lunes, 31 de octubre de 2011

Diez metros.

No tuve más remedio que sonreir. No pude evitarlo.

El dolor tiene esas cosas, esas que cuesta entender, como que sea necesario, para sentir después, que eres feliz al no sufrirlo.

Me contaron una vez trazos de una historia, que aún hoy, apenas puedo creer que sucediera.

La cama, la habitación, el pasillo y el salón en apenas diez metros.

- Dicen que los primeros días, se despertaba con las mismas ganas e ilusión de aquel al que se le va la vida en algo. Y se disponía a apretar los dientes intentando no recordar el resultado del día anterior.

Ponía los pies en el suelo, y todavía sentado, ya empezaba a sentir los primeros miles de alfileres clavándose en la piel, en la carne, en los nervios de aquellas piernas medio muertas.

Se ponía de pie, y miraba hacia el pasillo, le parecía más cercano que otras veces, y se armaba de valor, o más bien, esquivaba como podía el miedo a sufrir.

Daba igual si era el primer paso, el primer metro o a la altura de medio pasillo. Se agarraba a donde podía y se apoyaba en una de las paredes mientras apenas avanzaba. No quería llorar, y si, finalmente no lo aguantaba, intentaba que no le vieran hacerlo.

Arrastró durante días los pies por aquellos diez metros que separaban su cama del sofá en el salón. Y una vez conseguido, caía roto, y en ocasiones, debía esperar horas para hacer ganas de nuevo, y volver a la cama.

Fueron muy pocos amigos a verle durante aquellos días, pero fueron todos.

Nunca tuvo paciencia, pero aquello le enseñó a tenerla y a valorar el precio de lo sencillo, de un simple paso.

Dicen que no paraba de pensar, que precisamente eso, se le daba muy bien. Y entre esas cosas que su mente mascaba una y otra vez, una era más fuerte que todas las demás, y era la negación total a conformarse, a creer que tardaría meses en volver a andar y hasta un año en hacerlo con garantías.
A cambio, se decía a sí mismo:

-Mañana intentaré hacer otro metro… y pasado quizás, ya pueda asomarme a la ventana que me estoy perdiendo la primavera entre tanto hospital y este encierro dentro de casa-.

Dicen que un día, caminó hasta la puerta de su casa, y que al siguiente, intentó llegar a la esquina, y lo consiguió.

Días después, le venció al miedo de cada mañana, al de sentir dolor, y le dio la vuelta a toda la manzana.

No hubo padres ni hubo hermanas aquellos días, sino ángeles de la guarda, que, a pesar del miedo y de la angustia de verle así, no dejaron ni un segundo de cuidarle y de hacerle ganar, la única carrera que no podía hacer solo. Volver.

Un día, le vieron pasar sobre una bicicleta y le acompañaba su hermana pequeña. Y cuentan, que una vez solos, en un camino, y sin que nadie les observara, él de repente,  detuvo la marcha y bajó de su bici que dejó en el suelo.
Entonces, le dijo a la pequeña: -no te asustes, que no pasa nada-, y comenzó a andar con paso rápido y al momento, lo convirtió en un trote que duró... menos que leerlo en esta frase.
La hermana pequeña, asustada, no tuvo más remedio que sonreír cuando vio la sonrisa de su hermano al volver. Seguro que hacía mucho que no le veía tan feliz.

Quizás solo fueron otros diez metros, como desde su cama al sofá, pero resumieron en pocos segundos, el final de la historia que me contaron, el final de todo y el principio de todo lo demás-.


Quien sabe qué tiene más valor, si recordar una caída o lo que hiciste para levantarte.

Todavía hay ocasiones, en las que cierro los ojos, y sin nadie cerca, tengo la sensación de que me vuelven a contar esta historia… y tras escucharla noto que ya no repiro aire, sino esperanza... y siempre acabo igual... sonriendo.
No tengo más remedio. No puedo evitarlo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Un mísero age-group.

Cuentos de otoño, según la Fetri.

Como entre lo que pasa, lo que pienso, lo que piensan otros, y como están las cosas, es fácil que me vaya por los cerros de Úbeda o de Baeza, voy a intentar aclarar y aclararme yo un poco sobre lo acontecido, que no lo tengo muy claro todavía:

No lo cuento, lo hago:

Primeros de año: marco con una cruz como objetivo el Camp. de España de Triatlón Larga Distancia.

