miércoles, 11 de noviembre de 2009

Viaje a tierra de vinos.

Duatlón Cross de Jumilla.
Domingo 22 de Noviembre.
La cuarta y última entrega de los duatlones de montaña, la tendremos el día 22 en Jumilla, la tierra del vino.
No sé cuantos años hará ya que no compito por allí; la última vez fue, precisamente como “biker”, y todas las anteriores, desde infantiles, fueron en ciclismo, recuerdo que nos regalaban siempre una botella de vino (a ver si se mantiene la tradición….).

El noreste de la provincia siempre me ha gustado, porque aunque es Murcia, está lejos…bueno, desde donde yo vivo, todo está lejos.
Houston, hasta aquí todo bien.

El uso repetitivo e incesante de mi medidor particular de potencia Powermon Lomas Cuesta de la Virgen.... (ver entrada del 21 abril 2009), todas las semanas desde hace un mes, va haciendo que poco a poco tenga más ganas de enfrentarme al esfuerzo y desear la competición.

La forma ha ido creciendo cada semana y ahora con dos por delante y tras descansar un poco tras la prueba del domingo, me bajé de la nubecilla alegre y otra vez al tajo, hoy me vuelven a doler las piernas, y ya no es de la última carrera.

Las cosas no son perfectas porque salgan bien, hay fallos tácticos y hay deficiencias físicas, en mi caso muchos y muchas, y nada mejor que ir con el pulso a mil para verlas claramente. Una vez tomada buena nota de todas, quedan dos semanas para ir mejorando, aunque eso, como digo siempre, no es ninguna garantía para conseguir un buen resultado.

Copio y pego una cita que me ha gustado siempre mucho y que creo que habla bien de lo que son los resultados, los números y las matemáticas en el deporte:

Hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas. (Mark Twain).

Luchas, lo intentas, y si tienes la fortuna de conseguirlo, te alegras un poco, y a continuación te olvidas de lo conseguido. Se debe pasar página, coger pronto la siguiente en blanco y llenarla desde ya con la misma ilusión y esfuerzo que la anterior.


Tras terminar el último duatlón el domingo, dije delante de todos y en voz alta, que me habría gustado terminar la larga temporada que llevo ese día, para empezar a pensar de pleno en la siguiente, pero como dice Mark Allen respecto a lo largo que se hace un ironman, comentaba que él no se marcaba el final del ironman al pasar la línea de meta, sino más tarde, hasta la recuperación, hasta la ducha, hasta la cena...una vez pasado todo eso...entonces sí, entonces el ironman había terminado, no antes. Así, según él, conseguía mentalmente menguar la distancia de la prueba.

Pues eso, que esto no ha terminado, que aún quedan columnas sin caer y una puedo ser yo, trataré de evitarlo.

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