Y esta... ¿es tu respuesta?
Por sonreir mientras espero, que siempre hay alguien con ganas de sonreir conmigo un momento.
Por sonreir mientras espero, que siempre hay alguien con ganas de sonreir conmigo un momento.
Dime si te sucede lo mismo:
- Entrené horas durante casi todos los días de todos los meses que los años tenían, pero nunca quise asomarme más allá de donde los ritmos placenteros acababan. Al igual que a tí, a mi me daba miedo.
Siempre corrí hasta donde la comodidad me dejaba, y nunca más allá. Y a tí te sucedió lo mismo.
Me doy cuenta, a veces, que verme hoy viejo, es un tremendo error que solo aprecio, pasados unos años.
Quizás a tí, ahora, también te suceda esto que digo.
Puedo seguir haciendo aquello que quiera hacer, tengo la salud justa para hacerlo, y no necesito más.
Puedo soñar gracias a ésta inmadura mente, que ojala sea capaz de mantener con su santa inmadurez por muchos años.
Puedo alargar el brazo e intentar tocar con los dedos un poco de cielo, y si hoy no llego, despertaré mañana sólo por volver a intentarlo.
El territorio que tus sueños pueden abarcar, puede ser infinito.
A veces, uno se da cuenta del camino donde está dejándose las fuerzas y la vida, y también tiene la certeza de estar en un camino sin retorno, en un camino que termina donde todos los caminos terminan, y es entonces, justo entonces, cuando uno entiende que la vida está para consumirla y no para ser devorado por ella.
Consúmela como te de la gana. Entrénate de madrugada y que llamen loco los del camión de la basura. Revienta el rodillo y enfada a los vecinos. No dejes ni una montaña sin subir, súbela… maldita sea, súbela aunque solo sea para volver a bajarla, si tú no pones un motivo a tus actos, porqué ha de ponérselo nadie.
Mira a quien te mira incrédulo y sonríe, no le expliques más que aquello que de verdad quiera entender. Olvídate de los necios, y siente lástima por ellos, porque cuando alguien te molesta sin razón alguna, es porque carece de algo que tu tienes, y quizás solo sea libertad lo que le falta, o valor para sonreír a los necios, como tú lo haces.
Congela tus mejillas y los dedos de las manos sobre tu bici, cualquier mañana de invierno. Hazlo por que sí, que no morirás en el intento... sabes bien que es así.
Adelgaza o no, cuanto tu cuerpo quiera, si es eso lo que quiere. Corre rápido, muy rápido… o párate, maldita sea. Haz cuanto te plazca, pero no te dejes devorar por la vida.
9 comentarios:
Dioss!! cuanta razón tienes! gracias por esta motivación.Saludos.
BRUTAL MAESTRO!!!
MANO ERES LA CAÑA!!!UN ABRAZO.
Porque un día una mano te parará de golpe, o poco a poco, que no se sabe que es peor, y te dirá "hasta aquí has llegado" y lo más grande sería poder mirar a los ojos de la todo poderosa que te para y sonreirle sin rencor, sin reproche, satisfecho, porque lo que te llevas ya nunca jamás te lo podrá quitar.
ALLS
Muy bonito
Eres un crack ramon, sigue asi, no cambies nunca.Gracias.
Si mil veces lo leyera no me cansaria,porque cuanta razon hay en tus palabras y cuanto desagradecidos somos con las cosas que nos da la vida.
Tremendo relato, tremendo... Como me complace haber descubierto este blog por casualidad, pero que añadí a favoritos directamente.
Como siempre Ramón, genial...
Espero verte este año por Sueca! Será un honor!
Abrazo,
Ferran
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