¿Donde se hace? Ah, mira, en Ibiza. Pues vale, veo la isla y de paso intento hacer un buen puestecillo en Grupos de Edad y clasificarnos para el Mundial de Vitoria en 2012, cerca de mi gente de club.

¿cuando se hace? Ah, mira, finales de octubre… el 30¡¡? Vaya, pues mi gozo en un pozo, ése fin de semana me es imposible. Nada, pues otro año será. Ni Ibiza, ni ningún clasificatorio.

Mes de septiembre:

Notición: Se suspende Ibiza. Como casi siempre, por causas ajenas y sin más responsabilidad que la de pedir disculpas, Ibiza habla y la Fed. Española, calla durante unos días.

Mientras, gente con un nudo en la garganta pues estaban clasificados (el “aliciente” famoso), y en algunos casos habían pagado ya vuelos, hotel y hasta dejaron para entonces sus días de vacaciones. Cosas recuperables en unos casos y no recuperables en otros. Me libro de todo eso.

Poco después:

Notición Bombazo: Ximo Rubert, le saca las castañas del fuego a la Fed. y se hace cargo de la prueba con un mes por delante para gestarla, parirla y darle de comer hasta que se emancipe…

Y pienso: ostras, si la hace Ximo, la hace cerca…. A ver, a ver… toma ya¡¡ en Orihuela nada menos, a una hora de coche de mi casa… y cuando, cuando??, toma ya otra vez¡¡¡ el 6 de noviembre¡¡¡ ése sí que puedo.

Tras una semana sin entrenar tras el Titán, los ojillos se me iluminaron, me subió el pulso y no tardé en subirme otra vez a la bici. Con el año cargado de kilómetros, pero con la ilusión de continuar.

Pero entonces pensé que si no me he clasificado, lógicamente no me dejarán competir, porque aunque éste sistema no me guste, las cosas están así y la gente que sí se ha clasificado se merece un respeto, y no voy a llegar yo ahora y me voy a subir al carro sin más.

Miro los inscritos totales, sumo élite, grupos y open y apenas pasan la centena… a menos de un mes…

Digo yo que levantarán la mano un poco o el “camarero se va a tener que tomar toda la cerveza del bar…”

Solicito información tanto al organizador como a la Fetri y los dos me indican que pida la invitación única que se le concede a cada Federación Territorial para que esta la otorgue a un solo triatleta.

Solicito la invitación única a mi Federación Territorial y ésta ya está concedida.

Se acabó.

Tres días de ánimos renovados entrenando con la esperanza y casi la convicción de que me dejarían correr y vuelvo a colgar los hábitos y a poner la mente en 2012. Pero bueno, aunque soy socio del club Fetri, en ésta fiesta no había coca-cola para mí, así que ni me esperaban, ni me querían en ella. Lo entiendo, en muchos clubs, con ser socio no basta.

(hoy, a falta de semana y media, van 134... se descartan las salidas por oleadas)

La cuenta sale fácil, 135 es más que 134, así que hemos salido perdiendo todos, sobre todo ellos, que ahora, como buen hijo de vecino, haré con mi dinero cuanto me plazca y hasta igual le sumo unos euros más y se los doy a los yankis para correr sobre otra M con punto encima y claro... haré como que no escucho a los mismos de siempre, decir que por preferir lo de fuera a lo de casa, merezco las Diez plagas de Egipto.

Dos días después, por lo visto, empiezan a verle los dientes al lobo, en forma de nuevo fiasco participativo (que por más que se empeñen algunos, no es culpa de los triatletas… precisamente en los tiempos que corren… pensar eso… da que pensar), y resulta que el baremo igual se modifica y dejan que las distintas federaciones inviten a más de 1.

Lógicamente, yo parado ya por 2ª vez, y habíendo puesto en conocimiento de tooooodo el mundo mi interés en competir, en seguir un mes más maltratando mi cuerpo, en dejarme 180 euros de inscripción por correr una prueba el 6 de noviembre… no iba a esperar otra ventarea... u otro -sigue por si acaso-... que yo, hasta iluso llego, pero tonto del todo... aún no.

