martes, 31 de julio de 2012

Nadie nace sabiendo. Nadie deja de aprender nunca.


Hace más de veinte años, un jovenzuelo que corría como los demonios, dormía dos camastros más allá del mío. Nos hicimos amigos pronto, pasábamos muchas horas juntos, semanas y meses de servicio a la patria querida, sacando ratos… él para sus correntillas y yo para mi bicicleta.
Pasábamos horas hablando de entrenamientos, de nutrición… y sí, también de lo jodío que era el capitán Conejero…

Fue por entonces, cuando me iba dando cuenta que todo lo relativo al entrenamiento, me apasionaba. 
En un principio, la mayor parte de ese interés lo volcaba en mí mismo y en mis aspiraciones deportivas, pero ya había una parte de mí que disfrutaba cuando, en ocasiones, me atrevía a aconsejar a otros. 

Con el tiempo, te vas dando cuenta que ese disfrute de ayudar a otros en el camino, viene dado por el aprendizaje que te reporta caminar junto a ellos. Ni nadie nace sabiendo, ni nadie deja de aprender nunca.

Con los años, y sin apenas buscarlo, fui dando pequeños pasos… preparo a mi hermana, al amigo para su primer diez mil, la primera media… fui haciendo cursos y sobre todo, fui aprendiendo por el sistema más universal que existe, el del ensayo-error. 
Quizás… bueno no, seguro que seguir entrenando, compitiendo, sufriendo y siendo un tipo normal, un amateur, un age-group, me facilita mucho entender a menudo el estado anímico de aquellos con los que camino.

Atletas, ciclistas, opositores y desde hace unos años, además, triatletas, me han ido mostrando, y siguen haciéndolo, una forma de entender el deporte que cada vez tengo más clara, y es que el camino es mejor hacerlo en compañía, porque así, a las penas y a las alegrías, al ser compartidas,  es más fácil encontrarles sentido.

Alfonso Martinez.
Mi mentor, quien más me animó a entrenar a otros, era y es aquel al que le pedía explicaciones continuas sobre el sentido de esta o aquella serie, y al que me atrevía, la mayoría de las veces sin razón… (era joven, rebelde y sin causa…), a rebatirle más de una sesión. Alfonso Martínez, desde muy pronto pasó a ser, por circunstancias muy difíciles para mí, mucho más amigo que entrenador, aunque siempre, siempre, maestro.
Él me ha ido enseñando con los años, no solo el placer de sentirse feliz cuando uno logra superarse a si mismo, sino a serlo cuando es otro quien logra su objetivo y uno, tiene la suerte de poner su granito de arena.

Mis locos.
Algunos de los que me permiten aprender, disfrutar, y sufrir también… por qué no decirlo, (muestro a los triatletas de larga distancia) son estos a los que me gustaría presentar y de los que me considero el primer fan, porque conocerles y saber de su día a día, de sus batallas diarias y del leve respiro que a veces les supone entrenar, hace que para mí, sus resultados valgan mucho más que una medalla, un puesto o una camiseta de finisher y que todas esas cosas, lejos de ser moneda de cambio para vanogloriarse y sentirse importantes, son el resultado o la circunstancia lógica que sigue al trabajo y a la dedicación.

Cada día me demuestran que no estoy tan loco como parece y si lo estoy, que con ellos... no soy el único.

Jose Angel

Jienense. Este año, participó en el Extrememan, su tercera preparación para un ironman. Mucho más sosegado que en otras ocasiones y más paciente. Tiene sangre de larga distancia, no cabe duda.

Julio

Jienense. Como yo, pasará 2012 sin tocar la distancia madre, pero no por ello se prepara diferente. Ser ironman, no es un objetivo ya, es una condición. El año pasado lo consiguió en Zurich. Gota a gota, va rompiendo la roca.

Emilio

Cordobés. Apenas llevamos unas semanas trabajando, pero no necesité más que una conversación con él para darme cuenta de que tiene la mitad del camino andado, allá donde quiera ir. Destila humildad por los cuatro costados, y esa para mí, es condición indispensable.

Los acervelados.
Alfonso Lidón, Pepe Montiel y Juan Bastida.
 Foto: de izda a dcha. Alfonso, un servidor, Juan y Pepe.

Acaban de descansar de su ironman de Frankfurt y han conseguido darme una alegría que casi, casi… se acerca a lo que sentiría si hubiese competido yo… y no, no me refiero a los resultados u objetivos, que se han cumplido con creces, sino a la actitud que han mostrado durante toda la preparación.

