Banyeres 70.0. 236 inscritos. 13-51-6.5
9º Clasificado. 2º Veterano
Terminó, sí. Y si he tardado en hablar de éste duatlón, celebrado el pasado domingo y donde pude meterme, de nuevo ésta temporada, en el top-10, no ha sido por más razón que las "consecuencias" de tanto ímpetu y ganas tempraneras de temporada.
Cuando a un motor se le exige, no ya más de lo que puede, sino el 100% durante toda la prueba, lo normal es que días después acabe resintiéndose. En mi caso, lo "normal" es tener una bajada de defensas enorme y convertirme en un imán para cualquier virus que pase cerca.
En fin, es lo que toca y se acepta. Esta es la forma que el cuerpo tiene para avisar, para gritar, para decirte que basta, que hay que descansar un poco y que necesita unos días para volver a la rutina. Pues tranquilo que te los doy.
En cuanto a la prueba, habría muchas reseñas que hacer. No tanto ya de mi resultado, el cual valoro mucho y del que me siento más que satisfecho. Al final, puedo hablar de cómo fue, de cómo lo conseguí y toda la batalla por fascículos (a veces lo hago). Pero en esta ocasión con decir lo que ya se ve en las clasificaciones es suficiente.
Para mí, lo cierto es que las valoraciones ya no sé hacerlas solo hablando de la prueba, sino del conjunto del día que haya pasado. Y éste fue uno de los buenos, de esos que gustan, un día de carreras completo donde antes de salir saludas y saludas a tanto conocido, para luego, buscarle en meta o que te busque él y hablar de lo sucedido. Si además, el día lo completas volviendo a caminar por Alcoy como antaño, junto a amigos como Gisbert, Majo y Jorge Junior, pues para qué pedir más.
A algunos amigos de estos de los que hablo, como a Jesús Sánchez, no dejé de verle ni en carrera. Y agrada, reconozco que agrada compartir esos ratos, donde a pesar de estar haciendo libremente lo que te gusta, sufres, sufres mucho, y tener a gente así cerca, lo hace todo un poco más sencillo.
La belleza del lugar no tiene desperdicio. Y sí, es cierto que normalmente cuando hablo de belleza de los parajes por los que se compite, esto suele ser sinónimo de dureza.
El duatlón de Banyeres es de esas pruebas a las que a uno, ya le apetece hacer el año próximo, eso sí, entrenando un poco más, si puede ser.
Este principio de temporada está siendo bueno, pero no puedo achacarlo a la suerte, ni a la casualidad. Siempre entreno para que las temporadas sean buenas, así que, donde está la sorpresa si encuentro de vez en cuando lo que tanto busco y para lo que tanto me preparo.
Llevaba dos inviernos ya teniendo muchos problemas físicos, roturas, tendinitis, costilla fisurada... prefiero pensar que son esas las cosas anormales. No hay más leña que la que arde y en este caso, lo que arde es el rodillo desde hace semanas y semanas... (yo también acabaré quemado).
Las lesiones me están respetando lo justo para que haga esto con normalidad, ese era el primer objetivo hace tres meses, donde la propuesta que me hice era clara: no me importarían los kms acumulados, ni el nº de sesiones, ni en qué tiempos haría el mil o el cuatrocientos, "sencillamente" me propuse no lesionarme. No competir, ni entrenar mucho, pero no parar por culpa de ninguna molestia.
Dicen que cuando uno entrena con tranquilidad, pero con firmeza, con convicción, sin dudas de lo que hace y con ilusión, los resultados no llegan por suerte, o son algo inesperado, sino una consecuencia, algo inevitable.
Si la salud consiente, seguiremos en esa línea. Queda mucho por mejorar.
Próxima estación, Sueca. Con alguna parada en andenes más pequeños, para reponer fuerzas antes de ese 31 de marzo.
3 comentarios:
¿Próxima parada el 18 de marzo?jejejeje... venga animaros
Enhorabuena crack!!!
Los resultados te demuestran que el sufrimiento ha valido la pena.
Saludos.
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