Más bien soy un mataillo, un vejete, un mísero age-group y aunque les sobraran tres cuartas partes de perchas vacias en los boxes de Orihuela, no iba a pretender a los dos días de hablar con ellos, que recuperaran mi correo y solicitaran mi presencia, mi esfuerzo y mi aportación económica a la causa… no, ni hablar... ellos en sus trece, que más vale muerto que sencillo, que me hundo en el fango…sí, pero repeinao.

¡¡Ay!! (si fuese tonto del todo, pensaría..), ¿quien fuese semipro?, ¿cuasipro o aspirante a pro…?... entonces igual mi dirección de correo brillaría más y se vería hasta en la oscuridad y no andarían ellos ahora corriendo como locos desde hace más de dos semanas, buscándola por ahí para llamarme a filas...


Fin del cuento.
¿Fin del cuento?


Caguendiez¡¡ pues no es que me entero, y con alegría además, que quieren hacer un medio ironman en Valencia el 3 de marzo de 2012, con lugar y fecha que me vienen que ni pintadas, la marco con la misma X que he tenido que borrar apenas hace un mes y ahora me dicen que será Camp. de España de Media Distancia… por favor¡¡¡... ¡¡¡con lo bonicos que éramos cuando éramos feos… !!!

A ver, y ¿qué tengo que hacer ahora para competir… a quien se lo pido, a quien llamo, a quien le digo eso de: por favor, por favor, déjeme usted gastarme el dinero y las ilusiones, que las cuento por miles de docenas o manojos y no sé que hacer con tanto… y a ver que deciden sus majestades hoy...

Y mira por donde… al momento me llevo una alegría que a su vez, me deja perplejo y que, mira por donde otra vez..., es la razón última de toda esta entrada: resulta que no hay que clasificarse ni nada antes de Valencia…¡¡¡

Total, que donde dije digo, digo Diego… y que quien entienda algo… meloexplique… que yo lo único que veo es una falta total de coordinación a la hora de llamar o no a un técnico en ventanas, pues a veces, da la impresión que una grande... grande... pero grande de verdad y que debe haber en la Fetri, se ha roto, y por ella, según el día que amanezca, sopla el aire p’allá… o sopla p’acá…
y lo peor de todo, que se tiran la pelota a ver quien llama al técnico en cuestión, y al que le toca la última, se queda pensando... vale sí, lo llamo, pero hoy no... mañaaaaaaana.

lunes, 24 de octubre de 2011

2ª parte. Tramo 2011. Balance balanceado.


Esta 2ª parte del balance que hago a 2011, es lo que se acostumbra a hacer cuando al año en curso le quedan apenas unos días. Uno hace balance de lo bueno y de lo malo y de los propósitos... precisamente por eso, lo hago ahora, todavía en octubre, porque mi primer propósito ha sido éste, ponerme en marcha, ya mismo.


Balanceando
La temporada se ha saldado más con un “salvar los trastos” que otra cosa, pero sin desmerecer en absoluto lo aprendido, y lo sufrido. De todo ello sacaremos partido en adelante.

Alguna costilla fisurada, alguna fibra muscular rota, dolores de cabeza continuos… en fin, nada que usted, lector/a no sepa ya de sobra. Las cosas del deporte.

Duatlón Subida a Sierra Cabrera 1º Absoluto… qué bien empezó todo… y que poco duró.


Duatlón Carnavales de Aguilas 8º Abs. y 1º en mi grupo, mejor parcial de ciclismo incluyendo la prueba élite, y desencantado con la ubicación de la prueba y con la actitud de los responsables del “protocolo” de podium. Sinceramente, preferiría que dejara de ser clasificatorio de nada.


Trail Cabo de Gata 4º Abs. 2º Vet.. No compensó el resultado con el desastre de pies que me dejó a base de ampollas gigantes y sobre todo, muy difíciles, por lentas, de curar. Compensó compartir fin de semana, carrera y podium con los mios.


Viaje a Lanzarote. Aun siendo por tema de trabajo, poder seguir tocando la isla por unos días, y hacer algo que no había hecho en las seis ocasiones anteriores, como es entrenar sin más, fue reconfortante y enriquecedor, tanto o más que cualquier prueba.
Lanzarote es hermoso siempre, no necesita el ironman para vivirlo intensamente.

Duatlón de Oñati, primera decepción del año. En la T2, el abductor izquierdo dice basta y lo dice rompiendose… de nuevo en dique seco y sin posibilidad de recuperarme a tiempo para ir al DLD de Sueca. Retirada a tiempo.

