miércoles, 2 de septiembre de 2009

Pedaladas no, pinceladas de verano.


Julio empezó con más o menos mal pie, pero se fue arreglando según bajaba de un avión y me hacían subir en otro.


Tranquilidad, buen clima, y engorde a base de bien y de nutela por tierras inglesas.


Motivo: ser fieles a la tradición del buen fan, o seguidor cegato que se deja los cuartos en ver y escuchar en directo a sus amados idolos, lo cierto es que por suerte solo somos fans de un grupo, U2, y ya tenemos bastante ya, que estos no tienen pinta de jubilarse...y por si acaso eso sucediera, ahora nos estamos haciendo fan-aticos de una morenita llamada Guinnes.

Daryl, británico-catador-experto en cervezas, nos sirvió de inmejorable guía por las entrañas de Dublín.


Pasas por Alemania y justo cerrar los ojos te ves en Inglaterra, y sin tiempo para pensar te plantas en Irlanda, entonces harto de tanto ajetreo, te metes en una taberna a tomar una buena Guinnes, te ofreces a salir en una foto para recordar el momento, y al Bono de U2, no se le ocurre otra cosa que chupar cámara… vamos…y no tendrás tú fotos¡¡¡, encima que voy a verte a la misma puerta de tu casa¡¡¡…la llevas clara para la próxima…¡¡¡



Aunque el calor no, el verano va dando ya sus últimos coletazos, y no necesito mucho esfuerzo para ir recordando momentos de las últimas semanas, momentos que como siempre, si te paras y recapacitas, cuanto más insignificantes parecen, más importancia tienen.


Agosto, deportivamente hablando, ha sido de lo más difícil que recuerdo haber pasado, sin contar el tiempo que estuve en dique seco hace años por culpa de una mala caida, no recordaba haber estado tanto tiempo parado.
Pasar de estar en forma a parar en seco durante cinco semanas, te hunde en la más profunda miseria física, o al menos eso es lo que me ha tocado pasar, hasta el punto de plantearme más de una vez, terminar el año en el mes de agosto, y no en diciembre.

Luego, pasa lo que pasa… empiezas, sufres, te desmotiva ver que no eres capaz de seguir corriendo ni al chiwawa que el vecino saca a mear, ver que tienes el mismo tono muscular en las piernas que un flan de danone y que ni siquiera el sudor sabe ya a salado, sabe a derrota.

Y es entonces, cuando me hierve la sangre, cuando me doy cuenta de lo mierdecilla que puedo llegar a ser con tanto lloriqueo, acabo avergonzándome de ésta actitud, cuando simplemente levantarme cada mañana debería ser motivo de orgullo y alegría, y que hago?, llorar como un crio porque una lesión no me deja, porque ya no soy el que era, porque ya duermo cada vez menos…

…pues claro que la lesión no me deja, ya lo hará, y mientras se empeñe en seguir conmigo tendré que usar el tiempo en fortalecerme, en coger fuerzas para volver a levantarme por enésima vez, al fin y al cabo, de eso es de lo que trata este rollo de estar vivo, no?....que ya no soy el que era… pues como llore mucho por eso, la llevo clara, a nadie se le escapa que empecé a envejecer el día que nací…y que ya no duermo mucho?, pues no, en fin, tampoco eso es algo que “me quite el sueño”… una vez oí que Leonardo Da Vinci, dormía 20’ cada 4 horas, más o menos, por eso le dio tiempo a tanta creación…lo malo es que yo no sé ocuparlo a las 5 de la mañana más que en ver estrellas y escuchar olas…que tampoco es poca cosa.

Ser de hierro (Ironman), no implica que seas un superhombre ni nada por el estilo, en mi caso, ser de hierro implica que o me muevo o me oxido, y cuando no me muevo, no sé muy bien porqué suele aparecerme la diosa fortuna en forma de seres queridos, esos, los que te aguantan y que te sufren.

El hermano de la noche, Antonio.
De la noche despierta y de la noche callada, hermano desde siempre y ahora también de vigilia, está escrito amigo, tal y como aquella vez subiendo las Casas de la Marina, o en la tormenta cerca de la Manga…nos toca seguir pasándolas canutas… mientras toque, ya pasará.

El viento fresco, Juankar.
Dejó caer montaña abajo la bola hace unos días, y esta vino a pararse junto a mi casa, bendita suerte la mía, conocerle más y conocer a los suyos, ahora sé porqué eres así…tienes en tu casa a quien parecerte.

Agua mezclada de ilusión, Alfonso.
En el fondo sufre tanto o más que yo o que cualquiera de los que entrena, pero no se le nota, porque en el fondo la ilusión le puede más que a mí o a cualquiera de los que entrena. Tiene una piscina pequeña en el jardín, donde hacer largos o siquiera un volteo es más malabarismo que otra cosa de natación, pero ese agua…no sé con qué la mezcla el muy jodio, que te vuelves renovado, o más bien tranquilo, que para el caso…

Lo nuevo, que no bueno, ha sido enterarme del accidente de Cristóbal Diaz, Cristobicas como me gusta llamarlo, gracias a Dios, está bien dentro de lo que cabe y parece que aunque tenga que parar, todo quedará en un susto, viendo la luna delantera del coche parece mentira que no este peor. No le envio ánimos que de eso va sobrado, pero si mi apoyo para lo que necesite.


¿Ves Ramoncico?...a estas cosas me refiero cuando te hablo de la vergüenza de la queja.


Hablando ya de mañana, hay nuevos objetivos, algunos a la vuelta de la esquina, todos importantes si quiero darles importancia…de esos hablaré más adelante, el resto son cosas pasadas y que toca pasar, no son más que:

Cosillas pequeñas, cosillas que me dan vida.

1 comentario:

Cristobal Diaz Navarro. dijo...

Uf que fino está el tio ese de la gorra negra, tiene pinta de pro ajjajaja, muchas gracias por los ánimos, ayyyyyy que no voy a poder estar para que me metas un pasón en bici en guadalajara y el titán ajjaja. Por cierto el otro día buscanso listas de inscritos en carreras te vi inscrito en una de esas de 226km ajjajaja, si puedo subir con alguno de los de Almeria lo mismo me acerco para vivir ese duelo pedrito-ramon en guada jaja, mucha suerte.