lunes, 30 de abril de 2012

IV TRAIL VELOAVENTURA. PUERTO LUMBRERAS. 19 KMS

  Un dulce de vez en cuando.

1ER CLASIFICADO....
... y tan contento me pongo que no toco el suelo...

Un año de espera para volver a participar en una carrera de montaña. Así me dejaron los 101 de Ronda en 2011... convaleciente durante un año :-D.

Ayer volví a participar en un trail, más corto pero mucho más intenso y aún sin ser de alta montaña no tenía apenas tramos de descanso. O subías o bajabas, cosa que me cuesta horrores, por cierto.

Precisamente en las bajadas es donde Juan Miguel Cuenca me ponía las cosas muy muy complicadas para seguir el ritmo. Hicimos algo más de la mitad de la prueba juntos y ese tiempo fue, sin duda el más divertido. Espero coincidir en más ocasiones con él y si puede ser... sufriendo menos, aunque me gane (algo inminente viendo la progresión que lleva en ésta disciplina).
Al final, sexta prueba del año y victoria en la prueba y claro... también en la categoría... que a nadie le amarga un dulce de vez en cuando.

Tres primeros clasificados locales. Con Cuenca y Vico.

Foto de los 5 primeros clasificados.



La UrbikoWoman del sur.
Un año después también, Inma se puso su dorsal para hacer la misma prueba en la modalidad Senderistas.

 Como esto nadie lo lee, ahora puedo decirlo... si ayer participé en el Trail, fue porque ella participaba, por que si no... y si sigo confesando diré que... a ella le sucedió lo mismo... vamos que si no voy yo...

Bueno, pues ya tenemos un trail en el zurrón.

lunes, 23 de abril de 2012

DUATLON ARRIGORRIAGA 2012. De lo mejor que te puede pasar.

 Llevar el dorsal nº1, en un Campeonato de Euskadi de Duatlón Larga Distancia, no es una responsabilidad, ni una carga, ni sinónimo de ningún resultado posterior. Tal y como sucedió en el Titán en su día, y en el DLD de Sueca, en este caso, más aún por ser mi pueblo adoptivo en relación al deporte, es sencillamente, un orgullo.


Si te gusta hacer deporte, poder hacerlo en un lugar hermoso rodeado de vegetación y riachuelos metidos entre montañas verdes, es de lo mejor que te puede pasar.

Si te gusta competir, poder hacerlo en un lugar donde el deporte es cultura, donde se te valora el esfuerzo antes que el nivel que tengas y entre los mejores aficionados que puedas encontrar, eso, es de lo mejor que te puede pasar.

Si una federación te honra colocándote el dorsal nº1, y hablan de ti por el lugar, incluso como de uno de los favoritos al triunfo, como deportista y competidor y aludiendo a esa honrilla u orgullo que todos llevamos dentro, ese dorsal es de lo mejor que te puede pasar.

Si finalmente, tras subir montañas corriendo, bajar carreteras mojadas a mil con la bici, y correr todo lo posible por las calles del pueblo de tu club, terminas la competición en 8º lugar de 200 participantes, y consigues ser el primero de tu categoría, te digo yo que, es de lo mejor que te puede pasar.

Si mientras haces todo esto, parte de tu familia y de la de tus compañeros, que en su mayoría no compiten para poder poner vallas, dar avituallamientos, vigilar el tráfico en los cruces, llenar bidones, poner cintas…te gritan cuando ven sus propios colores pasar, te esperan en meta y te felicitan, te agradan con un sonrisa el momento de la llegada, sea como sea de dulce o amargo, y te recuerdan que esa noche, celebraremos cenando que el Duatlón de Arrigorriaga de Larga Distancia 2012, ya se ha celebrado y ha sido todo un éxito, te aseguro, que nada mejor te puede pasar.

Gracias compañeros, gracias Urbiko, gracias familia Muñoz... tooooooooda la familia Muñoz.

lunes, 16 de abril de 2012

De campeonato en campeonato y tiro porque me toca...

El la última prueba que disputé, hace poco más de dos semanas, el Campeonato de la Comunidad Valenciana de Duatlón Larga Distancia de Sueca, sucedió esto:

 

El próximo sábado, en el Campeonato de Euskadi de Duatlón Larga Distancia de Arrigorriaga ¿qué sucederá?