Duatlón Larga Distancia Arrigorriaga. 13º Abs y 3º Vet. Salvado por los pelos, pues al final me faltaban fuerzas por todos lados, algo lógico, dada la precariedad y sobre todo intermitencia de la preparación que hace que no sepas nunca como vas, las sensaciones te engañan continuamente, ahora mal… ahora bien… ahora peor….
Lo mejor, otra vez, estar con mis amigos, que además, mire usted por donde, son compañeros de equipo.


101 KMS de Ronda. 10h32’ de penurias…Esto se explica fácil: Zapatero, a tus zapatos… que ya habrá tiempo de pescar y leer libros cuando seas viejo…


Ironman de Niza. 10h44’. Volveré. Evitaré en lo posible todo aquello que no es ironman, la salida de natación, los grupos en la bici, las tres cabinas de aseo para dos mil y pico triatletas corriendo, sufriendo y descompuestos… pero, no sé cuando, volveré y ése Ironman y yo, nos haremos amigos.
Y no estaría de más, volver a compartir y repetir aquellos días con Carrillo y familia. Por pedir, que no quede.


Tri-Cross Velez Rubio 4º Abs. Mi primera incursión en la corta distancia desde que practico triatlón. Con moreno veraniego y sin una miajica de forma deportiva. Menos mal que todo quedaba en casa y el placer de compartir era mayor que el de competir.

Medio Ironman Guadalajara. 47º y 4º Vet. Solo con ilusión no se hace frente a las circunstancias que cada prueba te “regala”, pero si la sabes utilizar, al final nada cae en saco roto. Una buena experiencia para futuras ocasiones.

Medio Ironman Titán. Con él comenzó la primera parte de ésta entrada.

Ciclos Carrillo, Compressport, Triconcept, Zerod, Keep Going y sobre todo mi gente, Adica, TriWWW y Urbiko T.T, han estado una vez más a mi lado y hemos hecho éste tramo juntos. Espero y deseo seguir tan bien acompañado para el siguiente, que intuyo más largo y más difícil, pero también más pleno.


Fin del ejercicio 2011. Bienvenido el de 2012.

Y tengo claro que...

 Hay quien puede ir con la cara lavada todo el día, todo el año, todo el tiempo; con las ropas planchadas y los zapatos siempre brillantes.

Pero no se puede luchar y pretender no mancharse, y yo, en 2011 pretendí no pintarme la cara con los dedos de las manos untados, ni rasgar mis vestiduras pasando cerca de matojos con espinas… pocos tramos se pueden hacer de esa manera.

Ya tengo los dedos manchados de tintes y arcillas de colores y con ellos la cara pintada con líneas que rompen el gesto y no dejan que nadie vea para donde miro.

Así tiene que ser.

Así sea.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Una imagen, o una secuencia, vale más que...

A ver, que igual la entrada anterior se entiende mejor si os muestro unos pocos segundos de la salida de natación del Ironman de Hawaii 2010, del que fuí parte. (Soy el del gorro azul... a mitad de grupo, en línea con el coche... estoy nadando...).

Nota: y no bromeo si digo, que es una de las nataciones más limpias que he probado... golpes sí, pero los justos, ni uno más...
Por cierto, fijaos al final, como por un momento, la corriente nos hace retroceder... yo de eso ni me acuerdo :-))



¿... a que ahora se me entiende mucho mejor?

I. Distintos tramos para un mismo camino.

Primera parte de un balance... ni mucho menos prematuro.

El tramo que tenía por delante en éste 2011, finalizó nada más terminar el medio Ironman Titán el pasado 1 de octubre, y ahora puedo asegurar, que lo hizo de la mejor forma posible, no ya sólo por los resultados, de los que estoy más que satisfecho, sino por algo mucho más importante, mi integridad. Salvé lo único que no debo perder, mientras pueda.


Estoy ya, inmerso de lleno en el siguiente tramo. Le llamaremos 2012, por llamarle de alguna manera.

