Un libro y una historia que empieza.
En las manos tengo un libro abierto. No sé cuántas páginas llevo leídas ni cuantas me quedan por vivir.
Este libro, al igual que el de, mi ya amigo, Apolo Esperanza, resume entre párrafos y fotografías, lo real y cierto del mundo donde vivo, y cómo consigo verlo a traves de lentes graduadas por el deporte.
Hago memoria y veo que empecé a leer hace mucho tiempo, y ví como el deporte podía ser útil a la vez que sano, para mí y los míos y hasta para otros que no conocía, si sabía usarlo correctamente. En esas estamos.
Cada vez veo menos marcas a batir, y menos adversarios reales; los voy cambiando por sueños que realizar y amigos acumulados.
Titán y su gente.
El capítulo que me tocó vivir el pasado fin de semana en la Sierra de Grazalema, durante la disputa del Titán, será ya siempre uno de los más hermosos y emotivos que haya tenido.
Fuí a dar gracias por todo lo que habían hecho durante años por mí como un Titán más, y se empeñaron en seguir ofreciéndome amistad a raudales y sin pedir nada a cambio.
El Titán, esa fábrica de sueños, a veces deportivos y siempre humanos, hizo que, en mi pueblo, Puerto Lumbreras, a cientos de kilómetros, otras personas sean ahora un poco más felices, no solo por el proyecto solidario que cada año hace la organización y la recaudación obtenida, sino por el gesto.
Adica ahora sabe que hay gente en otros lugares, aparte de aquí, donde se les conoce, se les respeta y se les quiere. Creo que eso es más importante que todo el dinero del mundo.
A los Titanes. Una disculpa y un agradecimiento.
Siento haberos tenido allí, sentados con frío, escuchando mis cosas. Sé que a veces soy dificil de entender, y aunque ahora no venga quizás a cuento: ... no me diréis que no tenía razón, cuando narré la historia de Pilar, y cómo el espíritu del Titán le hizo volver un año después de sucumbir a la prueba... por si hay aún quien no lo sepa, Pilar, el domingo no solo venció sino que además quedó en paz con el Titán.
El agradecimiento viene acompañado de otra disculpa, la de no haberlo hecho allí, frente a vosotros.
Os doy las gracias, pues un euro de cada inscripción vuestra irá destinado para Adica. Yo que hablo por ellos, y la organización del Titán que habla por vosotros, hemos pensado que llevar la imagen de la prueba a Hawaii, sea de alguna manera un pequeño reconocimiento a todos los titanes.
Me gustaría hablar de toda la experiencia vivida durante esos días, nadando libremente en El Gastor, con Zahara al fondo, hablando con tantos y tantos amigos, viéndoles correr y sintiendo mucha, mucha envidia sana, aunque ahora, después de lo vivido, no cambio nada.
Compartir trabajo con los voluntarios ha sido de las experiencias más gratificantes que haya tenido en el deporte, una cosa tan simple, que animo a cualquiera a hacer en otras pruebas... alcanzaríais a entender mucho más, si cabe, el valor de ése teatro que son las competiciones, de las que vosotros sois actores.
Espero tener muchas más oportunidades para hablar de él, de su familia y de la aventura en la que convierte casi cada día su vida, por medio del deporte.
Espero poder hacerlo, más que nada por que su ponencia venía tras la mía, y le dejé poco tiempo y poca gente para la misma...
En realidad, soy un privilegiado, tengo el primer ejemplar de su libro, el primero de los muchos que los titanes quisieron tener y de los muchos que terminará repartiendo.
Un libro donde con un lenguaje coloquial, y fotografías impresionantes, nos muestra su Vuelta al Mundo en 5 retos, o lo que es igual GEO5, cinco continentes, cinco deportes en cinco superficies distintas.
Cruce del Estrecho, Maratón de New York. Travesía de Finlandia, Cruce del Tibet hasta Nepal y vuelo en parapente en Nueva Zelanda... cinco retos y un sueño, compatir y divulgar valores como la motivación, el sacrificio y el respeto hacia otros pueblos, el cuidado con el medio ambiente, la hospitalidad....
Cada página de GEO5, se parece a éste que estoy leyendo desde hace tantos años ya, en que las palabras suenan como escritas en el aire, y no me apetece leerlo demasiado rápido, para que no se acabe demasiado pronto.
El Titán ha querido juntar a dos locos muy cuerdos, hablo por mí, y por Apolo Esperanza, al que ya no creo que su nombre le haga tanta justicia como su apellido.