, toca remontar y pasar mucho miedo cada vez que llego a alguna aglomeración. La táctica es sencilla, a la vez que arriesgada, llegar al "grupo" y pasar rápido, muy rápido, para que a ningún juez le quede la más mínima duda de nada. Primeros 80 kilómetros y llevo 2h11', lo que supone que voy en el tiempo previsto para bajar de 5h, pero la forma de hacerlo no me ha gustado, demasiados cambios de ritmo que seguro pagaré, así que, antes de que me hagan pasar por caja, levanto el pie lo necesario. En la segunda mitad, pierdo hasta 12' respecto a la primera, para llegar en 5h03'.

Sé que éste tiempo me obligará a arriesgar en la maratón, no me queda otra. En la bici no tengo nunca la sensación de ir pasado, ni al 100%, pero no tengo ni un solo instante de bajón ni duda. Vacío varios bidones de agua sobre la cabeza, he vuelto a acertar con el casco.
Una maratón para no olvidar.
La maratón es preciosa... y dura. Cuatro vueltas recorriendo parte del casco antiguo de Regensburg, sobre adoquines, y zonas de parque, sobre tierra y asfalto. Mucha sombra y un ambiente comparable al Solarberg en el ciclismo de Roth. Te ensordece el griterío de la gente en cada una de las vueltas, ven tu nombre en el dorsal y te lo gritan..., pronuncian fatal..., pero da igual, te llevan en volandas.
Primera vuelta de 10 km. Voy rápido, a ritmo de 3h, sé que o arriesgo todo o no consigo nada, esta vez es lo que toca y, aunque lo hago acojonado, lo tengo claro. Porque sé que con el paso de los kilómetros, a esa marca le caerán minutos irremediablemente, toca aguantar.
La euforia termina pronto, en la segunda vuelta, sobre el km 15... me hundo en la miseria, no consigo levantar los pies del suelo, corro por encima de 5'/km y las cuestas no son excusa... otros van más rápido. Es el peor momento, ése en el que nunca queremos pensar, pero que siempre, repito, siempre llega, antes o después, tanto si eres pro como si no, siempre hay un momento malo... o dos.

Entonces entiendo que todo el ironman se ha reducido y concentrado en ése momento, donde destrozado, te dejas rematar sin defenderte, sin patalear siquiera, te sientes hundido y vacío, y ves inútil seguir luchando cuando piensas en lo que queda... de 25 a 27 km... todo un mundo... pero pienso una y otra vez, que ya he pasado por esto muchas veces y que solo si continuo, tendré una posibilidad, una sola, de recuperarme, y no la veré si me quedo en el fango.

Prácticamente me paro, me hidrato con tranquilidad, como dos barritas y un gel de una tacada y vuelta a empezar..

Tercera vuelta, falta media maratón, y un profesional que me saca vuelta, me pasa rápido, a mí y a todos, luego terminaría 7º.

Tengo la sensación de tener ya mucho que ganar y poco que perder, así que sin saber muy bien por qué, me pego a su estela y le aguanto casi toda una vuelta de 10 km... (me lo dicen antes y me da la risa, yo a esta velocidad por donde antes iba casi andando...).

Imagino que al máquina éste, le molestará llevar una mosca cojonera tanto tiempo pegado a la espalda, pero intento no molestarle lo más mínimo, me está haciendo un favor que ni imagina... (ni yo tampoco en ese momento).

En la cuarta y última aprieto todo lo que puedo, ya me he acostumbrado al dolor de cuádriceps que llevo casi desde el primer metro, algo que no esperaba, la verdad, normalmente esto pasa cuando ya llevas un par de horas, pero hoy ha tocado aguantarlo desde el principio, supongo que por culpa de la humedad... (o porque estoy haciendo un ironman, que también puede ser...)

12ª meta ironman.
Entro a meta con buena zancada y sin aflojar lo más mínimo... veo entrar a uno delante mío, 10'' nos separan... luego resultó ser de mi grupo... otros dos entraron en los tres minutos anteriores... las plazas para Hawaii, a veces son solo eso, casi humo que se esfuma "fácilmente". 3h25' es el tiempo.

Termino eufórico, lo he dado todo, y eso me provoca una alegría enorme. El ambiente no te deja pensar mucho... otra vez finisher... otra vez feliz. Ya ha pasado todo. Todo está bien.

Querer que tu sueño te quiera.
Aún estoy jadeando, cuando me dan el certificado con los tiempos parciales y el final, 9h41'11', lo que supone mi mejor marca en la distancia. También leo algo, que no me gusta demasiado... soy el 16º de mi grupo... en ese momento hubiese preferido ser el 40º, y es que no quiero pasar otra vez por lo de Lanzarote.

Por la noche, no pensamos demasiado en el tema, la cosa está más difícil aún que en mayo por puestos. Hacer media hora menos no ha sido suficiente, ya lo imaginaba antes de salir.

Hago alguna cábala que otra, y pienso que siempre hay una posibilidad... que esto es igual que esa segunda vuelta de la maratón... que si no lo intento, si no tengo esperanza... nunca lo sabré. Tengo que ir mañana a dejarme querer por ése sueño esquivo.

