miércoles, 25 de julio de 2012

Camino al Ironman Frankfurt 2013. Sin stop.

... tengo que ser breve, tengo que ser breve, tengo que ser breve... ya me estoy pasando, ya me estoy pasando...

Año sin ironman? no, más bien año sin cruzar una meta ironman.

Dos años después de tocar Lanzarote, Regensburg y Hawaii y sus respectivas pruebas ironman, me dispongo a terminar mi primera temporada sin tocar la distancia. Será la primera vez desde que practico este suave y relajante deporte del triatlón de larga distancia.

Obligan causas diversas. Buenas y malas, como la vida misma. 

Malas... bueno, llorar por la salud y el filo hilo por el que camina, casi que mejor lo dejo para peor ocasión, esa en la que ya, nada o casi nada sea posible. 
Mejor me remito a la consabida crisis y así nos entendemos y terminamos antes. 
No hay pasta, tela, güita, money, perras... y mucho menos euros, para llevar el nivel de competiciones ironman de años atrás. Qué más quisiera yo... no tener que ser tan sincero. 
Pero así están las cosas y así se aceptan, de la misma forma que uno ha de parar a mitad de un ironman y entender que igual, ese parar es un punto y seguido para mejor ocasión y no tanto una retirada.

De las razones buenas, me quedo con dos. 
La primera, haber sido uno de los elegidos que han podido hacer el Correveidile. Por gozo, me sobran momentos que dan por buena la experiencia y los esfuerzos de todo tipo, físicos, familiares y económicos que haya hecho. 
Siempre supe que una cosa así, limitaría el número de dorsales por un tiempo y como quien dice... si volviera a nacer y se me presentara lo mismo, lo mismo haría. 
Y la segunda, que no hacer este año, puede ser una forma de invertir en el que viene. Voy teniendo mis añicos ya y tampoco le habrán sentado mal al cuerpo estos meses tranquilos...

Jesús Sánchez.

No le hace falta, pero soy así de tontorrón y como me muevo por grandes cantidades de pequeños detalles, me gustaría dedicar mi próxima participación en Ironman, a unos buenos amigos. Concretamente a Pilar y Jesús.

Se preguntará más de uno la razón y cuando la explique, igual se la preguntan más de dos... es posible. Ya he dicho, que mi cabeza a veces es una madeja de hilo y mis calentones son como gatos que juegan con ella.

Jesús y Pilar, de un día para otro, pasaron por alto la decepción de no conseguir el ansiado slot para Hawaii en Lanzarote 2010, para ilusionarse por la posibilidad de que yo me lo llevara. Y les ví sentirse mal cuando no fue así.
Jesús, no solo ha tenido siempre mejores condiciones físicas que yo, sino que además, soñaba como nadie con ese viaje.

Fué él, y Moi, y Jordi, los que de una u otra forma, me animaron aquel día, y de alguna manera, entendí que aún tenía alguna oportunidad. Mi pequeña, ínfima y apenas visible labor con Adica, bien lo merecía, pues eran muchos los que se interesaron por aquel casi-slot, y me miraron y si me miran, ven a Adica o quien sabe si a cualquier otra asociación benéfica de cualquier otro lugar.

Valía la pena intentar aquello que Jesús me proponía: ir dos meses más tarde a Regensburg... dos meses... no podría descansar tras LZ y aquello me dejaría k.o en caso de conseguirlo (como así fue... me gané un buen principio de anemia para agosto y septiembre), pero debía hacerlo.
 Sin su empuje, no habría ido. Bien lo sabe Jesús.

Una vez allí, Jesús volvió a ser muy superior y merecedor de tocar su sueño y solo los problemas estomacales de la maratón le impidieron conseguirlo, una vez más. 
Yo... bueno, ya sabéis la historia, lo conseguí.

Cuando cogi  mi plaza y me senté en aquel banco, solté toda la tensión acumulada y lloré junto a mi mujer. Quien fue el primero en aparecer, en ponerme su mano encima como el que consuela? (a mí, que lloraba de felicidad...)... pues sí, fue Jesús, y Pilar, su mujer. Una vez más, cambiaron su pesar por alegría hacia mí.

A Jesús le llegó la justicia el año pasado. Ganó su plaza en Niza y por fin volaron hasta Kona en octubre. Se ha embutido, con el paso del tiempo, en un traje de 38 años cuando en realidad, él va rejuveneciendo por dentro cada día. Ha bajado de 9 horas en Roth éste año y es Campeón de Europa de su categoría en ironman. Y lo más importante es que, sin todo eso, seguiría tranquilo consigo mismo y con lo que hace.

Qué falta tendrá el amigo Jesús, de que yo le dedique nada, pensará más de uno... pues, acaso importa eso... No es la falta que le haga a él, sino la que siento yo como agradecimiento. 

Sin tí, Jesús... no habría ido jamás a Regensburg. 

Te envío un telegrama....

Jesús, me he inscrito al Ironman de Frankfurt 2013. Stop. Es campeonato de Europa Ironman y clasificatorio para el Mundial Ironman en Hawaii. Stop. Quiero hacerlo bien. Stop. Quiero conseguir un slot en la categoría 40-44 para ir por segunda vez al Pacífico.Stop. Sé que tu camino para la Kona termina al año siguiente y que ni para intentarlo coincidiremos. Stop. Aún así, recordaré el que viene, que un pequeño empujón basta, para tocar los sueños con  los dedos. Stop. 
Ya estoy entrenando. Sin stop.

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