Cada uno con su meta personal, cada uno con su potencial, cada uno con sus problemas y sin embargo, todos juntos a la hora de compartir la tarta de las ilusiones. Esa unión es para mí lo relevante, ese ánimo continuo entre ellos y ese entendimiento.

Sito ha cumplido su sueño de preparar y terminar un ironman. Sin miedo, sin presiones y sin angustias. Mente tranquila y cuerpo dispuesto. Un placer ayudarle.

Pepe, no solo ha bajado de esas once horas que se puso como tope, sino que se ha sacado una espina que tenía con la suerte o el destino, que tan difícil se lo ha estado poniendo desde que debutamos en el ironman de Niza, allá por 2010. El año pasado consiguió terminar su segundo ironman en Zurich apenas pasadas unas semanas del terremoto que le dejó sin casa por un tiempo y el miedo metido en el cuerpo durante mucho más.

Juan Bastida. Nervioso, inquieto, temeroso de mostrar sus intenciones al mundo por si eso le sumaba demasiada presión… ha ido aprendiendo a convivir con los miedos y las dudas hasta casi convertirlos en sueños y herramientas de mejora personal. 
Buscó en Alemania aprender un poco más, para algún día, ganarse el favor de la madre de los triatlones y por muy poco, no se ha ganado dicho favor…  casi antes de tiempo. 

Los humildes, los modestos, se ganan Hawaii... y casi cualquier cosa que se propongan, de una sola forma, y es deseándolo a cara descubierta, y al mismo tiempo, sin hacer ruido. Sin ser pretenciosos, sin creerse más que nadie, sin necesitar demostrar su valía a la vista de los demás en ningún momento.

Os estoy muy agradecido locos, por lo que aportáis, por ser así, y por dejarme caminar a vuestro lado.

miércoles, 25 de julio de 2012

Camino al Ironman Frankfurt 2013. Sin stop.

... tengo que ser breve, tengo que ser breve, tengo que ser breve... ya me estoy pasando, ya me estoy pasando...

Año sin ironman? no, más bien año sin cruzar una meta ironman.

Dos años después de tocar Lanzarote, Regensburg y Hawaii y sus respectivas pruebas ironman, me dispongo a terminar mi primera temporada sin tocar la distancia. Será la primera vez desde que practico este suave y relajante deporte del triatlón de larga distancia.

Obligan causas diversas. Buenas y malas, como la vida misma. 

Malas... bueno, llorar por la salud y el filo hilo por el que camina, casi que mejor lo dejo para peor ocasión, esa en la que ya, nada o casi nada sea posible. 
Mejor me remito a la consabida crisis y así nos entendemos y terminamos antes. 
No hay pasta, tela, güita, money, perras... y mucho menos euros, para llevar el nivel de competiciones ironman de años atrás. Qué más quisiera yo... no tener que ser tan sincero. 
Pero así están las cosas y así se aceptan, de la misma forma que uno ha de parar a mitad de un ironman y entender que igual, ese parar es un punto y seguido para mejor ocasión y no tanto una retirada.

De las razones buenas, me quedo con dos. 
La primera, haber sido uno de los elegidos que han podido hacer el Correveidile. Por gozo, me sobran momentos que dan por buena la experiencia y los esfuerzos de todo tipo, físicos, familiares y económicos que haya hecho. 
Siempre supe que una cosa así, limitaría el número de dorsales por un tiempo y como quien dice... si volviera a nacer y se me presentara lo mismo, lo mismo haría. 
Y la segunda, que no hacer este año, puede ser una forma de invertir en el que viene. Voy teniendo mis añicos ya y tampoco le habrán sentado mal al cuerpo estos meses tranquilos...

Jesús Sánchez.

No le hace falta, pero soy así de tontorrón y como me muevo por grandes cantidades de pequeños detalles, me gustaría dedicar mi próxima participación en Ironman, a unos buenos amigos. Concretamente a Pilar y Jesús.

Se preguntará más de uno la razón y cuando la explique, igual se la preguntan más de dos... es posible. Ya he dicho, que mi cabeza a veces es una madeja de hilo y mis calentones son como gatos que juegan con ella.