LUNES 2 DE AGOSTO.
Es lunes, estamos en la carpa donde se celebra la ceremonia de entrega de premios y slots para Hawaii.

La entrega de premios es muy emotiva cuando llegan a los mayores, ya empiezan las lágrimas, y pienso que sea como sea, ya ha valido la pena venir. Tras ella, empiezan otros nervios, entrega de los slots.

...llegan a mi grupo y empieza el baile, ya no estoy tranquilo, ni mucho menos, ni siquiera miro hacia el escenario donde te nombran hasta 3 veces y sentencian con un "nein" y un tachón al que no está, no quiere ir o ya lo tiene.

Eso no va conmigo, porque yo estoy, aún no lo tengo, y desde luego que quiero ir.

Oigo gritos de alguno, y silencios intercalados mientras siguen nombrando, en un momento dado, y a malas penas oigo a Inma decir: "van quince... ahora vas tú.." y pienso que no, que no puede ser..., pero sí, lo oigo, ésta vez sí, esta vez sí escucho mi nombre, no como en Lanzarote. Se supone que tengo que levantar la mano y decir sí, pero me levanto de un salto, grito un siiiiiiiiiiiiiiii, si si y siiiii¡¡¡¡¡¡ toma¡¡¡

Ya no me duelen las piernas, no ando... corro hacia el escenario. Un sobre blanco cerrado y un apretón de manos me deja frío y temblando... no me lo puedo creer... yo, un tío de casi 40 años, de un pueblo de Murcia, yo, Ramón el ciclista, como me llaman en Puerto Lumbreras, ese que está vivo de milagro... en el Ironman de Hawaii... cuesta, cuesta mucho pensarlo.

Acabo de firmar un par de hojas, de pagar la inscripción y de recibir la oferta del organizador oficial de viajes al Ironman, le doy la mano a todo kisque, todo lo hago riéndome, encantado y nervioso... ya está... se acabó... me doy la vuelta y miro a mi mujer que ha vivido todo a unos metros de mí, como escondida, como si no tuviera nada que ver... como si eso fuese posible..., la miro, dejo de reírme, dejo de hablar, no sé qué decir, el gesto de mi cara le pregunta... ¿qué ha pasado?... lo hemos conseguido, lo hemos conseguido y si podemos con esto, podremos con todo... ¿lo ves? los sueños se cumplen, solo tenemos que desearlos con todo el corazón.

Acabamos de llegar de Alemania, estamos agotados otra vez, aún me cuesta andar. Entramos en casa, dejo la mochila en el suelo y agarro la guitarra que no sé tocar y me siento, vuelvo a tantear las cuerdas y un par de notas... entre tanto ruido... me suenan a música.

viernes, 6 de agosto de 2010

Que no me despierten.

"...que yo a mis amigos, los mido con vara rasa. Los tengo bien escogidos, lo mejor de cada casa."
Eso dice Serrat, y eso pienso yo.


Pequeña crónica de un pequeño sueño.
----Cuando me eché sobre la cama y cerré los ojos, seguía teniendo en la retina, las imágenes de aquel padre empujando la silla de ruedas que llevaba a su hijo tetrapléjico, hacia la meta del Ironman de Hawaii.



Jorge Gisbert, me las había mostrado en su casa y me las cedió, para que siguiera llorando de pura emoción cada vez que las viera.
Jorge soñó mucho antes que yo y a él le debo aquel primer empujón. La motivación, siempre me llega de las personas, y yo tuve la suerte de estar en un grupo que no dejaba de animarse una y otra vez, Alberto Plazas, Bárbara, el mismo Jorge y su mujer Majo, tienen mucha "culpa" de todo esto. No me olvido nunca de ellos.



Mientras soñaba, seguí pensando en el Team Hoyt, en aquel padre y su hijo, y pensé en cual sería la razón para tal disparate... y poco a poco, llegué a la conclusión de que aquellas personas, junto a muchas más, buscaban libertad, buscaban salir cada uno de su propia cárcel, de sus angustias y de todo lo malo que les pudiera suceder, y por libertad también, lo buscaban allá donde ellos decidieron, aunque a mí me pareciera inverosimil, inexplicable y sin mucho sentido.



Yo, no soy una excepción, no tengo que pensar mucho para darme cuenta de los barrotes que me encierran, hace tiempo que lo sé, el mismo tiempo que llevo intentando escapar.



No lo he conseguido aún, la vida no es perfecta, ni pretende serlo en mucho tiempo, pero he roto un par de barrotes de esos, y ya empiezo a sacar la cabeza... sé que estoy soñando, y que esto no es verdad, pero mientras duerma, seguiré creyendo que todo es posible.



En éste dormir, hay tiempo para todo y para todos, me aparecen los nombres y muchas caras de personas que me ayudan a dar esos pasos que yo solo no puedo.



Vale, sigue siendo soñar, pero yo es que les veo...