En estos días de poco entrenamiento y mucha recuperación de fuerzas, de lesiones mal curadas, e ilusiones por seguir mejorando a pesar de todos los pesares que haya o queden por aparecer, se dedica uno ha hacer balance del último tramo andado y de las bondades y fallos que haya tenido durante ése caminar.
Como ya he comentado en más de una ocasión, los nuevos tiempos que corren en éste mundo del triatlón de larga distancia, la política de recaudación a base de masificar las pruebas, deja pocas opciones a la aventura, y teniendo en cuenta que uno, por ahora, sigue enamorado y motivado con estas pruebas, de las dos opciones existentes, dejarlo o seguir, me cojo la segunda, pero con todas sus consecuencias.

Debo mejorar la natación, apartada como objetivo durante demasiado tiempo y siendo más que conformista... iluso, por aquello de que “empecé a nadar con 33 años, demasiado bien lo hago…”. Ni mucho menos.
Cinco minutos más o menos en el sector de natación, ya no es que supongan menos tiempo de esfuerzo, o unos minutos menos en el total de la prueba, es que suponen decenas… incluso cientos de triatletas menos con los que luchar en la primera mitad del ciclismo. No queda otra y ya estamos manos a la obra. Dobles sesiones y mucho trabajo de técnica cada día, es ahora mismo la constante, el único objetivo y motivación diaria, mejorar.

lunes, 10 de octubre de 2011

LA GALLINA QUE BIEN VALÍA UNA GUERRA.

Somos armas, somos proyectiles y somos caidos.

Cuando una guerra comienza, todos hablan de objetivos y de certezas.

Objetivo ganar, y certeza de que eso será así.
Pero existe una certeza más en cualquier guerra, y es que al final, nadie gana.
Hay quien pierde menos efectivos, menos territorio y menos simpatizantes que otro, pero de todo eso, también pierde el “supuesto” ganador.

Desde hace un tiempo a ésta parte, hemos asistido al nacimiento de la gallina de los huevos de oro, en una granja que ya existía desde hace años, la granja de la Larga Distancia en Triatlón.

Quizás, la sensación más grande que todos tenemos ante éste hecho, es el boom; por lo repentino y por lo exagerado. Pero en realidad, la sensación que percibimos, es así de grande, porque éste boom coincide con una época de crisis y claro… se nota más (por escaso) lo que va bien.

Soy uno de los “afortunados”, que sin tener demasiado, hasta ahora he podido pensar, planear y soñar con gastarme cientos de euros en una inscripción para ironman… y aún así, me resulta increíble ver la cantidad de “afortunados” que poblamos los boxes de todo el mundo.

La guerra ha llegado, cuando la gallina ha nacido. Los de la M y el punto, contra los Challenge, y/o viceversa.

Unos te ofrecen velocidad, tiempos, ambiente… y otros te ofrecen Hawaii. Y cada uno, que a un lado distinto de la calle, podrían vender sus productos en sus propias tiendas, pues son productos parecidos, pero no iguales… prefieren seguir el dogma de “nada es suficiente, si no es todo”.

La gallina ha llegado y ambos quieren verla dentro de su propio puchero.

A mí, las dudas sobre las distancias de los ironman, las dudas sobre los tiempos de los challenge.. no me surgen por que se hayan conseguido en esos días los mal llamados, records ironman, me surgen porque sencillamente coinciden con el nacimiento de la gallina, con el boom… un boom nacido en medio de un tifón llamado crisis. Podrían recortar la distancia (aumentar no) casi hasta lo ofensivo, podrían dejar de dar avituallamientos y aún así, se les llenaría la plaza… y nosotros mientras… hablando de records ironman…¿?


¿Quien tiene la culpa? ¿El organizador o el triatleta que accede a todo esto?... me cuesta decidirme, la verdad. Me siento bien cuando me ponen una prueba apetecible delante de la cara, cuando la preparo, cuando la hago y cuando consigo terminarla… pero también me siento culpable por momentos, cuando pienso en tanta “fortuna”.

La culpa es mía, y tuya y de aquel que se apoya en la esquina.
Sin mirar mucho para atrás, y únicamente con datos de éste año, me encuentro con “semejante” campo de batalla:

Pro. Si eres profesional y quieres ir a Hawaii, deberás dedicarte casi en exclusiva a competir en pruebas con la M y el punto… o ser como la Wellington o Raelert, que te hacen una de cada y pueden ganar ambas.

Age Group. Si no tienes condiciones (más bien, si no crees tener condiciones) para ganarte la plaza para Hawaii en grupos de edad, puedes comprar lotería (que digo yo?? No es más lógico que, ya que compras loteria, lo hagas con la “normal” y con suerte te ganes una buena pasta e ir a Hawaii cuando te plazca?)

