lunes, 31 de mayo de 2010

Ironman Lanzarote (II)

La prueba y sus notas.

Comentaba con un buen amigo, que también terminó el Ironman de Lanzarote, sobre la importancia de tomar notas sobre lo sucedido durante la prueba, y hacerlo en caliente, sin esperar demasiado, para reflejar fielmente lo sucedido y tomar medidas más tarde.

Le comenté que yo, tengo la costumbre de hacerlo no solo después, sino incluso antes. Es algo que aconsejo siempre que puedo. En larga distancia, normalmente se compite poco, y a falta de competiciones semanales donde ir testando tu estado de forma, la mejor manera de ir teniendo conciencia sobre el estado en el que estás, es ir apuntándolo en caliente.

Voy a poner, a modo de ejemplo, trazos de lo que voy escribiendo, es mi manera de hacerlo y no tiene por qué ser la mejor para otros, pero puede servir de referencia, sobre todo a los que empiezan.

Una porción por día durante la semana, que luego la gente se me queja de empacho.

Notas pre-ironman.

1 mes antes del Ironman.

“Falta un mes para el IM. Ayer hice el medio de Elche, me fue bien. Controlé bien en bici y me dejé la piel corriendo, ahora sé como estoy y veo que la progresión sigue. Tengo velocidad y gracias al último mes de competiciones, no me cuesta sufrir, ahora toca mejorar la resistencia para aguantar bien las diez horas que pretendo”.

2 semanas más tarde.
“He terminado una vez más los diez días, esos que me gusta autoimponerme para cambiar cosas y crear nuevos estímulos. Han sido duros, pero más gratificantes que otras veces.
En invierno fueron diez días para perder peso, y un mes antes, otros diez para mejorar nadando. Son diez y no más, porque no soy capaz de mantener concentración plena por más tiempo.”

1 semana antes del IM.
“Ya solo quedan unos días. Estoy tranquilo, va a ir bien. Como dice Alfonso, no quiero tener buena suerte, quiero no tener mala suerte.

Me siento fuerte, no me sobra peso, nadando quisiera ir mejor, pero no me puedo quejar. En bici, sigo trabajando las cadencias bajas que son sinónimo de pulso bajo. Ya trabajé la cadencia y la fuerza cuando tocaba.
He tenido entrenos muy largos que no me han costado mucho, y otros, de 3 o 4 horas que me han dejado peor, lo cual es lógico, voy hasta 3 kms más de media que otros años. Esta bici es la leche… yo no valgo tanto.

Corro con soltura, estoy secajo y nadie duda ya en decírmelo cuando me ve. A mí, que me digan feo, no me gusta, pero me alegra que me lo digan, para lo que hago, eso es bueno.

Las tiradas largas de carrera a veces se me hacen cortas, las intensas me parecen escasas y las cortas… no hay cortas.

Me siento a gusto en los tres deportes, y eso, tras 7 años, es toda una novedad. La isla espera. Tengo ganas de que llegue el sábado, otras veces lo que tenía, eran ganas de que pasara pronto...".

jueves, 27 de mayo de 2010

IRONMAN LANZAROTE (I).

¿Ya han pasado los 5 minutos?

Hace dos días que dejé la isla bonita, he tardado más de la cuenta y más de lo normal en pasarme por aquí y contar algo. He vuelto y sigo sin estar cocinado del todo, me sigue faltando el hervor, quizás más que antes.

Suelo empezar a leer revistas y periódicos desde la última página hacia atrás, (rara costumbre, lo sé), y con la croniqueta de éste Ironman de Lanzarote haré algo parecido, contarlo así es algo que me pide el cuerpo... espero sepan perdornarme vuesas mercedes...


Malditos hermosos sueños.

A malas penas te puedes agachar para quitarte el chip del tobillo, acabas de cruzar meta y otro día eterno buscando y hasta rebuscando tus límites, parece haber terminado.

Cuando por fin lo desatas y entregas, lo pasan por el lector y al instante sale una hojita tan pequeña, que te parece imposible que allí se refleje en forma de números todo lo que has padecido desde las 7 de la mañana, … pero sí, todo eso cabe, y más.
Mi hoja decía que nadé el sábado los 3800 mts en 1h06’51’’, que los 180 kms de bici salieron en 5h28’11’’ y que la maratón la terminé en 3h25’22’’, más dos largas transiciones de 5’ cada una. Todo, para sumar las 10 horas y 10’ y pico finales con las que terminé mi 6º Ironman de Lanzarote.