-Veo a Alfonso Martinez, al que por fin voy a poder dedicar mi mayor esfuerzo y al que volveré a decirle que valió la pena todo el miedo que pasó conmigo, cuando yo, enfermo y débil, estaba más perdido que un esquimal en Africa, y confió en que mi ilusión por el deporte no debía caer en saco roto, llevamos juntos muchos años, pero yo sé que el más dificil fue aquel primer año, donde se dedicó a confiar y esperar a que me recupera, sin más pretensión que la de volver a tener un amigo sano... y lo consiguió, vaya que si lo consiguió.



-Veo a un montón de buena gente por Euskadi, que encima, ahora son más que compañeros... amigos, mi equipo, el URBIKO, de Basauri, y entre ellos, veo a mi familia del norte, a Irune, Rosa y Juankar.



La noche dá para mucho, y sigo viendo a gente que me echa una mano, que me ayuda y lo hace por nada a cambio...



-veo a los que os pasáis por éste blog, paráis un momento y a veces os quedáis un ratico, siempre dando ánimos, siempre invisibles, pero siempre ahí, aunque algunos no escribáis sé nota que os asomáis a la ventana... así lo veo yo.



-veo a los que están más cerca, y no debería nombrar por no dejarme ninguno fuera... pero como representantes de muchos otros, menciono a Pedro María Campoy, el primero que me llama desde hace 8 años ya, al minuto justo de terminar un ironman, y a los que modesta y cariñosamente llamo pupilos, cuya ilusión me alienta cada vez que mis ánimos...no están a la altura...



...a los que me hacen el camino más llevadero, CICLOS CARRILLO, en Cieza, con Carmen y Jesús al frente de la mejor tienda de Triatlón de Murcia, amigos desde hace media vida ya.
 Keep Going cuidando mi alimentación y salud. 
A Juanfra cuando vivo en Puerto Lumbreras y Paco Albarracín, cuando lo hago aquí en Aguilas, que cuidan y miman estos jamones que tengo por piernas, y que sin ellos, no daría más de dos pasos seguidos.
A dos personas que cinco minutos después de terminar la entrega de slots para Hawaii en Lanzarote y viendome cabizbajo tras ese "casi" que me amargó la mañana, me animaron a ir a Regensburg, cosa que no había ni imaginado hasta ése momento.
Si Jesús Sanchez, y su mujer Pilar, no me hubiesen apoyado de aquella manera, ésta posibilidad de ir a Hawaii no habría existido. Siento una mezcla de alegría y dolor cuando pienso en esto, porque sé que compartimos la misma ilusión y por lo menos éste año, no podremos vivirlo juntos. Que llegue vuestro sueño antes o después, será el mío también.
Dejo para el final a Tri WWW y a ADICA, por que más que soñar, lo que hice fue creer y tener claro, que nada sería igual después de que me dejaran ser parte, modesta y silenciosamente, de ellos. Y yo tenía razón, de nada más podré alardear, pero sí de eso.



No mencionar a mi familia, a mi mujer, a mis padres y hermanas, es simplemente que a ellos no les pondré nunca en una lista, yo soy ellos, y nada sería posible sin la vida que me ofrecen.



No puedo hacer una entrada sobre el entrenamiento que he llevado, ni sobre la crónica de lo que sucedió en Regensburg, sin mencionar primero lo más importante...



...la gente acaba pensando que todo se limita a material, a cronómetros, a entrenamientos especiales, cuando todo eso no valdría para nada si tu cabeza y tu corazón no están en calma.



Soñé que era un tio afortunado, que aprovecharía las facilidades que se me presentaran, sabiendo que hay muchísima gente con mucha más capacidad, condiciones e ilusión que yo, que no pueden plantearse lo mismo, porque simplemente no disponen del mismo tiempo, medios o por cualquier otra circunstancia.



Sería estúpido pensar que merezco esto, por ejemplo, porque lo he entrenado mucho, por supuesto que lo he entrenado mucho, tanto como el cuerpo me ha dejado, pero porque he tenido tiempo y mi familia me lo ha puesto muy fácil.



La entrada anterior tiene un título que, si bien, no es erróneo, si que está incompleto o mal escrito:



A todos los mencionados y los que no, por olvido o que por obviedad no los nombro, os digo que:



¡¡¡Lo hemos conseguido!!!...

...pero que no me despierten, que para mí que esta libertad que sueño no es más que eso, un agradable sueño.

miércoles, 4 de agosto de 2010

¡¡¡ LO CONSEGUÍ !!! por fin... clasificado para HAWAII.


Esta entrada me está costando mucho, pero que mucho esfuerzo escribirla.

No sé por donde empezar, bueno sí que lo sé, tengo que empezar dando gracias a todos los que me han apoyado en éste largo, sufrido y a la vez hermoso viaje.


Pero hoy no soy capaz, llegué ayer martes de Alemania, y al igual que la bici desmontada aún en su maleta, las sensaciones, ideas y emociones que tengo ahora, no sé por donde cogerlas, porque por muy consciente que sea de la gente... de la buena gente que me tiene aprecio... comprobar la ilusión y felicidad que sienten en éste momento por mi propia alegría... es algo que me supera.