Y esa es la pregunta que le da sentido siempre a querer seguir compitiendo. 
El desconocimiento del futuro y la búsqueda de lo perfecto. Enfrentarte a un reto tipo competición es, básicamente, eso.

En lo deportivo, por muy entrenado y confiado que estés, siempre te queda un poso... un buen poso de inseguridad antes de competir. 

Notas la competición como si fuese agua... como si fuese demasiada agua para aguantarla con tus manos y no poder evitar que se te vaya escapando entre los dedos, y sabes que debes poner todos los sentidos, para que no se escape ni una gota... si puede ser. Misión imposible, obviamente.

En lo personal, por poco que te hayas preparado y por poco que busques, si te dejas caer por un lugar donde estás agusto, tranquilo, feliz, con compañeros y familias con las que te sientes parte misma de ellos, un buen poso de felicidad tienes asegurado, antes incluso de acudir.

Notas la tranquilidad de no tener que demostrar nada, porque nada te van a pedir que hagas, te hacen sentir, que con tu llegada y tu presencia, has cubierto el cupo de lo esperado. 

Creo que son siete años seguidos acudiendo a éste duatlón, y a ésta tierra y con estas gentes. 
A mí, me parecen pocos.

jueves, 12 de abril de 2012

Aire plagado de sueños. Ironman de Hawaii.

Pasamos la vida buscando razones. Buscando motivos. Buscando respuestas.

Hacemos cosas y antes de hacerlas nos preparamos para la pregunta posterior de los demás. Asombrados a veces, incrédulos otras.

Hawaii no es un sueño de por sí, “sólo” es un hermoso archipiélago.
El Ironman de Hawaii, tampoco es un sueño, lo puedo asegurar, lo he tocado, es real.

En realidad, el verdadero sueño, es poder soñar con ése ironman en concreto, con recorrer el camino que te lleva hasta allí. Una vez tocas tierra, ya todo está hecho, todo cumplido.

Da igual si está ya tan comercializado que las etiquetas tapen casi todo resquicio del espíritu con el que nació, da igual… si eres capaz de tener siempre presente, que el ironman empezó allí, y que allí fue el primero.

Está ahí, como lo está el Everest para los alpinistas, y querer subirlo, desear y necesitar subirlo, es algo que sólo ellos entienden profundamente.

El de Kona, no es ni el más duro, ni el de mejores recorridos, y puede que tampoco el más bello. Pero es la madre de todos, y huele a madre, a historia. Aire plagado de sueños.

Estuve. Lo viví. Lo sentí. Y fui consciente de todo ello, pasado más de un año, cuando, durante un par de segundos, ví al tipo aquel, de pantalón blanco y espalda descubierta, en la pequeña playa del Pier, a punto de lanzarse al agua. (0:38 segundos del vídeo, junto a la chica de tritraje amarillo). 

De alguna manera… (y no sé si ver cómo caen los años, es la razón), quiero volver... aunque no tengo prisa, quiero seguir preparando mi cuerpo por si esa aventura se repite... aunque no llegue nunca, sencillamente.. deseo soñar durante el camino.
Hasta siento en mi interior, que lo necesito. Necesito volver a subir ésta montaña y fuera de mí, las razones y las respuestas sobran.

Mi palabrería no es suficiente, y no puedo explicar a quien no quiere o no puede entender, que (al igual que mi hermana pequeña… de pequeña deseaba), tocar las nubes con las manos, agarrarlas y soñar y dormirme sobre ellas.


Para ver el vídeo mejor, apaga el reproductor de música del blog.

lunes, 9 de abril de 2012

Mi coche era otro.

Nota obligada.
La entrada no irá por aquí, pero empezaré comentado lo que ya dije en su momento sobre el Tour de Flandes y Paris-Roubaix. No son carreras de ciclismo, son clásicas de ciclismo verdadero. Ciclismo de valientes, de machacadores de pedales, de estratégias sencillas... Bonnen éste año y Cancellara en otras ocasiones, alcanzo a imaginar que trazarían un plan de carrera tal que así: soy favorito... que me gane uno, dos o doscientos, que me ganen... si pueden...

Mi primavera.
Digamos que, mi primavera de clásicas particular, comenzó en el DLD de Sueca y terminará en el 1/2 Ironman de Bilbao el 19 de mayo próximo. En estos dos meses, el entrenamiento no será (no está siendo) como ha sido durante tantos y tantos años, sumando y sumando kilómetros con la mente puesta en un ironman a uno, dos o tres meses vista. Sino de intensidad, mucha intensidad y mucha recuperación entre cargas.

