miércoles, 4 de noviembre de 2009

Un troyano fuera de Troya.

Mientras mi escudo detenga vuestras flechas, beberé de vuestra fuerza, os vaciaré el corazón.

Se dice, se oye, se comenta por ahí en los corrillos del año que envejece, que un tal Aquiles, famoso guerrero griego, conocido entre otras hazañas por meterse en un enoooorme caballo de madera para entrar a la ciudad de Troya, era tan valiente como fuerte y tan fuerte como veloz, pero se sabe también que no era de darle mucho a la cocotera… a Aquiles, las cosas del pensar, como que no le agradaban, prefería el hombre darle a la espada y ver rodar de vez en cuando alguna que otra cabeza, y si era troyana, mejor que mejor.

Se puede pensar que hablo en pasado, que hablo de algo o alguien de hace mucho, pero ya se encargó el arquero que acertó a clavarle a Aquiles una flecha en cierto tendón, a que muchos, todavía hoy, se acuerden de su estampa (la del arquero, digo)

Me viene también a la cabeza Aquiles y su batalla más famosa, la de Troya, y teniendo que ser parte de la prueba que me espera el domingo en mi propio pueblo, en mi querida y particular ciudad sitiada, me siento más como Aquiles acampado a unos pocos cientos de metros y esperando el gran día... vamos, lo que vendría a ser... un troyano fuera de Troya.

Otras sensaciones que me acercan a la figura del nombrado, son las ganas de batalla, las sensaciones de fuerza y velocidad, y sí, también las pocas ganas de pensar, por que sé, que esa es la única forma de entrar a la ciudad, de no dar ni un paso atrás por ninguna razón, de dejarlo todo en tierra de sangre, que aunque igual ya no es mucho, en proporción a lo que fui ayer, es TODO con mayúsculas.

Llegué a subir la montaña, aunque era pequeña, pero eso me animó a subir otra más alta, tengo claro que quiero subir aún más arriba, otra cosa es que lo consiga.

JAMÁS se debe vender la piel del oso antes de cazarlo, te arriesgas a que te llamen idiota, mentiroso, y lo que es peor, IRRESPETU-OSO.

2 comentarios:

Lay dijo...

Ramón, el que algo quiere......
Saludos.

Anónimo dijo...

Lo que dices no lo dice tu cabeza, lo dice tu cuerpo, como te sientes y si es así, a muerte a por Troya, "procura que no te pille el arquero" (Tu cabeza).