Jesús y Pilar, de un día para otro, pasaron por alto la decepción de no conseguir el ansiado slot para Hawaii en Lanzarote 2010, para ilusionarse por la posibilidad de que yo me lo llevara. Y les ví sentirse mal cuando no fue así.
Jesús, no solo ha tenido siempre mejores condiciones físicas que yo, sino que además, soñaba como nadie con ese viaje.

Fué él, y Moi, y Jordi, los que de una u otra forma, me animaron aquel día, y de alguna manera, entendí que aún tenía alguna oportunidad. Mi pequeña, ínfima y apenas visible labor con Adica, bien lo merecía, pues eran muchos los que se interesaron por aquel casi-slot, y me miraron y si me miran, ven a Adica o quien sabe si a cualquier otra asociación benéfica de cualquier otro lugar.

Valía la pena intentar aquello que Jesús me proponía: ir dos meses más tarde a Regensburg... dos meses... no podría descansar tras LZ y aquello me dejaría k.o en caso de conseguirlo (como así fue... me gané un buen principio de anemia para agosto y septiembre), pero debía hacerlo.
 Sin su empuje, no habría ido. Bien lo sabe Jesús.

Una vez allí, Jesús volvió a ser muy superior y merecedor de tocar su sueño y solo los problemas estomacales de la maratón le impidieron conseguirlo, una vez más. 
Yo... bueno, ya sabéis la historia, lo conseguí.

Cuando cogi  mi plaza y me senté en aquel banco, solté toda la tensión acumulada y lloré junto a mi mujer. Quien fue el primero en aparecer, en ponerme su mano encima como el que consuela? (a mí, que lloraba de felicidad...)... pues sí, fue Jesús, y Pilar, su mujer. Una vez más, cambiaron su pesar por alegría hacia mí.

A Jesús le llegó la justicia el año pasado. Ganó su plaza en Niza y por fin volaron hasta Kona en octubre. Se ha embutido, con el paso del tiempo, en un traje de 38 años cuando en realidad, él va rejuveneciendo por dentro cada día. Ha bajado de 9 horas en Roth éste año y es Campeón de Europa de su categoría en ironman. Y lo más importante es que, sin todo eso, seguiría tranquilo consigo mismo y con lo que hace.

Qué falta tendrá el amigo Jesús, de que yo le dedique nada, pensará más de uno... pues, acaso importa eso... No es la falta que le haga a él, sino la que siento yo como agradecimiento. 

Sin tí, Jesús... no habría ido jamás a Regensburg. 

Te envío un telegrama....

Jesús, me he inscrito al Ironman de Frankfurt 2013. Stop. Es campeonato de Europa Ironman y clasificatorio para el Mundial Ironman en Hawaii. Stop. Quiero hacerlo bien. Stop. Quiero conseguir un slot en la categoría 40-44 para ir por segunda vez al Pacífico.Stop. Sé que tu camino para la Kona termina al año siguiente y que ni para intentarlo coincidiremos. Stop. Aún así, recordaré el que viene, que un pequeño empujón basta, para tocar los sueños con  los dedos. Stop. 
Ya estoy entrenando. Sin stop.

viernes, 13 de julio de 2012

La meta es el camino y el final, un punto y seguido.

Estos días son como esos que pasabas tras el día de Reyes y tenías tu ansiado regalo, por fin, en las manos. O como cuando, de niño, la niña a la que pediste salir te dijo que sí. O como cuando terminas tu primer ironman... días raros de felicidad contenida y como con ganas de hacer algo con ella, cuando lo mejor es saborearla sin más.

Así estoy yo. Asimilando durante estos días tanta vivencia, tantas sensaciones, e intentando recuperar todo lo posible las horas de sueño y el cansancio acumulado durante el reto-solidario Correveidile.

A pesar de todo, no he perdido ni un ápice de mis ganas de competir, teniendo claro siempre, en qué momento tocaba hacer cada cosa.

Mi vinculación a Adica, como deportista que habla de ellos, que intenta colaborar llevándoles grabados en ropa y corazón, no termina cada vez que un reto se consigue, sino, todo lo contrario, se reafirma, madura y evoluciona hacia una convicción aún más grande de que por poco que se haga, todo suma y es importante para este colectivo.

Competir.
Pero soy deportista, mediocre de los de enmedio, grupo de edad de mi grupo, competitivo como cuando tenía 14 años, ansioso por llevar un dorsal un día y otro también... me gusta correr, me gusta competir.