Ahora, se oyen rumores de la última táctica empleada en ésta guerra por la gallina. Por lo visto, si llevas 12 ironman de la franquicia finiquitados, por fidelidad a la marca, te reservan una plaza en Kona, para que al menos, una vez en tu vida, pongas pies en el paraíso.

Salvo excepciones, quien acumula ironman, lo hace porque prefiere la acumulación a la posibilidad de Hawaii, sino, lo lógico es pensar que harían menos, pero con el objetivo claro del slot.

Me da impresión de que no se premia la fidelidad, sino lo que te has gastado en esos 12 ironman, y sobre todo, algo que es obvio: si yo (igual no tengo derecho pues ya he estado), que llevo 14 y 9 son de la marca, y en 2012 quiero acudir a Kona por éste sistema, me tendré que platear desde ya, tres ironman con M y punto antes que cualquier otra prueba… o dicho de otra forma: pam-pam¡¡¡ … bala en toda la frente a challenge¡¡

Pero no se crean ustedes, que aquí un servidor, por muy finisher que se sienta en ironman varios, y hasta en la meca hawaiana el año pasado… no defiende ni estrangula a nadie… a nadie más que al otro...

La oferta está así, y de la demanda… para qué hablar.

Cuanta más gente, más cosas así sucederán, cosas como la muerte de un triatleta en la que es posiblemente la natación más segura de todos las pruebas de la distancia, la de Roth.

Las causas no importan tanto como el resultado, y el resultado es lo que debería hacernos pensar a más de uno.
Porque ahora, a un ironman, se apunta hasta el perro del Pepeillo, pero no para sentirse ironman y toda esa historia de dioses, motivación y nubes flotantes… no, que va¡¡, es mucho más sencillo que todo eso, lo hace porque tiene 500 euros con los que no sabe que hacer y sobre todo, un ego dañado por culpa del triatletilla ése del grupo de los domingos al que envidia desde siempre…y con el que no quiere ser menos…


Pues sí, éste hombre en Roth murió mientras nadaba, en un canal sin olas.

Sin embargo, los afectados, que somos todos, preferimos hablar y debatir sobre lo malísimos y peseteros que fueron los organizadores aquel día en Roth, que increíblemente, montaron una carpa de venta de cascos justo a la entrada de boxes¡¡¡ qué cosas, mire usted¡¡¡… "menudo lugar para vender cascos, pero si aquí ya lleva cada uno el suyo…" pensó alguno.
 Minutos después ése mismo, volvía de recibir la negativa de los jueces a entrar en boxes con su casco aerodinámico legal en cualquier sitio, menos allí, por tener una diminuta fisura en el plástico de la orejera… "joder¡¡¡ pero qué suerte que tengo"… pensaría otra vez aquel… "casualmente me han montado una carpa donde venden cascos… en la entrada de boxes…"..


Chorradas así, las tienes a mil. Y yo, me encontraré con más de una de esas, porque me sigue llenando entrenar y me sigue llenando querer explotar todo ese entrenamiento por esos mundos, tal es el grado de vicio y obsesión que tengo y me esmero en conservar cada año.

Tengo que mejorar mucho, a mis 41, dentro del agua, las circunstancias obligan y la nueva "forma" que está adquiriendo esto de la larga distancia, también.

Por una razón bien sencilla, por salir unos minutillos antes, por encontrarme en la bici… cuantos menos pelotones mejor… y poder hacer una prueba, que más que digna, la quiero real, verdadera. Sin tanto miedo y sin tanta falsedad a mi alrededor.

Eso no lo cambian, ni lo intentarán siquiera, y me refiero a los pelotones, a los jueces desbordados, a las salidas en natación convertidas en piscifactorias de lubinas a punto de ser “cosechadas”. Todo eso no cambia, es más, empeorará por momentos, mientras la gallina quiera seguir poniendo.

Y yo, sigo pensando en ése hombre que murió mientras nadaba, en un canal sin olas, y me planteo si soy tan “afortunado” como creo; cuando soy yo el que lo piensa y no los dos contrincantes de ésta guerra abierta, por el control, desplume y guisado final... de la más que nombrada ya, gallina de los huevos de oro... ¿de oro?

viernes, 7 de octubre de 2011

El espíritu de los sueños.