También, aparte de tiempos de paso por diferentes kms, decía la “tan ilustrada” hoja, que había terminado en el puesto 73º de los más de 1400 que tomamos la salida y el puesto 13º de mi grupo…

Absolutamente todos los datos reflejaban una mejora evidente respecto al mejor de los cinco años anteriores, pero ese 13º que por un lado me llenó muchísimo (éramos 301 en mi grupo), me daba a mí… que no me traería más que quebraderos de cabeza…y efectivamente, el Ironman 2010 aún no había terminado.

Se otorgaban 9 plazas para acudir al Camp. del Mundo en Hawaii, y aunque pensé que cuatro eran demasiados “reniegos de Hawaii”, si es cierto que la posibilidad estaba abierta.

Dormí bien, recuperé pronto y quitando las lógicas inflamaciones de rodillas y tobillos del día después, no me encontraba mal del todo.
Mi compañero de viaje, pomponero, fotógrafo, y con unos hombros para llorar que nadie se puede imaginar, y yo, nos fuimos para el Club La Santa, sin más idea que esa de…"bueno, vamos a ir por si acaso…"

La cosa empezó bien, habían colgado unas listas en la pared, y aunque ya sabía lo mío, quise ver otros parciales, pero cual fue mi sorpresa, cuando al volver a ver mi nombre, constaba como en el puesto 12… “ ¡Vaya!, ya no son 4, ahora son 3 que no quieran ir, los que debo esperar”.

El director de carrera iba dando nombres y categorías, veías a gente gritar de alegría, gente casi acostumbrada a tal premio, y alguna que otra llorando de emoción… yo aún no pensaba en casi nada, bueno, un poco en Antonio que estaba a mi lado, más nervioso que yo, en mi mujer, en la familia, en todos los que leéis esto, en la gaditanalanzaroteña que siempre me ha apoyado desde que vuelo para la isla, en Alfonso, en... uf¡¡, demasiados...ya véis¡¡, no pensé mucho, solo esperaba, cada vez más nervioso.

Nombraban mi grupo, y cuando el tercero no apareció a recibir su pase, seguí respirando, cosa que dejé de hacer inmediatamente después, el cuarto tampoco estaba… entonces Antonio dijo: "..una nene, solo una más y te vas a Hawaii…no¡, -respondí-, todavía no..", cuando de pronto, no sé si el 6º o el 7º, no acudió a la llamada y me eché las manos a la cara.
Por primera vez en estos años, me ví dentro, me ví camino de Hawaii, y conmigo, en mi cabeza, a todos los que quiero.
Antonio, Jesús, Pilar…todos contentos y casi felicitándome… pero yo quería oir mi nombre, solo faltaba eso, oirlo de boca de Kennet Gasque…y de su boca nunca salió...

Terminó mi grupo y empezó el siguiente, y ninguno entendíamos nada…”¡joder, tan nervioso estoy que no se restar?! ¡ostias!, doce menos tres: nueve, nueve…no puede ser, se han equivocado¡”.

Reclamé, pregunté y efectivamente, se habían equivocado... pero poniéndome en esas listas malditas de la pared como el 12º; seguía siendo el 13º, se les había pasado poner al 2º.
Como se suele decir: mi gozo en un pozo, y supongo que todo el que me viera esa mañana, no vería más que la mayor cara de idiota que se le puede quedar a alguien… y como así fue…para qué negarlo.

He recapacitado sobre esa mañana de domingo y todo lo que pasó y he llegado a varias conclusiones, algunas muy evidentes:

-Por esta vez, esa plaza para Hawaii, no era para mí, ni siquiera quedé a un puesto de las que entregaban, sino a 4 y de rebote, de nuevo a uno, con la miel en los labios.

-El 12º de mi grupo, entró 9 minutos antes que yo, un mundo, algo imposible el sábado pasado, pues dí cuanto tenía y prácticamente no fallé en nada.

-Aún me pregunto por qué, ¿por qué cuando ya todo había terminado, las listas de la pared, donde mi nombre salía tras una ilusión certera en forma de puesto 12º, seguían allí?, sin rectificar, sin quitarlas al menos… ¿acaso no tuve bastante, acaso merecía más tortura?. ¿Porqué las mantuvieron mientras mi amigo y yo nos desesperábamos intentando oír mi nombre?... lo sé, aquello no tenía importancia, al fin y al cabo, solo soy uno más de esos más de 1400 chalaos...