Me gusta la larga distancia.
Estos días son como un principio de temporada, pero en el mes de julio. 
Hago cábalas, como todos en estos tiempos que corren, con las posibilidades de dejarme caer aquí o allí. Este es un deporte caro, y el presupuesto cada vez es menor. Busco pruebas de larga distancia y en mente ya tengo alguna que otra.

También es cierto que ya tengo la mirada puesta en alguna prueba que otra de 2013... y es que hay islas que hasta se me aparecen en sueños con muchos meses de antelación.

Por qué no pensar otra vez, por qué no motivarse buscando lo menos fácil, por qué no cerrar los ojos un poco y hacer como que sueño...

Voy ya para 42 años, consciente de lo que eso supone, de las limitaciones que cada día son más evidentes, pero también más tranquilo, más conforme con mi edad y con mi cuerpo. 

Confiado en que, quitando aquel accidente de hace más de 16 años y a pesar de tantos años acumulando esfuerzos, he cuidado ese cuerpo todo lo posible la maquinaria, le he dado descanso cuando lo pedía, he mejorado en salud modificando postura tanto sobre la bici como corriendo, también voy cambiando poco a poco hábitos en la alimentación y en muchas facetas, se que aún queda cierto margen de mejora. 

La diversión está en ir comprobando si los cambios se producen y es para bien. La línea de ensayo-error será como siempre la que marque el camino.

La vida a veces me parece un montón de círculos que debes ir cerrando. Algunos llevo ya cerrados, pero... me quedan tantos...

De alguna manera, vuelvo (si esq ue alguna vez me fuí) a entrenar para exprimir, para competir, para disfrutar de las batallas sin sangre, de la gente sin más aspiraciones que superarse y pasarlo bien. Da igual lo que sea, un ciclista que hace triatlón o duatlón o carreras de atletismo, un fondista que sale en pruebas sprint.. da igual, la meta es la misma, siempre es la misma... tener un camino para buscarla.

martes, 10 de julio de 2012

Así fueron, las tres últimas etapas de un hermoso viaje por la amistad.

Durante las últimas tres etapas de Correveidile, apenas encontrábamos el tiempo necesario para escribir y publicar la crónica de cada una de ellas. La escasez de tiempo, el cansancio e incluso no poder conectarnos a internet, hacían muy dificil esa labor. 
Sin embargo, cada día se anotaban los pormenores del trayecto y, así, dos días después, las publicamos en orden cronológico.

ETAPA 6. Puerto de Sagunto-L'Ametlla del Mar. 197 kms.


Cada día vamos acumulando, y notando, más y más la fatiga. Cuesta arrancar de buena mañana, pero el cuerpo pronto se adapta al pedaleo. Casi nos parece más normal pedalear que caminar.
Hasta ahora, las molestias de cada tarde al terminar las etapas no aparecían hasta después de comer, un poco a mitad del trayecto, pero, a partir de aquí, nos levantamos quejándonos de los mismos dolores con los que nos acostamos.
Cada vez que llegamos al final del día, dispuestos a cenar lo antes posible, utilizamos el material que Compressport nos ha proporcionado para recuperar y para que las piernas aguanten lo mejor posible el paso de los kilómetros.

La etapa de hoy ha sido dura, sobretodo psicológicamente. Salir de Puerto de Sagunto, en Valencia, y pensar que debíamos atravesar toda la provincia de Castellón, entrar en Cataluña y terminar en L'Ametlla del Mar, una vez pasado el Delta del Ebro, era dificil de asimilar, sobretodo, viendo lo maltrecho ya de los cuerpos...

Tal y como ha sucedido en los últimos dos días, hemos vuelto a reventar una rueda al paso por Nules y, para colmo, Emilio, al subirse en la bici y quedar la cadena trabada, ha caído sobre el asfalto con un golpe seco que nos ha asustado. Por suerte, solo han sido unos rasguños.

La parada a comer ha sido algo diferente. No sabíamos si olvidarnos de la comida y aprovechar los pocos minutos sin pedaleo para descansar. Ya no solo acumulamos cansancio, también muchas horas de sueño. 

La tarde ha ido mejor, ha cambiado la dirección del viento y nos ha empujado durante los últimos 80 kms. El paso por el Delta del Ebro ha sido un momento bello dentro de este viaje. Es un lugar precioso.

Hemos terminado la 6ª etapa, una más, o una menos. Ya queda muy poco. Mañana tenemos la última etapa larga y, aunque parezca mentira, no se respira preocupación alguna en el grupo por el kilometraje, aunque sí por el paso por Barcelona. Será sábado por la tarde y eso no nos ayudara demasiado. 