El mío... no esperaré para confesarlo... el mío es volver allí. Tengo la sensación de haberme dejado algo que tengo que recoger cuando vaya, si alguna vez vuelvo. Y en el fondo, tengo la sensación también de que aunque volviera mil veces, lo que dejé allí... allí quedará ya para siempre.

A estas horas, 9 de la noche del viernes, aquí en España, los afortunados que se encuentran en Kona, estarán nadando en esa última sesión antes del gran día.
Mañana estaré con varios amigos que allí se encuentran, con la mente y el corazón, deseando que vivan la experiencia y que les llene tanto o más que a mí, si eso es posible :-), deseando que les vaya bien, y bueno, si anhelan una buena marca y además la consiguen, me alegraré por ellos, pero eso no es lo más importante, al menos no allí, al menos no la primera vez que vas. La primera vez solo existe una ley, una norma, una obligación: terminar.

El año pasado, también tuve la suerte de conocer y hacer buenas amistades con otros buenos triatletas y sobre todo buena gente, con los que compartí muy buenos ratos de risas.

Foto 1: Con Jose Salom y con Roberto, tras dejar las bicis en boxes.

A las siete de la mañana, cuando llegábamos todos los días de la semana previa, el Pier, y la diminuta playa se convertía en un hervidero de triatletas. No te hacías a la idea de la hora que era, pues el sol ya apretaba cuanto quería y la humedad, como siempre, era alta.
Foto 2. Tomada por Inma desde Alli Drive. Una mañana cualquiera de la semana previa en el Pier.

Como tuve la mala fortuna de que me perdieran la bici entre los distintos vuelos que hicimos desde Madrid a Hawaii, los primeros días, mi rutina era sencilla: nadar unos 40' o 50' y volver al apartahotel corriendo por Alli Drive durante 6 kms, sin más prendas que un pantalón corto, las zapatillas y unas gafas de sol. Así, hasta el dia anterior de la prueba, e incluso, lo repetí el día que tocaba coger el primer avión de vuelta.

Te das cuenta, desde el primer momento del primer dia, que no te importaría repetir esa rutina una y otra vez allí, el resto de tus días.

Recuerdo las primeras brazadas que dí en esas aguas. Me pareció raro estar tan tranquilo, igual era el efecto del jet lag. El caso es que, apenas te lanzas a nadar, ya lo haces sobre corales y debajo tuyo, abundan peces de colores.
En un momento dado, posiblemente no llevaba ni un minuto nadando, al sacar la cabeza para respirar, miré hacia mi izquierda, y ví el volcán Mauna Kea, con sus más de 4000 mts de altitud... y entonces sí...  me recorrió un escalofrío y recuerdo perfectamente, que sonreí debajo del agua, mientras pensaba: ¡madre mía, estoy en Hawaii...¡¡

Creo que esa es la sensación que acabó de explicarme algo que, yo mismo no terminaba de entender sobre el sueño hawaiiano. Me dí cuenta desde el primer instante.

Desde hace más de treinta años, son miles de personas, las que tocan aquel suelo, dispuestos a sufrir, a gozar, a dejarse un poco de su vida allí... por quién sabe qué motivo.

Es dificil pensar, que tanta energía salida de tantos corazones, no se quede allí, para siempre.

Hay muchos ironman, muchas pruebas míticas ya, de todo; pero solo una tiene el espíritu, un espíritu que solo sabe volar por aquella isla, el espíritu de los soñadores, el espíritu de los sueños.
Resulta extraño recordar algo que, sin cerrar los ojos siquiera, me parece haber vivido ayer mismo. Y ahora es cuando uno suelta la frase esa de: "hay que ver, cómo pasa el tiempo"... pues sí, pasa tan rápido y es tan implacable, que no deja de darme la razón cada vez que pienso... cada vez que le digo a cualquiera, que aquello a lo que llamas sueños, se esfumará cuando tu te esfumes, cuando tu no existas... y por eso, mientras existas, mientras seas parte de éste mundo y de toda su brevedad, debes meterte en el agua, mirar hacia delante y sin pensarlo demasiado... lanzarte.

martes, 4 de octubre de 2011

Titán 7ª edición, en fotogramas..

La letra pequeña de una pequeña crónica.

Anda, dale la vuelta.

