Llevo
la preparación y colaboro con deportistas populares desde hace unos 16
años, (atletismo, ciclismo, triatlón) y entiendo que como no suelo hablar de ello,
últimamente en algún medio que otro, haya quien se ha... digamos
-sorprendido- al saberlo. Incluso dejando caer que acabo de llegar a estas lides.
No es este el motivo del post. No voy a responder a lo innecesario, a lo inutil, más de lo necesario... solo diré que no necesito tener afición por todo lo referente a metodología del entrenamiento... que la tengo; ni la preparación básica y justa (cursos) para poder llevar a deportistas amateurs (la mayoría de nosotros)... que la tengo; ni necesito hacer quince ironman, ni más de treinta años compitiendo para pensar que solo por ello puedo entrenar... aunque tenga todo eso; no, se equivoca quien piense así. Hay tres aspectos que me otorgan la potestad real para hacerlo y que son mucho más importantes que los cursos, los años compitiendo y los resultados o metas cruzadas: El derecho me lo dan:
1. El sentido común.
2. Tener claro que no tengo porqué tener la razón, ni que nadie la tenga solo porque grite u ofenda más fuerte.
3. Y sobre todo, los deportistas, su opinión, su satisfacción y sus ganas de mejorar.
Dicho
esto, lo mejor es otorgar a algunos de estos deportistas el
reconocimiento que creo merecen y que, quizás mal por mi parte, no suelo
hacer público precisamente por mi "silencio" o poco hablar de este
tema.
No hablo ni hablaré de otros por muy diferente forma de aplicar el entrenamiento que tengan, por respeto y sobre todo porque al final, todos mamamos de fuentes y experiencias anteriores a las propias. A todos nos han enseñado y nos enseñan otros. Cerrar los ojos a eso y pretender que ya se sabe todo, es el primer paso para el fracaso. Siempre he dicho y pensado que no hay entrenamiento perfecto ni sesiones milagrosas, si no existe fe o convicción por parte tanto del entrenador como del deportista de que es ese y no otro el adecuado.
El post es largo y lo aviso, pero entiendo que mejor de una vez y no extendido en muchos post seguidos. Mejor un buen "golpe" que no una tortura continuada en varios dias....
Prefiero que sea así porque creo que es un buen reflejo de la mayoría de los que lo lean.
Foto de tres de estos deportistas en grupo. Grupo en continuo y
paulatino crecimiento, en todos los sentidos. De izda a dcha, Jose
Angel, Juan Bastida y Emilio.
Incluyo algunos ejemplos
del grupo de entrenamiento que hace triatlón, y casi dedicado por entero a los
que hacen larga distancia, porque el post va dedicado a las posibilidades
reales de un deportista no profesional, aunque estos ejemplos son también aplicables
a otros que practican atletismo o ciclismo de montaña y/o ruta, sea cual sea la
distancia que se haga.
En éste grupo de triatlón y en este año precisamente se aunan muchas de las circunstancias de cada uno que creo que pueden ser útiles para la mayoría de los que lean esto.
Como ejemplos, de la
inmensa mayoría de los deportistas que dedican su tiempo libre, su dinero y sus
ilusiones a vivir, a hacer aquello que les gusta y a hacerlo como les gusta. A
buscar motivos que no hace falta encontrar. A sentirse completos haciendo algo
que, aparentemente, no reporta más que cansancio. A pensar y decir en voz alta lo
que anhelan, sin miedo a las burlas o las críticas de aquellos que no les
entienden. A hacer con su cuerpo y su vida, aquello para lo que su madre les
parió: lo que les da la gana, sin más. Sin ofender a nadie, sin molestar y buscando
cada uno la mejor forma de hacer el camino. Su camino.
Quedan descartados los
profesionales, pues aún pudiendo aunar todo lo anteriormente dicho, se les suma
la necesidad de hacer ese camino con una presión y rectitud mucho más acusada.
Se les va en ello el sustento.