ETAPA 7. L'Ametlla del Mar- Pineda de Mar. 218 kms.

Teníamos previsto llegar a Calella, pero un problema con el alojamiento nos a llevado, ampliando el recorrido, hasta Pineda del Mar.
Sabíamos que no sería fácil y estimábamos una distancia cercana a los 200 kms (como todos los días), pero la preocupación era, sobretodo, cruzar la ciudad de Barcelona.


A por otra.
Hemos salido de L’Ametlla con buen ritmo y con intención de parar poco, para llegar a Barcelona aproximadamente a mediodía y aprovechar las horas de comida de la gente.
Comemos y nos hidratamos contínuamente con las barritas y sales, además de alimento de KEEP GOING, ya hemos perdido la cuenta de cuantas se pueden llegar a comer durante todo un día sin tener la más minima molestia gástrica.
Aprovechamos también los geles para las zonas de montaña y los últimos 50-60 kms de cada jornada.

Sin embargo, ya el paso por Tarragona ha sido complicado. Costaba seguir la ruta de la N-340 y, casi sin querer, hemos tocado algún kilómetro de enlace por autovía (nada aconsejable, por cierto, no tanto por la velocidad de los coches, sino por la enorme cantidad de suciedad que se acumula en las cunetas).

Para salir de Tarragona, lo hemos hecho por la Vía Augusta y, luego, de nuevo la N-340.

Por suerte, hemos elegido bien el recorrido de ahí hasta Barcelona, pues hemos optado por aumentar los kilómetros haciéndolo por el interior en la zona del Penedés que no por la línea de costa (sobretodo hoy, sábado y en julio).

Cruzar Barcelona.
Entrar por Molins de Rei y San Feliu de Llobregat directos a la diagonal ha sido un acierto. Nos ha parecido increíble el poco tráfico que había…. Eso sí, una vez en la diagonal, Barcelona es una ciudad como cualquier otra, con tropecientos mil semáforos con sus tropecientas mil paradas y arrancadas, cosa que con 160 kms en las piernas acaba doliendo en el alma y más allá.

Plaza de España y seguimos hasta Colón. Una vez allí, de nuevo cogemos el litoral dirección Badalona, Mataró y Calella. Otra vez el viento nos ayuda a terminar los últimos 40 kms a un ritmo que, hace unos días, nos parecía imposible. Se nota que vamos cogiendo fondo y con 200 kms en las piernas, aún somos capaces de mover desarrollo.

Sabemos que mañana serán 80 o 90 kms, que tendremos el ánimo de ser la última etapa, que alguna gente nos acompañará, pero estamos literalmente reventados.
Paco, el peluche de Nerea, sobrina de quien escribe y que, además, es la niña que ideó y dibujó los corazones que llevamos en los maillots, nos acompaña durante cada etapa.
Las marcas del sol, a pesar de la cantidad de crema que nos ponemos, ya son tatuajes. La cara quemada, los labios cortados y vaya… siempre sonriendo.


ETAPA 8. Pineda de Mar-Girona 87 kms


Esta mañana era como todas las demás. Al levantarnos, la sensación de haber dormido apenas unos minutos era la de todos los días. Eso no cambia, el sueño y el agotamiento ya lo llevaremos hasta el último metro.

Muertos de sueño y con ganas de un café tras el desayuno, la voz de Emilio nos despierta de un plumazo diciéndonos que nos pongamos en marcha y ya vendrá el café.
...se nota que hoy llega a su casa, que su mujer y su niño esperan y sus padres y amigos.
No lo pensamos siquiera y nos ponemos a pedalear.

Hasta Sant Feliu de Guixols, bordeamos el litoral por un paisaje realmente precioso, de calas embutidas en la montaña y ésta, llena de bosques. Todo el trayecto es rompepiernas, subidas a plato pequeño que te recuerdan el dolor de rodillas y de la planta de los pies al pisar y bajadas que te alivian todo eso, pero que se antojan demasiado cortas.

Nos acompañan David y Oriol. David debe dejarnos antes de llegar y con Oriol, diseñador de las equipaciones, enorme como deportista y como persona, nos vamos acercando a Girona.

Es una sensación muy extraña. Cada vez nos cuesta más pedalear y parece que todas las molestias y fatigas se juntan en estos últimos kilómetros. De alguna manera, el instinto funciona sabiendo que por la tarde ya no pedalearemos más y es la mañana lo que queda de ésta aventura.