Próxima estación.
La próxima semana competiré el la prueba que mi club URBIKO T.T, organiza en Arrigorriaga, el Campeotanto de Euskadi de duatlón Larga Distancia. Prueba a la que espero llegar como hoy me encuentro, motivado y en un buen estado de forma. No descarto nada, como no lo hice en Sueca.

Elegir calendario.
Mi condición de no profesional, me permite pensar, elegir y decidir las pruebas en las que me apetece dejarme todos los esfuerzos con nombre imaginables, los físicos, los psíquicos, los monetarios... y para ello, para que esos esfuerzos sean siempre eso que llamamos "palos con gusto", cuando decido lo hago con ilusión y convencimiento, con decisión y agrado. 

El coche.
Es como si allá por octubre o noviembre, decidiera comprar un coche y sobre la mesa tuviese montones de catálogos de diferentes marcas, modelos y colores. 
Por entonces, elegí "el mío" y yo, que no entiendo de motores, elegí aquel "pedazo de Mercedes de color negro brillante" que resaltaba entre muchos otros.

Seriedad.
De nuevo, mi condición de no profesional, no hace que mis decisiones se conviertan en meros caprichos, precisamente por los esfuerzos que tanto yo como los míos, debemos hacer, cada vez que al nene, le da por apuntarse a alguna carrerica.

Intento por todos los medios, hacerlo desde la responsabilidad que supone acarrear con decisiones que van a influir, no solo en mí, sino en mi gente, y que obviamente, no van a disfrutar como yo. 

A veces, cada vez menos, hay quien me pregunta que por qué tanto entrenar, por qué tanta paliza. La respuesta es doble. 
Primero porque sencillamente me gusta y no necesitaría más motivos que ese... si no fuese porque compito en larga distancia, entonces aplico el segundo motivo para entrenar tanto, y es el respeto. 
Respeto a la prueba, al esfuerzo al que me voy a enfrentar, respeto a mi salud, y respeto a los míos, que no dejarán de sufrir si a mí algo me pasa. Si es por mala fortuna, sea. Pero que no sea porque no he hecho todo lo posible por evitarlo. 

Debo disfrutar entrenando, pero hacerlo responsablemente y con toda la dureza que haga falta, mientras la prueba me lo exija y mi gusto por entrenar me deje. Debo ser feliz, no hay más secreto. 

Y esto último debo aplicarlo a las pruebas a las que voy. Ir por ir, ni hablar. Por excepcional que la prueba sea o parezca. Ir por ir, es jugártela a que cualquier cosa salga mal y todo deje de tener sentido.


No es cuestión de autovías, sino de colores.
Esta semana se celebra el medio ironman Ican, prueba que, como el mercedes negro aquel, elegí entre muchas otras. Elegí, decidí, me ilusioné y sacrifiqué más de lo que muchos puedan pensar. Y volvería a hacerlo sin dudar, pues fue desde el convencimiento y la responsabilidad de no echarme atrás una vez decido un camino y meto en él a tanta gente.

La semana pasada, a doce días de la celebración, me comunicaron que dicha prueba sufría modificaciones. Resultado: demasiado poco tiempo para resetear mis ganas, mis objetivos, mi ilusión.

No la haré, y aunque (como tan fácilmente se suele utilizar la frasecita) esta decisión la tomo por causas ajenas a mí y mis planteamientos, no dejo de ser responsable de no acudir.
No me bajo de un coche al que no llegué a subirme, pero no me subo a un coche, que aun siendo todavía un buen Mercedes, ha llegado al concesionario de color blanco con lunares rojos. Ese no es mi coche. Mi coche era otro.

martes, 3 de abril de 2012

Como doblar "el espinazo", y no morir en el intento.

 Con el paso del tiempo, uno se va dando cuenta que la condición física en general, no es que se vaya, es que se modifica normalmente... a la baja.

Empiezas a darte cuenta, que manejar los estados de fatiga y controlar el descanso y la recuperación, es más importante, cuánto más viejo eres, que la exactitud con la que haces ésta o aquella serie de calidad.