Quedan descartados
aquellos que sin ser profesionales, quieren hacer creer al resto que lo merecen
tanto o más que los que ya hay. Descartados los faltos de humildad y los
irrespetuosos con el prójimo. Y la suma de ambos, los envidiosos. La envidia
entre mediocres, suele ser el resultado de la mala elección del deporte hecho
por uno de ellos, hecho que se puede comprobar fácilmente mirando la cara de
angustia e infelicidad previa a la salida de cualquier prueba en la que cree,
erróneamente, que su valor, orgullo o aceptación social están en juego, o por el contrario la sonrisa del contrario
que aún sabiéndose iluso o flipao a los ojos de otros, hace lo que le viene en
gana sin miedo al fracaso, porque el fracaso para él, es no ser feliz con lo
que hace.
Como ejemplos de todo lo
anteriormente expuesto y haciendo comentarios sobre éste año 2013, pondré a
estas personas, grandes profesionales de su casa y su trabajo y además,
deportistas.
Por orden de participación y celebración de sus pruebas objetivo este año:
Jose Angel Benito.
Club: Vialterra Ubeda.
Prueba: Triatlón distancia
ironman, TRISUR SEVILLA
Padre de familia.
Empresario. Trabajador incansable.
Objetivo: Seguir haciendo
y disfrutando cada año de algo que le llena y apasiona. La larga distancia.
El gusto por hacer larga distancia y
la falta casi total de tiempo para prepararla.
Entrenando juntos desde
2010, con Jose Angel hemos preparado varias pruebas de media distancia y tres
pruebas ironman, Zurich, Extrememan y éste último en Sevilla, el Trisur.
Posiblemente, este año
haya sido el más difícil para preparar su prueba larga anual. Curtido ya en
muchas batallas a pesar de los pocos años que lleva haciendo deporte (y me
refiero a cualquier deporte), Jose Angel, tuvo que tirar de todo el tesón y
ganas habido y por haber, y sobre todo de apoyo familiar, para no detenerse
durante el invierno pasado y preparar la prueba de distancia ironman Trisur.
Un ironman a primeros de
abril supone trabajar mucho durante el invierno, “abusar” de entrenamientos en
rodillo y muchos rodajes nocturnos. Complicado, pero no imposible.
Encajar las sesiones entre
sus mil viajes laborales, familia y compromisos sociales, fue cosa de los dos.
Convencerle de que, aún
teniendo muy poco margen de fallo, si cumplíamos con lo fundamental y tirábamos
de lo acumulado en temporadas anteriores, todo era posible, era quizás mi labor
más importante.
Llevarlo a cabo, no
hundirse los días que la fatiga podía con él. Entrenar en cualquier punto de la
península si allí se presentaba ese escaso tiempo libre, confiar y fortalecerse
de las adversidades, eso sólo fue cosa suya.
Juan Francisco Rodríguez
Club Triatlón: Trilum Puerto
Lumbreras
Club Natación: UCAM Fuensanta –Murcia-
Prueba: Primera temporada
de triatlón. Campeonato de España Master de Natación.
Objetivo: Conversión
paulatina de nadador a triatleta, sin dejar de lado su deporte.
Me extiendo un poco más
que con el resto, porque a pesar de ser el que menos tiempo lleva en el grupo y
aún no toca la larga distancia, es posiblemente uno de los ejemplos más comunes
o en los que se puede ver identificado quien lea esto. Aquel que practica un
deporte y se siente atraído por el deporte de las transiciones.
Ejemplo de cómo el
entrenamiento cruzado actúa sobre el deporte base (el entrenamiento de un
deporte repercute en el funcionamiento de otro) consiguiendo un mantenimiento
de las aptitudes e incluso mejoras puntuales.
Hablamos de alguien joven
que procede de la natación y que trae consigo un altísimo nivel.
En plena fase de reciclaje
y conversión de nadador a triatleta, en los primeros seis meses la
transformación ha sido palpable. Con un tren superior desarrollado como nadador
y un tren inferior falto de masa muscular y de fuerza el comienzo no fue nada
fácil. Ni lo está siendo.
Para no olvidarnos de su
deporte base, se preparó ligeramente el Campeonato de España Master +30 de
Natación, celebrado en Fuerteventura. Cuatro pruebas de velocidad en dos días.