Por momentos, nos damos la mano sobre la bici, nos exaltamos y gritamos que ya está...., y durante el siguiente kilómetro, pedaleamos en silencio. Hay lágrimas detrás de las gafas y cada uno las llora a su manera.

Sabemos que el viaje termina y la alegría de haberlo conseguido, se mezcla con la tristeza de saber que algo tan hermoso llega a su fin, como todo lo bueno, como todo lo verdadero.

En Girona, nos esperan familiares y amigos de Emilio. Su niño se agarra y abraza de tal manera que nos hace emocionar aún más. 

La foto de la 8ª conseguida ya es un hecho y mirando hacia atrás, por unos segundos, ocho días nos parecen meses. Apenas nos conocíamos los cuatro hace unos días y ahora parece que fuésemos amigos de toda la vida... puede que sin saberlo, así fuese.

Cada uno hace el camino como cree que debe hacerlo y la unión de cuatro deportistas, cuatro personas con un mismo objetivo y un mismo destino, ha hecho posible pedalear durante 1500 kms en etapas interminables, difíciles y hasta arriesgadas, para hablar y transmitir que todos podemos hacer algo por los demás. 

Todos podemos poner nuestro granito de arena, nuestro pequeño empujón para hacer de este mundo, un lugar mejor para vivir. Nosotros no hemos sido para nada protagonistas, sino, sencillamente, cuatro personas que, a su manera, han gritado un poco más fuerte. Muchos, muchísimos de los que nos han acompañado, son personas que, quizás hasta sin saberlo, son y serán tan útiles o más para gritar en ocasiones venideras.

Agradecemos a todos, a familiares, a quienes nos han acompañado, a los sponsors que nos han ayudado, Keep Going a traves de Ciclos Carrillo, a Compressport, a Tactic, a la Fundación Vicente Ferrer por toda su colaboración y cariño, a cada persona que nos ha seguido y a pensado por un instante en el motivo de este reto. 

Y muy  en especial, a todas esas personas que luchan cada día, por llevar una vida lo más digna posible, a pesar de los obstáculos que la propia vida les ha traido. Sois el mayor y mejor espejo donde mirarse, donde ver y entender que el espíritu de superación no es más que ganas de vivir.

En muchos sentidos, esta aventura ha superado con creces todas nuestras expectativas. Sobre la participación y seguimiento de otras personas. Sobre la repercusión. Sobre la dureza del reto. Sobre las emociones compartidas llenas de risas, de alguna lágrima que otra. Sobre la amistad, sobre el afán de superación y las ganas de esforzarse por aquellos que no pueden. 

Correveidile ha marcado la línea que nos hace a todos iguales, mostrando la similitud entre las personas, sean deportistas o personas con diferentes capacidades.

Una vez llegaron los tramos donde ya nadie nos acompañaba, cada uno elegía su momento para pensar y perderse en su propio interior, sin dejar de pedalear.

Nos íbamos dando cuenta, con el paso de los días y los kilómetros, que, en realidad, parte del nacimiento de éste viaje había sido nuestra propia búsqueda de respuestas. 

Puede que, incluso, hayamos hecho, sin saberlo, un camino a modo de extraña penitencia por las penas que nos duelen, por los sueños que aún no llegan o por, sencillamente, la búsqueda de la alegría. 

Hacerlo en compañía, rodar en silencio pensando cada uno en sus cosas, pero no hacerlo en solitario, no es más que la muestra y la respuesta más evidente de aquello que necesitan las personas o colectivos relacionados con cualquier tipo de discapacidad: Vivir, vivir y ser libres, luchar con dignidad por superar las penas, por conseguir sus sueños y por encontrar la alegría, pero nunca en soledad.

No apartes la mirada. No te sientas incómodo ni impotente ante nada. 
En tu pueblo, en tu ciudad o en tu barrio, puede haber una asociación o una sola persona a la que acercarse. 
No te pedirán nada y nada tienes que darles. 
Solo hazles saber que no están solos y que piensas en ellos. 
Ese será tu propio Correveidile.

viernes, 6 de julio de 2012

QUINTA ETAPA. VILLAJOIOSA-PUERTO DE SAGUNTO. 198,5 km

DE SOL A SOL

...los días pasan, los kilómetros se acumulan, ayer casi alcazamos los 1000, el cansancio apenas nos da un respiro, pero seguimos sumando ilusión y buena gente...




