No descubro nada al comentar esa costumbre... vamos, casi un
tic que tenemos prácticamente todos cuando nos vemos en un día de carreras y
antes de empezar, avisamos al personal de lo mal que estamos, lo poco
entrenados y las 7 plagas de Egipto que hemos pasado los días o semanas previos
a la carrera. Con eso bastaría y avisados ya, el resultado no debería
sorprender a nadie, bueno o malo. Pero no, la cosa no queda ahí. Una vez
terminada la prueba, nos apresuramos a narrar con detalle los pormenores de la
misma, lo que hemos vivido y sufrido. Hasta ahí, todo normal, lógico y vaya...
que eso son las carreras. Hacerlas y vivirlas, hablarlas y compartirlas. Los
extras, ya vienen con los "si no fuese porque...".
Las cosas son y resultan tal cual y un "si no fuese
porque estuve enfermo hace dos días..." por ejemplo, tampoco vale mucho
para valorar, ya que entonces la carrera habría sido distinta y eso, eso es
algo que nunca sabremos.
En mi caso, hoy en el Orihuela 70.0, como su nombre indica
han sido 70 kms totales, de los cuales me han sobrado los últimos 2 por
completo. El hombre del mazo a salido en una cuesta de unos árboles y me ha
dado en toda la jeta. He caido como un trapo. De ir medianamente bien, he pasado
a caminar, a ver las casas de Torremendo tan cerca como imposibles de alcanzar,
a desear escuchar la voz de Ximo Rubert por megafonía diciendo mi nombre en
meta lo antes posible... Pajara no, pajarón... tampoco, pajarería completa.
He errado en los cálculos. No estoy tan bien físicamente
como he pretendido y la carrera me ha puesto en mi sitio por dos veces. La
primera dándome ese varapalo cuando ya parecía tener un puesto entre los seis
primeros asegurado, cosa que no merecía, para quedar finalmente 8º... y tampoco
ese lo he merecido. Mi lugar hoy estaba varios puestos más atrás, ese era mi
nivel y aunque mi mente no lo ha aceptado así desde salida, mi cuerpo se lo ha
dicho finalmente. No he competido bien.
Además, ni siquiera aparezco en las clasificaciones, con
chip pagado y entregado, aún no sé porqué aparezco como no presentado... y como
le he dicho a un amigo: oye, igual no me he presentado, no he corrido, no he
sufrido y ahora no me duelen tanto las piernas...ojalá fuese eso.
Quizás no sea casualidad no aparecer en esa clasificación
como octavo y si una forma más que la prueba tiene de decirme que no le he
tenido el respeto suficiente. (una buena guantá de humildad a tiempo... siempre
viene bien).
1 comentario:
Egunon Ramón, mil ánimos campeón, habrá sido algún mazapán de estas fiestas navideñas. Mándale alguna foto a Juankar para k la podamos ver en la web del ekipo. Un abrazo.
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