Hoy es sábado. El día toca a su fin, y la noche tiene ganas de llegar. Anochece en Zahara. El sol se resiste a irse, no quiere y grita, y su grito tiñe de rojo el cielo, de un rojo imposible, de una belleza imposible.

Hoy ha sido día de carreras. El agua fría relaja las piernas, y estas, que hace un rato parecían querer reventar mientras competía, me dan una tregua y me dejan pensar en qué haré mañana.

Si, hoy ha sido día de carreras. Un nuevo Titán. El más dificil de todos, por el viento, por las olas, por el sol. Y en letra pequeña, por la oscuridad.

Vengo de subir al podium. Me alegra ser veterano, y no por si merezco o no merezco estas cosas, sencillamente, porque se me rien todavía los huesos y me emociono, cuando alguien aplaude a aquel que hace lo que le gusta. Una suerte, sin duda.

En la hoja pone 23º Titán del dia, y 3º en la susodicha categoría. Por eso y por mucho más, Grazie mille¡¡
Gracie mille a mi club Urbiko.
Gracie mille a Compressport, Zerod y TriConcept.
Gracie mille a Ciclos Carrillo.
Gracie mille a Keep Going.

Tras cruzar meta, hemos ido a ver a Jose subir esa última cuesta, la llegada de Julio me la he perdido, ya vendrán otras.


Y a pesar de todo, de ese todo que todos ponemos como un gran pesar, como un gran ogro al que nos enfrentamos y al que valientemente vencemos, así... he vencido. Y el Titán, ha vuelto a hacerme feliz.
Por ahora, sigo tocando un trozo de cielo cada vez que consigo subir a Zahara y pisar su plaza.


Corriendo no es andando.

Mientras corría, he llevado por segunda vez ésta armadura blanca, llena de buenas intenciones, de mucho espíritu de Hawaii y su prueba impregnado, para dar gracias a ése Titán que llevo grabado y a todos esos que quisieron acompañarme entonces.
Gracias a Jordi, de Zerod, marca que me sponsoriza y viste ésta temporada, por entender que el top en ésta ocasión, era algo más que un top. Esa armadura blanca, ya no me vestirá más, su labor ha terminado.

Pedaleando no es volando.

Sigo bajando el puerto de Las Palomas, el viento no deja trazar las curvas con soltura. Bajando no se debe pensar en otra cosa que no sea trazar. Trazar y trazar. Escoger en milésimas de segundo, el momento y lugar preciso para tenderte sobre un costado, y confiar en cuanto aguantan los tubulares. Yo sigo pensando, en lo mismo que ayer y antesdeayer, aún cuando bajo y trazo. Y no se debe pensar tanto, no se debe.

Me duele el estómago. Demasiadas olas para ser un embalse. Demasiado viento para estar en un valle. Demasiada agua para un estómago tan pequeño que no tenía ninguna sed.

Olvídalo Ramón. Ahora toca lo tuyo. Como decía Jorge: pon el contador en marcha...
Va a salir bien, no hay bajadas... eso debo pensar, no hay bajadas.
Sí, eso es. Piénsalo asi. Por mucho que te guste bajar Ramón, ésta vez solo subirás por la carretera.


Nadando no es surfeando.

Hemos nadado en la cantimplora que llevaba Luky Luke, cuando montaba a caballo. Todos ahi, metidos en una cantimplora loca, atada a la silla del caballo mientras galopa.
Falta poco para salir. El agua marea solo de verla. Espero que al menos, no esté fría... que de pejigueras ya estoy servido de sobra.

La niña presumida.

La niña Cervelo se ha quedado en casa, por no llegar a tiempo su manillar de ruta, y hacerla cabra de las de verdad, de las de monte.
Su prima, la niña Scott de casi ocho años, me ha pedido otro Titán más y qué mejor ocasión que ésta, para verse ella bonita, con su dorsal 1 y todo el mundo mirándola.
Ay¡¡¡ niña...niña...siempre tan coqueta¡¡



Mañana por la mañana, será día de carreras. El agua de la piscina, en lo alto de la montaña está fría. Pero deja que te bañes y muevas las piernas. Mañana os quiero nuevas o si se puede, algo menos viejas.


Anochece. Mañana es día de carreras, y pase lo que pase, a ésta misma hora, el cielo seguirá siendo bello, porque el sol, gritando, lo teñirá de un hermoso color rojo.