Al calor de ayer, se suman la humedad y el viento. Vamos pedaleando cerca de la costa y se nota... Para recargar las pilas, y afrontar la etapa con energía, echamos mano de dos cosas: por un lado, de los productos Keep Going....qué bien nos están viniendo!; y, por otro y más importante, de las personas que etapa tras etapa nos dan su apoyo.




Seguimos asombrandonos con las ganas que pone la gente en querer ser parte de nuestro proyecto y demostrar que la ilusión es más grande cuanto más somos quienes la compartimos.

Ayer recibimos el apoyo de Pau Tomás, Maribel, José Cardó y Julián Sáez, parte del grupo de personas que organizan el Duatlón LD de Sueca. Una prueba que me tiene "enganchao" porque me "enganchan" quienes están detrás. Un placer, amigos, como siempre....




Dejamos a nuetros amigos de Sueca y nos encontramos con Valeriano Moreno que nos acompañó en parte del recorrido y nos llevó a tomar una horchata con fartons que nos supo a gloria. Valeriano se interesó desde el principio en acompañarnos y nos regaló unos motivantes kilómetros... cruzar Valencia con él fue toda una experiencia... Gracias, una vez más...





Y bueno, después de otro reventón de rueda, esta vez me tocó a mí, llegamos a Puerto de Sagunto. Ya tenemos "la manita", 5 etapas al bolsillo... Mañana más...

jueves, 5 de julio de 2012

4ª ETAPA. PUERTO LUMBRERAS-VILLAJOIOSA. 200 km

Ya van cuatro. Tras 202 km de pedaleo, ya estamos en Villajoiosa.





Nos hemos encontrado con el calor de julio, ése que hasta ahora no nos había castigado demasiado, y el desgaste ha sido mucho. Acumulamos cansancio y acumulamos emociones también.

Esta mañana hemos salido de Puerto Lumbreras, acompañados por lumbrerenses, en su mayoría del club de triatlón local e incluso Juana Guirao, concejal del ayuntamiento de Puerto Lumbreras, ha querido pedalear a nuestro lado durante unos kilómetros.




A mitad de recorrido, ha llegado el momento de una nueva despedida, la de nuestros amigos lumbrerenses, algunos de los cuales estaban acompañandonos desde la segunda mitad de la etapa del día anterior. Gracias.

Una despedida, un encuentro, pues dejada atrás Murcia, Alfonso Martinez nos a acogido en su casa para comer y descansar. Esto ha sido en Orihuela, tras cruzar la huerta de Murcia.

Alicante ya ha sido otro tema... echamos de menos el paso tranquilo por Andalucía, por carreteras solitarias y poco tráfico. Bueno, nadie nos dijo que sería fácil.
Justo antes de terminar la etapa de hoy, Emilio a reventado la rueda trasera... las bicis también empiezan ya a sufrir.





Como hoy ha sido el primer día que hemos avistado el mar, lo primero, nada más llegar a Villajoiosa, ha sido darnos un baño. Celebramos 4 etapas y 800 km recorridos. Mañana más.

3ª ETAPA. GUADIX-PUERTO LUMBRERAS. 190 km

600 km recorridos, llegada a Puerto Lumbreras y visita a ADICA, una de las asociaciones que mostramos como punto de enlace y de encuentro para esta aventura.




Después de despedirnos de Valentín y dar las gracias a las gentes de Guadix por la encantadora estancia, comenzamos a pedalear. Hacemos a buena velocidad la primera mitad de la etapa. El objetivo es llegar desde Guadix hasta Orce, donde algún que otro lumbrerense nos espera para acompañarnos hasta mi pueblo.

Cuando llegamos, les veo y me emociono, son amigos, les conozco y a veces paso semanas o meses sin verles o saludarles, pero este momento es especial, sé porqué lo hacen, sé que no es solo por mí, es por mucho más, es porque tienen un corazón más grande de lo que nadie imagina.

Juan Carlos, Ginés y Pedro, comen con nosotros un bocata en la plaza del pueblo y se preparan para pedalear.

La sorpresa me llega al momento, cuando aparece un coche en Orce y Pedro me indica que son mis padres... no puedo ni explicarlo.

Pedaleamos con fuerzas renovadas por la comarca de los Vélez y hasta llevamos adelanto con el horario más o menos previsto. Sé que algunos ciclistas no podrán salir a nuestro encuentro por ser día laboral y temprano aún.