A nadie se le escapa, que la salud postural, en cualquiera de los tres segmentos es esencial para un buen rendimiento. Sin embargo, se cae demasiado en el error de mirar esto, sólo desde ése punto de vista, el rendimiento. 
Primero está la salud personal. Evitar problemas de espalda, de rodillas, de hombros, es lo principal... y de ahí, casi por lógica y unido a un buen entrenamiento, se deriva en un buen rendimiento deportivo.

Llevo casi treinta años montado en una bici y, aparte de tener ya, el culo como un mandril... de los miles y miles de kilómetros acumulados sobre el sillín... no he pensado nunca que mi tope estaba cerca, y menos estos ultimos años, en los que he apartado de mi cabeza esa idea juvenil, rodeada de pájaros haciendo círculos y hasta un tanto chulesca, de que:  "cómo soy ciclista, me gusta y entreno mucho, la postura no es algo de vital importancia".

A veces, aún escucho de alguno que otro eso de: "nada, tengo un ironman o un medio ironman dentro de un mes... voy a empezar a "hacer callo" yendo acoplado todo el tiempo que pueda en la cabra... es cuestión de acostumbrarse a la posición..."... planteamiento erróneo y con un final cierto, un mal final, por cierto. 

Que vayas raro en una posición que no acostumbras a llevar, o sea, cambio de bici de ruta a bici de crono, es lógico; pero que vayas incómodo, con molestias y sobrecargas, no lo es. Evidencia esto una mala postura sobre la bicicleta. A eso no hay que acostumbrarse, hay que cambiarlo.

Valga como ejemplo, la serie de fotografias que muestro, de 2009 en Sueca, 2010 en Hawaii y el pasado sábado en Sueca otra vez. 

Precisamente, cuando más cómodo he conseguido ir, es también cuando más "radical" es la postura, más inclinado y aerodinámico. Aunque repito, que lo principal es que la mejora sobre todo, ha sido en salud.

Los resultados... esos ya no sólo van a depender de lo que comento, sino de muchas más variantes, pero disfrutar sufriendo sobre la bici por el pedaleo y nada más, no tiene nada que ver con sufrir sufriendo sobre la bici por unos lumbares engarrotados como piedras. 

Y si no, observad cómo se bajan de la bici en la T2 algunos, dispuestos a correr como locos... les falta pedir a un voluntario un gato de coche para enderezarse. 

(.... maldita sea... esto también lo sé por experiencia...).

 DLD SUECA 2009. 38 años.

 IM HAWAII 2010. 39 años.
DLD SUECA 2012. 41 años.

domingo, 1 de abril de 2012

El cielo está para mirarlo.

LA FORTUNA DE SER DEPORTISTA, COMPETIDOR, DUATLETA.

IV DUATLON LARGA DISTANCIA SUECA 2012.
5º CLASIF. 1º VET 1. 4H15'  181 Inscritos.