Lo más importante. Durante años, he expresado mi respeto pero también incomprensión sobre la actitud de aquellos que buscan, anhelan, desean, y sueñan constantemente con esa posibilidad de ir a la meca del triatlón, no entendía ese sufrimiento mental y hasta desesperación cuando se planteaban su consecución.

No creo haber cambiado mi espíritu, ni mis prioridades respecto a éste deporte, pero reconozco o más bien, confieso, que ahora respeto más y entiendo perfectamente a esos deportistas.

Precisamente, el domingo alguno de ellos, en esos momentos estuvo cerca, cosa que no esperaba, y de verdad que agradezco su apoyo y comprensión.

En dos horas sufrí como pocas veces y me ilusioné de igual manera, y ése slot cojonero tuvo la culpa.
Entonces vino el pescaico frito, la cerveza y el paseo por Timanfaya… y todo el malestar desapareció, todo ese tener el alma en vilo.

Antes de terminar la entrada, y a la espera de la siguiente, no dejaré para entonces de expresar dos cosas muy importantes, la primera el agradecimiento a cada uno de los amigos, que veo o no, que escucho o no, pero que, al fin y al cabo, están, por el apoyo, los ánimos y la alegría que me transmiten, y la segunda, expresar toda la satisfacción que tengo desde el sábado, cuando tuve... el, hasta ahora, mejor ironman de mi vida. Toi feli.


No soñé la noche anterior, y me hicieron soñar durante la mañana, desperté por la tarde y tuve una extraña sensación, pensé en esos sueños y en mi determinación por volver a intentarlo...no hace ni una semana y ya estoy poniendo rumbo… malditos sueños … malditos hermosos sueños.

miércoles, 19 de mayo de 2010

5 minutos.

Nos vamos.
Cuando se anuncian los últimos 5 minutos antes de la salida, y todos, embutidos en los neoprenos comenzamos a aplaudir, a silbar, a gritar, es cuando te das cuenta que toda esa soledad que has sentido momentos y horas antes, es la misma que todos sienten.

A todos se nos sale el corazón del pecho cuando anuncian esos últimos 5 minutos, interminables y demasiado rápidos a la vez.

La soledad vuelve al instante de darse la salida, corres y te lanzas al agua, que a esa hora se convierte en un abismo, al que te tiras sin saber donde, cuando y cómo caerás.

Armamento y armadura.

No es una espada de combate ni de ataque, aunque yo la llame Excalibur y ella se llame Cervélo, pero sí es mi arma de lucha, contra nadie y contra todo.

Nos hemos entendido bien la P2C y un servidor durante las últimas semanas... se merece que la lleve de viaje y le enseñe la isla bonita.

La armadura nadando es como una segunda piel, espero acordarme de quitárme el Orca 3.8 antes de coger la bici... que conociéndome...

Durante el ciclismo, la comodidad va a ser una prioridad, mis posaderas ya no están para finas telitas y otras delicateses, así que, dado que mis callos culeros son de llevar culottes, culotte llevaré.

Según la distribución de comida entre bici, ropa y avituallamiento personal, hasta última hora no decidiré si maillot o top, tampoco es que me preocupe demasiado, la verdad.

Corriendo, el top Orca 226 será vital, por dos cosas principalmente, por comodidad y por toda la protección que llevo tanto delante como detrás en forma de grabados.

EN CAPILLA.

Termino de escribir y pongo rumbo al instante hacia Lanzarote, ilusionado entre mil cosas más, por la compañía del amigo que siempre está, y está desde siempre. Llevo bien cubiertas las espaldas y tiene buenos hombros para que le llore, cuando sea necesario.

"En capilla estás...", me dijo una vez un amigo, y sí, en capilla porque faltan dos días, pero no porque reze.

Y no rezo porque, respetando a quien lo haga, me parecería puro egoismo pedir a cualquier santidad que me vaya bien en una competición que hago por placer, porque digo yo, que estando el mundo como está, Dios, la Virgen y cada uno de los Santos, tendrán cosas mejor y más importantes que hacer.

lunes, 10 de mayo de 2010

Me llamo Ramón, y me falta un hervor.