Inma nos espera y ya llevo muchos días con ganas de verla. No lo digo demasiado fuerte, porque a mis compañeros les sucede lo mismo y ellos aún deberán esperar más tiempo que yo.





Cenamos en el Bocadillon de Jamón, que se brinda a invitarnos y por la noche pasamos uno de los momentos más bonitos de todo este viaje.
 

Acompañamos a la gente de Adica durante el bingo benéfico que celebran cada martes. Está toda mi familia. Nos jugamos unos cartones, reímos y sobre todo, somos felices, cansados ya, pero muy felices.
 

2ª ETAPA. ANTEQUERA-GUADIX 200 km




Ya van dos. Etapa completada y, posiblemente, una de las más duras de todo Correveidile. Es posible que otros itinerarios nos hubieran resultado más asequibles, pero nos habríamos perdido paisajes increibles. Vamos despacio, pero sin pausa.




En ésta etapa nos han acompañado, desde el principio, Ivan Tejero, Patricia Bueno, Raúl y Cristian. Algunos iban batiendo sus propios records de kilometraje según avanzábamos, demostrando un pundonor fuera de lo común.


Seguimos asombrados con la capacidad de la gente por querer hacer cosas, por querer ser parte y por querer demostrar que para ellos, esto es una buena causa, tanto como para nosotros.


Como apoyo, nos sigue acompañando, aparte de Mario y al igual que ayer, Rafa Carmona, de la Fundación Vicente Ferrer. Que nos permite pedalear a los cuatro componentes de Correveidile.



Nos indican que paremos en Alhama de Granada, para recibir el apoyo del ayuntamiento, cosa que hacemos gustosos durante unos minutos.




Al llegar a Guadix, también nos espera la corporación municipal, para recibirnos, interesarse por nuestra aventura y apoyar la iniciativa.



Nos despedimos de los Tejero Team... y de Cristian, qué buena gente y qué suerte compartir este día con ellos.

No necesitábamos este gesto para saber qué tipo de personas son, pero lo hemos agradecido mucho. Sabemos que habrá etapas hasta Girona donde estaremos muy solos y les echaremos de menos.


Los corazones de Amore, son también vuestros.
 

CORREVEIDILE 2012 HA COMENZADO

CORREVEIDILE SE PONE EN MARCHA.




A veces, uno no se siente especial por que cree que piensa "raro" y cree que hacer cosas que motiven a otros, a pensar en la necesidad de muchos, pero si llega a sentir una cierta soledad en sus pensamientos y en sus sueños.

Aún así, decides lanzarte y volar, aunque sea poco, aunque sea muy bajo, aunque solo lo notes tú y tus escasos compañeros... locos también.




Pero llegas el día que todo empieza, el día por el que has trabajado y te has ilusionado. Te levantas, desayunas nervioso y a la vez feliz y te dicen que debes ir al centro de la ciudad donde el viaje comienza, en este caso, Chiclana de la Frontera.




Los cuatro locos, nos hemos encontrado con algo más que un sueño y con algo más que un milagro al girar la esquina, a eso de las 8 de hoy, domingo 1 de julio.




Hemos encontrado más de doscientos ciclistas, dispuestos a acompañarnos sin pedir ni pretender nada más que pedalear a nuestro lado. Personas que no nos ven raros, ni quieren que pensemos en la soledad, ni nuestra ni de aquellos por los que viajamos.


Alguno de nosotros ha llorado, yo he llorado, de pura felicidad.


Más que milagros, existen personas que los hacen posibles.

Tras un tercio de compañia, hemos ido quedándonos solos, pero sin la más mínima sensación de soledad, sino todo lo contrario. Felices y con una ilusión multiplicada por doscientos y pico... el nº de ciclistas que ésta mañana querían hacernos saber, que ellos también piensan en la capacidad de la discapacidad.




Tras 220 kms de pedaleo, y muchas, muchas horas de esfuerzo, con alguna parada que otra para alimentarnos e hidratarnos, hemos llegado a este pequeño final, de un día que no olvidaremos.




Ya tenemos una pequeña parte del viaje, mañana más desde Antequera hasta Guadix. Sabremos que tendremos más compañía.... ocho aquí, dos allí, uno más allá, y todos, absolutamente todos, sumando esos corazones que llevamos en el pecho de nuestro maillot, a la altura justa, del propio corazón.