jueves, 18 de junio de 2015

¿Estresado? Pregúntale al gato.

Todo el mundo sabe o cree saber que practicar deporte es sinónimo de salud.
Infinitas demostraciones de que esto es así lo confirman, a pesar de que existen muchas formas erróneas de practicarlo y convertirlo en perjudicial. Pero esto es como conducir un coche, que es práctico e inofensivo hasta que te saltas las normas de seguridad.

Lo curioso es que, utilizando otro símil, con lo bueno del deporte, sucede como con lo malo del tabaco. Que todo el mundo sabe que es malo, pero pocos quieren saber a ciencia cierta hasta cuanto llega el mal que les hace.
Hoy voy a la parte buena de la peli. Uno de los beneficios del deporte.

El deporte no solo previene de una mala salud, sino que además es capaz de tratarla. El estrés es un buen ejemplo.
Se puede explicar de muchas formas, pero me gusta especialmente una que leí no hace mucho y que aclara bastante el asunto, aunque sea de un caso concreto. Un caso curioso.

En los años treinta un fisiólogo norteamericano estudiaba el efecto que provocaba el estrés sobre los gatos (entonces ni existía la denominación ni se consideraba el estrés como enfermedad).
La musculatura intestinal empuja los alimentos hacia el ano y este señor, mediante Rayos X, comprobó que cuando los gatos se estresaban, la musculatura implicada se debilitaba y esto a su vez provocaba estreñimiento "gatuno".

Todos conocemos la especial y beneficiosa incidencia de la actividad física sobre estados de ansiedad.

Moraleja.
Haz deporte. Hazlo con control y con sentido común, y no solo conseguirás un punto más de sosiego en tu vida sino que además, visitarás el "trono" cuando toca y no cuando los nervios quieran.

Y si no... que se lo pregunten al gato.

viernes, 12 de junio de 2015

"Me doy con un martillo en la frente y luego me tomo algo para que no me duela".



Esta va a ser larga. Creo que el motivo lo merece y si pretendo ser considerado, aviso desde ya y animo a leerlo solo a aquellos que realmente les pueda interesar.
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Alargo el hilo de un comentario escrito en facebook sobre el uso de ibuprofeno en competición.
Aparte de expresar libremente mi opinión al respecto, también argumento mis motivos para no usarlo.
Empiezo diciendo que la salud para mí es algo prioritario en todos los ámbitos y muy especialmente en el deporte.
Trato sobre un medicamento. Y trato también sobre la sensatez de escuchar antes la opinión de un profesional de la medicina que de ninguna otra persona.
Por supuesto, si esa persona aparece y tiene más o mejores conocimientos que los médicos, también estaré dispuesto a escuchar y llegado el momento a cambiar de opinión si me convence.
En primer lugar, debo decir que no tengo nada en contra de alguien que lo use cuando lo crea conveniente, de forma correcta, y en esa forma entra el "cuando" y el "porqué".
IBUPROFENO = FÁRMACO
Hay que empezar por una obviedad, que paradójicamente, es la primera que aparentemente se pasa por alto: El ibuprofeno es un MEDICAMENTO.
Se puede comprar en cualquier farmacia sin receta alguna. De la misma forma que vas a una tienda de deportes y compras tres barritas de frutas del bosque. Hasta ahí, todo bien.
Aunque ya aquí, aparece la primera cuestión:
¿por qué, si es algo tan normal, natural y beneficioso para la práctica deportiva, no tenemos ya empresas de nutrición que incluyan en sus productos una buena dosis de producto antiinflamatorio? Geles de limón con ibuprofeno.  Barritas de plátano antiinflamatorias...
Lo que no voy a hacer va a ser meterme en el sembrado de la moralidad o inmoralidad. No llego a pensar que tomar un antiinflamatorio sea una forma de trampa o algo así. Ni son productos dopantes, ni tampoco creo que el beneficio sea tanto como se quiere hacer creer. Estoy convencido de que la balanza entre beneficio y daño caería más sobre lo segundo.
Pero por supuesto, ni todos moros ni todos cristianos.
Vamos a empezar diciendo hasta donde llega "mi moralidad" para no dar lugar a engaños ni malentendidos. Yo he tomado y posiblemente tomaré Ibuprofeno. En mi casa, no en competición. Y ese es el tema que trato.
Mi post y también este comentario van dirigidos y enfocados a la mala información que lleva a la mala práctica y esta a la mala salud.
Si hiciésemos una encuesta entre todos los deportistas populares que toman con asiduidad antiinflamatorios durante una prueba deportiva, me atrevo a asegurar que la mayoría diría que lo toma por consejo de otros y por tener claro el beneficio como inhibidor del dolor que este FÁRMACO tiene. Sin embargo, dudo que muchos me pudiesen decir también cuales son los efectos negativos que puede tener en el organismo su uso indiscriminado.
Y ahí radica, a mi entender, el verdadero problema. La falta de información.
Habrá muchos que sepan lo que deben hacer, pero me cuesta creer que a tantos otros o más, sin más información que la parte "buena" del asunto, no piensen: "oye, pues si tomo una para que no me duela mucho, con dos o tres no me dolerá nada" o " si tomo una a las 4 horas de carrera, a partir de ahí habrá que mantener con una más cada media hora...". (porque el dolor en una prueba de larga distancia si hay algo que no hace, es ir a menos durante la misma).
Es entonces cuando no hablamos de uso sino de abuso.
La creencia de que esto es algo normal, algo no perjudicial, algo incluso necesario, abre la ventana al uso indiscriminado y ahí está el peligro.
Y repito que hablo de aquellos que creen a pies juntillas lo que les dicen y no se informan mínimamente. Porque insisto, hablamos de un fármaco cuyo mal uso acarrea problemas vasculares, de hígado y riñones.


