lunes, 17 de junio de 2013

LA ROPA DE LOS DOMINGOS

Al menos de los domingos que toca Ironman...
 
 
 De la mano de COMPRESSPORT y de ZEROD, cuento con la mejor equipación que puedo desear. 

 Top y Short Zerod, y prendas de compresión de la principal marca dedicada ...a este sector Compressport, medias, calcetines, visera, incluso cinta de dorsal con sujeciones para geles.
 



 Sé que normalmente se agradecen las colaboraciones una vez pasada la prueba, y que esto, se hace más, cuanto mejor sale la misma.

Quiero hacerla y quiero hacerla bien, pero todo eso ahora mismo son pretensiones.
Lo real, lo visible, lo que tengo, es la colaboración incondicional de unas firmas, pero sobre todo de las personas que hay detrás de ellas.

Mi agradecimiento es constante, antes y después de las pruebas y más si cabe en esta ocasión donde han permitido, o más bien, han entendido que casi cuatro meses sin ponerme un dorsal han sido por la mejor razón que nadie pueda tener y según lo veo yo, que nadie pueda desear. El nacimiento de una hija.

Por eso y por mucho más, sabed que sin vosotros no me lo habría planteado, no lo intentaría y desde luego, ni me atrevería a soñarlo. El Ironman de Niza 2013, del próximo domingo es y será GRACIAS A VOSOTROS:

COMPRESSPORT. Compresión.
ZEROD. Ropa de triatlón.
SKECHERS GORUN . Calzado.
KEEP GOING Keep Going. Nutrición deportiva.
CICLOMANÍA CARRILLO. Mi tienda de triatlón.
URBIKO TRIATLOI TALDEA. Mi club, mis compañeros, mi familia del norte.
ADICA. Parte de mí. Gracias por existir.

A todas las personas que están detrás, a Jordi Solé
, a Miguel Angel, a Lorenzo, a Jesús y Carmen, a Juankar Muñoz Oregui, Victor Lucas y todo el club, y a todos esos increíbles corazones que componen Adica, gracias.

miércoles, 12 de junio de 2013

Un lugar digno de ser vivido lo hacen las personas que viven en él.

ADICA en Puerto Lumbreras.

Me gustaría recordar o hacer saber a todos los lumbrerenses o gente de pueblos cercanos que todos los MARTES de los meses de junio y julio, ADICA celebra su bingo semanal en el bar Loma's de Puerto Lumbreras.

La asociación Adica, que básicamente es una asociación de padres de personas con distintas capacidades, vive y sobrevive en gran medida al esfuerzo continuo de esos mismos padres.
El Bingo de Adica Puerto Lumbreras, es una de las formas que tiene para ello.
Ya el año pasado, "casualmente" la tercera etapa del Correveidile, nos trajo, tras casi 200 kms desde Guadix a Puerto Lumbreras y por supuesto, aprovechando que era martes, aprovechamos para convivir durante unas horas con ellos, con Adica, con uno de nuestros abanderados en el proyecto y sobre todo, con la razón que nos llevó a "darnos la paliza de nuestra vida" durante ocho días atravesando España.
(las comillas son, evidentemente, para dejar claro que palos con gusto, no duelen).

A mi llegada del reto Correveidile, volví a acudir a la cita del Bingo y así seguimos haciendo siempre que nos fue posible.

Una ocasión buenísima para pasar las calurosas noches de los martes, en compañía, en muy buena compañía. Jugar, divertirse, tomarse unas buenas cervecicas frescas, unas buenas tapas y saber que además, has puesto tu granito de arena para hacer de este mundo, un lugar digno de ser vivido.

 En la foto expuesta, están parte de las personas que componen Adica Puerto Lumbreras, además de las cuatro personas más afortunadas esa noche, Jesús Vinaza, José Gonzalez, Emilio Molina Gómez y quien escribe. Afortunados de recibir tanto cariño y tanta fuerza. Agradecidos de ser parte por unas horas de algo tan bello.

domingo, 9 de junio de 2013

En capilla. IRONMAN DE NIZA 2013.