El mejor director de equipo que tuve cuando era competía en ciclismo, me enseñó, entre otras cosas, que en ocasiones, el trabajo bien hecho durante una etapa podía ser tanto o más satisfactorio que el resultado final. Aunque es obvio, que si trabajas bien y el resultado acompaña, el gozo es pleno... la tarta tiene guinda.
Volví a ser joven.
Ayer, durante la disputa del Duatlón de Larga Distancia de Sueca, volví a tener sensaciones que creía olvidadas. Aquellas que tuve de juvenil, aquellas que me hacían jugarme todo a una carta y no pensar demasiado en las consecuencias, pues la única consecuencia que cabía en mi mente era vencer.
Para mí, cuando hago el DLD de Sueca, me sobran motivos para querer dar todo lo que tengo, a veces más... a veces, puede que demasiado. Mi forma de respetar y agradecer el cariño que siento por parte de todo el grupo de gente que organiza esa prueba, es con mi esfuerzo.
Dibujar ilusiones. Pintar la realidad.
Trazar un plan, objetivo, claro y sin muchos flecos, es algo que hago desde hace mucho tiempo. Me divierto dibujando estrategias en mi cabeza y intentando que las líneas salgan según lo previsto.
Ayer, el dibujo quedó bonito, el objetivo casi se cumplió y los resultados además, acompañaron.
No perder tiempo en los primeros 10 kms de carrera era básico. Terminé 4º éste sector. Eso me dio tranquilidad para tomarme un respiro en los primeros kilómetros de ciclismo. En cuanto bebí el primer trago, me dí cuenta que algo no funcionaba bien en mi estómago, los tragos eran constantes y el agua no me saciaba. No acababa de romper a sudar, y el estómago se me hinchaba por momentos. Empezaba a deshidratarme.
Acertar en las previsiones, o casi.
A mitad de la primera de las tres vueltas del recorrido total ciclista de 84 kms, pongo "ritmo de crucero", o lo que es lo mismo, decido que si he ido a jugármela, ése y no otro, es el momento.
Ya solo en cabeza, a diferencia que en 2009, no me pongo nervioso. Estoy haciendo lo que tengo que hacer y para lo que he entrenado cada día. El estómago no aguanta el primer gel, y no tarda en pedirme "puerta", un segundo gel a la media hora, se va de igual manera. Ya voy pensando en los 20 kms finales de carrera y alcanzo a imaginar que van a ser más duros aún de lo previsto.
A cada vuelta de bici, el viento aumenta su fuerza y va cambiando de dirección, por lo que los planes aquí, se limitan a pedalear sin perder la compostura. No hay que pensar en el viento, ni sentirse mal ni hacerle ascos, el viento es como el agua, que si lo respetas, te deja fluir por él, pero si lo odias, si lo tomas con desagrado, te puede hundir.
Sigo bebiendo todo lo que puedo... y sigo echándolo. Las piernas van bien, pero si sigo sin darles combustible, acabarán por pararse. Es el momento en el que, luchando por hacer segundo, debería haber levantado el pie, pues todo lo que vino después fue resultado de la suma, de un mal estómago con una media de 40 kms/h solo bajada por el paso por curvas. Pero no. Otro día, quizás toque eso, pero ayer no.
Rendirse, nunca. Reconocer lo evidente... las veces que haga falta.
Soy el primero en dejar la bici en boxes, sabiendo que la renta con Carlos Aznar, el dorsal 1, vencedor de la edición 2011, es demasiado escasa, y más conociendo  su enorme potencial como corredor. Pero tengo claro que las carreras son largas y nunca sabes como terminarán, así que salgo a correr con la misma idea que al principio, ganar, ganar o reventar, una vez ahí, no me queda otra.
Los tres kms que hago en cabeza antes de ser cazado por Carlos Aznar, los hago por debajo de 4 minutos cada uno, y aún así, el dorsal 1 me sobrepasa y me deja como si yo fuese andando.  Nada que objetar ante tanta superioridad. Enorme carrera por su parte, y contento por conocer a un buen competidor y deportista. He de decir, agradecido, que Carlos no paró de animarme cada vez que nos cruzábamos, viendo mi "mal estado".
La diferencia con el resto, parece suficiente para hacer 2º si mantengo el ritmo, pero sin combustible (dos geles en la bici) la maquinaria no tardará en fallar del todo.
Nunca se deja de aprender.
Intento meter azúcar a base de isotónica y coca-cola, pero el estómago no está para tonterías y cada vez que bebo, he de parar a echarlo. Caminar cuando vas en puestos de podium, duele. Se te pasa por la cabeza que ya solo podrás andar hasta la meta, que se acabó lo de correr, que pasarán horas hasta que llegues.
Y sin embargo, inmediatamente lo asumes, porque sabes que es así. Te la has jugado a una sola carta y si debes aceptar que esa partida, no la has ganado.
Uno aprende cada día de sus posibilidades y a veces, el aprendizaje solo llega paseándote un rato por lo desconocido, por encima de la línea, por la parte de ti que no conoces, o que por culpa de la edad, creías olvidada.
Vamos a tener que esperar un poco más.
 Además, el primer puesto en categoría veterano, significó mucho más que en otras ocasiones. Fue la edad, la experiencia de tantas veces en las que he creído sucumbir ante la fatiga y me he mantenido en pie, la que me permitió no pensar jamás en la retirada, ni cuando vomitaba, ni cuando caminaba, ni cuando miraba al cielo y le decía a ella, que tendríamos que dejarlo para otra ocasión.
Pero que no tengo prisa, antes o después, le dedicaré mi esfuerzo como se merece. Tengo menos fuerza de la que ella tuvo, y aunque tener los mismos genes, no me dejará vivir hasta los 93 años, sí que me permitirá luchar mientras pueda y crea que debo hacerlo, si es esto lo que me hace sentir bien, y conmigo, a los míos.
En todas, miraré para arriba antes de salir y no te pediré nada, solo te diré como ayer: madre... no lo voy a intentar, lo voy a hacer.