El resultado conseguido fue difícilmente mejorable,
Campeón de España y por lo tanto Medalla de Oro en 50 Mariposa, Oro en 200 Libres, Plata en 4x50
m libres y por último, Oro en 100 libres, éste último con
el añadido de batir el Record de España Master + 30 y dejarlo en unos nada
desdeñables 53.98.
Entrenamiento cruzado. Aportaciones
que vinieron de crear una base aeróbica que permitiera trabajar más adelante
con intensidades superiores y más enfocadas al deporte base de Juanfran. Por
otro lado, la ganancia de masa muscular y fuerza en el tren inferior y en el
cinturón abdominal, lo que se ha traducido en una batida de piernas mucho más
potente.
En el caso de Juanfran,
estos resultados no son algo en lo que yo haya tenido mucho que ver. Empezamos
a trabajar juntos apenas seis meses antes del Campeonato de España. Sería, no
solo pretencioso, sino falso por mi parte, decir que mi aportación dio lugar a
esos resultados. Juanfran atesora una calidad natatoria trabajada durante
muchísimos años desde la niñez y ha tenido muy buenos entrenadores de natación
que han dado lugar a esa calidad. Estos resultados no son algo improvisado ni
instantáneo. Son trabajo y convicción, nada más.
Si acaso, el mayor logro
(y esto también es cosa de Juanfran) radica en el hecho de volver a tener ganas
e ilusión por entrenar, por competir y por divertirse, en éste caso enfocando
esa ilusión hacia la práctica del triatlón.
Juan Bastida.
Club: Club Triatlón Lorca
Prueba: Ironman de Niza.
Objetivo: Slot para el Campeonato del Mundo Ironman en Hawaii.
No hay que negar ni
ocultar nunca a ojos de los demás lo que uno pretende. No hay de qué
avergonzarse si lo buscado no se encuentra o uno pasa media vida buscándolo. Se
debe ser claro y transparente con lo que nos rodea si queremos serlo igualmente
con nosotros mismos.
En dos años junto a Juan,
independientemente del nivel deportivo que atesora, que no es poco, lo más
importante es su predisposición a buscar el objetivo y apuntar sin dudarlo
hacia él. Y todo ello, haciéndolo solo cuando el trabajo y la familia se lo
permite.
Tarea difícil para la
inmensa mayoría de nosotros y de la cual seguro casi todo el que lea esto se
verá reflejado.
El punto de partida hace
dos años no empezó con una sesión de entrenamiento, sino con hacerle entender
que no debía mencionar su sueño de ir Hawaii
sin levantar la mirada sino todo lo contrario. Mirando al frente y teniendo
claro que aunque cada vez está más difícil conseguirlo, si miraba al suelo
nunca lo vería.
Preparamos en 2012 sin
presión y como primera toma de contacto o flirteo
con la “posibilidad” del slot, en el
Ironman de Frankfurt donde terminando ligeramente por debajo de las nueve horas
y media, las plazas para Hawaii no quedaron lejos. La jugada era competir sin
la presión de tener que conseguirlo, pero lidiando con los nervios, la ansiedad
y la motivación, a veces desmesurada, que toda prueba de este tipo te hace
sentir.
Esto supuso una
acumulación de experiencia y de confianza, más incluso que el efecto del entrenamiento,
que le llevó a terminar la temporada consiguiendo el tercer lugar y título de
campeón regional de Murcia, de triatlón media distancia en Cabo de Gata.
En éste 2013, en un
Ironman de Niza que tuve la fortuna de compartir con él, intentamos que la posibilidad se convirtiese en realidad y esa realidad se quedó apenas
una plaza por delante de la suya. Con nueve horas y treinta y cuatro minutos
que, por ejemplo, el año pasado habrían bastado para llevarle a la gran isla,
en el Pacifico. Las fluctuaciones que sufren cada año los tiempos válidos para
conseguir esos slot, hacen, de alguna manera que la búsqueda se haga divertida,
a la vez que difícil, e insegura a la vez que probable.
Pepe Montiel.
Prueba: Ironman Frankfurt.
Objetivo: Crecimiento, aprendizaje
y convencimiento.
Llegado de un deporte
totalmente distinto, el judo. Un deporte de fortaleza física pero enfocada a la
velocidad del gesto, al reflejo y a la intensidad del esfuerzo. Pero donde la
capacidad agonística y la resistencia pura, no existen o se refleja en pocos
trazos.