15 DÍAS.
Dos semanas. Ese es el tiempo que falta para volver a vivir o revivir el incomprensible placer del sufrimiento consentido.


Y dos años. Ese es el tiempo que llevo sin sentirlo.

Hubo años de un ironman, otros de dos e incluso los hubo de tres por temporada y el pasado, el año 2012, elegí la mejor opción deportiva que puedo entender a un ironman en estos momentos, elegí ser parte del CORREVEIDILE, la ruta solidaria que nos llevó desde Chiclana hasta Gerona, y que se llevó mis fuerzas, rompió un poco más mis bolsillos y a cambio me llenó los pulmones de oxígeno, del bueno, del que no se contamina, del que te da vida. Del que te da una vida. 

Pero este año toca otra vez fundirme con la prueba, como lo estoy haciendo las últimas semanas.
Más delgado que ninguna otra vez, puede que hasta más motivado. Sobre todo, mucho más tranquilo. En paz con la prueba, con la distancia. En paz conmigo.
 
Una paz que me ha otorgado la paciencia necesaria para saber que si me entrenaba bien, mi pésimo estado de hace seis semanas, donde los mínimos se me hacían eternos y los 4 kilos de peso extra no ayudaban mucho a sentirse mejor; a todo eso le cambiaría la cara y la mía de buen año quedaría afilada, demacrada, de pómulos prominentes y ojeras hasta las orejas.
Que contrariedad, alegrarme de tal careto. Síntoma de estar bien...
 
En las últimas seis semanas no había tiempo para lo proporcional, había que arriesgar con lo exponencial y a día de hoy, sin obviar los mil y un contratiempos (en realidad, son las cosas normales del ironman), a día de hoy, como decía, no descarto absolutamente nada. 
 
 
Ese día, el 23, toca escuchar a los sentidos, medir cada esfuerzo, intentar no caer en errores... ya más que repetidos. Toca buscar y curiosear alguna otra línea, que esté detrás de esa línea que se supone no debes pasar.
Arriesgar no siempre fue una locura si fuiste capaz de aprender del intento, terminaras venciendo o terminaras derrotado.

A esta prueba, siempre voy de cara y no miro jamás para atrás. Pero voy de cara con la frente baja, sumiso a su voluntad, respetuoso con su fuerza y le propongo mi trato..."no vengo a por ti, ya lo sabes pues llevo una década contigo, no vengo a enfrentarme, solo quiero saber hasta donde soy capaz de aguantar tus golpes".

domingo, 2 de junio de 2013

Camino de otra meta, la última o la primera de todas.

Tres semanas. Tres.


Ese es el tiempo que queda para saber si podré, si seré capaz, si será la mente la que caerá antes que el cuerpo.
Y es que, preferiría tenerlo claro ya, y no lo tengo. Y no es preocupación, ni duda, ni miedo, ni angustia de qué me deparará la prueba.

Si bajaré ése tiempo de 10h41' de hace dos años... si nunca me importaron las marcas, no será ahora cuando lo hagan.
Si tendré que caminar tanto como ése día durante la maratón... cuando caminar en un ironman nunca fue una deshonra.
Si mi mal nadar estará mínimamente a la altura de meterme en el hervidero del mar de Niza atiborrado de triatletas.... tres mil triatletas, sabiendo que mi neopreno descansa plácidamente desde octubre del año pasado.
Si ocho semanas de entrenamiento tras casi dos meses sin hacer apenas nada serán suficientes para subir tantas montañas como pretendo.

No sé si será la mente la que caiga antes que el cuerpo, y nada de lo anterior me preocupa, por extraño que parezca.

El día 23 por la tarde o noche, me gustaría decir que he terminado mi 15ª prueba ironman... la niña bonita.
Nunca imaginé que esto fuese tan difícil, tan complicado, tan duro. La niña bonita, mi niña bonita hace que se me haga un nudo en la garganta cada vez que salgo de casa y pienso en las horas que pasaré sin verla... cuando pienso en Niza y las horas que se convertirán en días, no se me hacen nudos en la garganta... sencillamente se me encoje el alma.
Por eso quedan tres semanas, tres para saber si podré.
El ironman y ese día, eso ya es otra historia.