¿Qué dirán de mí?
Qué dirán cuando sepan de mí y mis sueños...

Qué dirán cuando les hable de mis ironmans, y las palizas a las que someto a mi cuerpo, los que ya no me recuerdan si no es corriendo cada día, nadando en la piscina hacia ninguna parte o pedaleando con fuerza como si huyera o buscara algo con urgencia...

Qué dirán cuando sepan que volví una vez más a la isla canaria e hice lo de siempre, y nada más...

Qué dirán, cuando tras reconocer aquí, ahora, en directo y en voz alta, que éste año busco algo más entre los volcanes y el viento, una ilusión dentro de otra, la de conseguir una plaza para Hawaii, y donde más me gustaría conseguirla, donde más sentido tendría para mí, que dirán, cuando tras confesarlo, no lo consiga...

Qué dirán de tanto esfuerzo y tan escaso resultado…otra vez finisher, y nada más, o ni siquiera terminó… ni eso...

Cuando me hayan visto envejecer los últimos diez días, más que en muchos años juntos, hayan visto como se alargaban las ojeras…casi hasta las orejas, sin tiempo ni para afeitarme, sin días para ser persona… oh¡ my god¡¡¡ …que eh lo que dirán…???...


Quede pues reflejada, con éste texto y en inmejorable momento, a falta de una mísera docena de días para acudir a mi, tan, anhelada cita… la preocupación, presión y angustia que provoca en mi mente hora tras hora, la pregunta esta, punzante y dolorosa como pocas de… ¿qué dirán de mí?.... pesada carga ya, para mis doloridas piernas.


No sé qué dirán, cuando critiquen o se burlen, aquellos que creen conocerme o que leen cuanto escribo y sepan de mi edad y no entiendan mi palabrería casi juvenil, inmadura y a veces infantil…sueños de un iluso, pensarán…, ilusiones estúpidas de alguien a quien le falta un hervor… como decía Bunbury.

miércoles, 5 de mayo de 2010

EL IRONMAN HA COMENZADO

LANZAROTE BIEN VALE OTRO INTENTO

Hace siete años, por estas fechas más o menos, estaba un servidor… al borde de un ataque de nervios.
Faltaban poco más quince días para intentar eso que en mi pueblo vaticinaban algunos como imposible, terminar un ironman.
Tuve la suerte de no meditar la decisión mucho, porque si la neura con la que me estuve despertando durante los cuatro meses previos, hubiese durado más, fijo que hace el aaaaironman Rita la Cantaora.

Para motivarme durante esos meses, gasté hasta la saciedad un pensamiento más o menos contradictorio, pensaba pues, que cuando terminara aquello, le iban a dar por saco al triatlón, a la bici, al deporte y al que los inventó, y a partir de entonces…a vivir.
Pero resultó que terminé mi mejor ironman, aquel de Lanzarote de 2004, aquel en el que no hizo viento en la isla, y fue el mejor porque fue el primero, pero sobre todo porque fue allí, y curiosamente, aquellos que días antes gesticulaban lo del tornillo en la sien, cuando mi nombre surgía en alguna conversación, cuando me veían por ahí y tras felicitarme, para no perder la costumbre, seguían vaticinando, esta vez con el día en el que ellos también lo harían… ya te digo¡¡¡

Vino después el de 2005, y fue el peor, porque el sufrimiento no se limitó al plano físico, aquel, nunca debí terminarlo.

Luego el de 2006, y no se recordaba entonces, ni ahora, un día de ironman con tanto viento… ; el de 2007, cuando por primera vez, el viento cambió su dirección y todos caímos en la trampa… el de 2008, con la mente puesta en la carrera y el corazón unos kilómetros más atrás, con mi hermana Dori, que buscaba su propio sueño…fue, quizás, demasiado joven, quizás, con poca preparación, terminarlo no fue el premio, ése trofeo que tiene con la M mayúscula y el punto encima, tampoco, demostrarse que todo, absolutamente todo está a su alcance, si lo desea de verdad, ese sí, ese si es el premio.

El de 2009, fue aquel que no viví, pero con el que me llegué a ilusionar tanto, tanto… que hasta hoy me llegan las ganas…y éste de 2010, que a poco más de quince días aún, ya no necesita resultado alguno, para ser especial.