Tener la disposición a
sufrir, a sufrir durante muchos minutos, incluso horas y no rendirse, es algo
que no creo que haya apenas nadie que no tenga. Otra cosa bien distinta es
saber hacerlo… ¿Cómo sufrir… qué es sufrir…. y en qué nivel de agonía o límite
me estoy moviendo?. Conocerse al fin y al cabo.
Esa tarea no es trabajo de
un día. Es constancia, paciencia, mucha dosis de ilusión y si además tienes la
suerte de ser una persona como Jose Antonio, Pepe, que maneja el sosiego como
pocos, entonces la mejora de alguna
manera, termina haciéndose “irremediable”.
El siempre fue de esos que
pensó que su cuerpo estaba hecho para una cosa y no para otra y que ya era
tarde para cambiar eso. Poco a poco se va dando cuenta que el cuerpo cambia según
lo hace la mente y si a los dos les das un buen nivel de paciencia, todo es
posible.
Niza, Zurich, Frankfurt
2012 y de nuevo Frankfurt éste año han sido los ironman que hemos preparado. El
km 24 de éste último se convirtió en un muro insalvable que Pepe entendió a la
perfección y la retirada se hizo con objetividad, no sin dolor por supuesto,
pero sí con la lucidez del que sabe que esto se hace por placer y que una cosa
es sufrir y la otra es penar y además penar con riesgo para la salud. Un punto
y seguido, en un deporte concreto,
siempre es mejor que un punto y aparte.
Me atrevo a decir que es
sin duda, su mejor año hasta la fecha. Aprendiendo, madurando deportivamente y asimilando
los entrenamientos semana tras semana. Una pequeña piedra en el camino en forma
de retirada en una de las pruebas hechas y un levantamiento instantáneo tras
ese sinsabor para afrontar el Half Triathlon de Caravaca el pasado agosto. Y
todo, justo antes de lo mejor del año y de su vida, hasta la fecha, su boda.
Emilio –Aistartío-
Club: Triatlón Mezquita
–Córdoba-
Prueba: Challenge Roth.
Objetivo: Vencer a una
montaña que se llamaba como él.
Representa a tantos y
tantos deportistas que en el anhelo de completar un reto difícil, tan difícil
como es un ironman, vuelca en realidad, la larga lista de otros anhelos y
deseos que todos tenemos. Afán por la superación personal, ganas de curiosear
por nuestro interior para ver qué nos depara, disparar un buen chorro de
adrenalina por asomarnos a ese abismo que nos parece infranqueable…
Emilio es el arquetipo del
deportista normal y cuya normalidad como deportista le hace especial y único.
Tan normal y tan persona como para sentir miedo y frustración, como yo, como
todos; tan normal como para reconocerlo; tan normal como para sentir que los
retos son grandes y conforme nos acercamos a ellos, al día de batallarles, se
vuelven cada vez más grandes, incluso enormes, incluso imposibles. Y es
entonces cuando alguien normal cree encontrar una montaña insuperable y se
detiene ante ella, porque no sabe que la montaña insuperable es él mismo.
Emilio es el deportista,
es esa persona normal que buscaba un tesoro, un sueño, y lo resumía en un solo
día, en una prueba, en una línea de meta.
Ahora sigue siendo esa
persona normal, ese deportista tan normal y especial al mismo tiempo que ya
sabe que las pruebas solo son parte del camino, caramelos que endulzan y se
quedan en poco pasado un tiempo en la boca. Lo que perdura es nuestro paso por
los lugares, nuestro día a día, nuestra lucha y nuestra necesidad de sentirnos
únicos, tan normales como somos.
Desde entonces, él se va
dando cuenta que la montaña ya no se llama como él, sino sencillamente montaña,
más alta, difícil o larga que esta o aquella, pero montaña al fin y al cabo y él,
él se llama Emilio. Aistartio. Ahí está el tío.
1 comentario:
genial entrada, conozco a Emilio, y reconozco que lo has clavao.
He aprendido mucho con lo que has contado, me intentaré aplicar el cuento.
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