LOS MOTIVOS DEL USO.
Habrá muchos, pero me quedo con los que más conozco y me he encontrando durante años en deportistas de todo tipo de nivel y circunstancias.
"Los tomo cuando aparece el dolor tras horas de esfuerzo, para mitigar el sufrimiento".
"Los tomo porque tengo una tendinitis que apenas me ha dejado entrenar con normalidad y he de competir".
"Los tomo porque me han dicho que son buenos para el rendimiento...".
Correr largas distancias, ya sea trail, ironman u otras disciplinas, no está demasiado cerca de lo que podemos entender por deporte salud. Los entrenamientos y la exigencia de la propia prueba, pueden ser muy perjudiciales. Posiblemente, (no sé hasta que punto, pero lo imagino) sea tan perjudiciales algunas palizas o la suma de estas que usar medicamentos sin prescripción de un profesional durante la práctica deportiva.
Pero, ¿y?. ¿En la comparación lo vamos a justificar?
Y ¿desde cuando algo deja de ser malo porque hay algo aún peor?


EL DOLOR.
Para mí, el dolor es algo bueno. Desagradable, por supuesto, pero bueno y necesario.
En deporte, el dolor indica hasta donde y hasta cuándo.
Pero voy a usar un copia y pega que lo explica mejor que yo:
"La función fisiológica del dolor es señalar al sistema nervioso que una zona del organismo está expuesta a una situación que puede provocar una lesión. Esta señal de alarma desencadena una serie de mecanismos cuyo objetivo es evitar o limitar los daños y hacer frente al extrés".


¿EL PRECIO? UNA BARBARIDAD.
Sesgar una información es escoger la parte de esa información que interesa hacer saber, apartando el resto al no mencionarlo. Eso no es mentir, pero a veces una verdad a medias puede hacer más daño que una mentira completa.
Por lo visto, está bastante extendido el uso de estos fármacos entre deportistas, a la par y por el contrario, lo que casi nadie se hace es un RECONOCIMIENTO MÉDICO por cuenta y voluntad propia para saber el estado de salud de su organismo a todos los niveles. Nos esperamos a que la prueba en concreto te exija ese reconocimiento. (Esto en triatlón ni siquiera existe).
Una prueba completa con analítica, electrocardiograma, ecografía y radiografías incluso, puede ir de los 100 a los 150 euros, dependiendo del lugar. (y aunque fuesen 300, pues el precio de tu salud lo pones tú).
Una barbaridad. Pensarán muchos.
Pagamos inscripciones desorbitadas, cambiamos material de buen uso por tener la novedad de lo mismo y al bolsillo no le duele. Viajamos en avión y cambiamos el color de la bicicleta comprando una nueva. Eso sí que es una barbaridad si de comparar se trata.
Tomar ibuprofeno si se tienen problemas cardiovasculares puede llevarte directamente a la muerte.
 Pero claro, si no voy al médico, no me dirá que tengo ese problema, por lo tanto mientras no vaya, no lo tengo... (también cabe la posibilidad de que yo sea el único inmortal de la humanidad...).
Una enorme contradicción.
"Me doy con un martillo en la frente y me tomo algo para que no me duela".
Somos deportistas, y además competimos. Darnos con el martillo es casi el pan de cada día. A veces te das más de la cuenta y aparece el problema.
Absolutamente todo lo dicho, es más que una opinión, una opción.
La resumo en que mi cuerpo está ya lo suficientemente machacado como para sumarle posibles daños. En efecto, demasiados sobreesfuerzos sigo haciendo. Restar daños es el camino, no sumar.
Y tapándolos no se resta. Personalmente, no creo que tenga mucho que ganar y sí bastante que perder.


Como digo siempre: Mañana te dirán que un desmayo me ha dejado en el sitio. Y pensarás que para qué tanta advertencia y tanta historia...


No estoy aquí para no morirme. Morir le da sentido a que viva y me guste hacerlo. En las mejores condiciones posibles.
No estoy libre de padecer un cáncer de pulmón, por ejemplo. Pero sí que he evitado que la causa sea el tabaco, pues jamás he fumado y sé que no lo haré nunca.

martes, 12 de mayo de 2015

A veces, veo cosas... veo deporte hasta en la sopa...



 Menos mal que estoy vacunado y lo disfruto a cada instante.

 Así, en fechas recientes, un fin de semana completo con Quedada de Trail, otro con una buena carga de kms de cara a Camí de Cavalls (esto me lo comí solito), luego la Nogalte Trail Extreme (lo de Extreme pasó de ser un nombre a una realidad con el calor que tuvimos...).

 Luego vinieron las charlas sobre triatlón en el Colegio Sagrado Corazón y pocos días después...... casi sin comerlo ni beberlo, me vi en otra metido... poco hice, pero disfruté como un crío recordando mis tiempos en la escuela de ciclismo. 

 Se celebraron durante el fin de semana pasado dos días de ciclismo puro, porque no se le puede llamar de otra forma. Ciclismo adaptado para personas con distintas capacidades (que no discapacidades) y exhibición de escuelas de ciclismo de Murcia.
Algún botellín de agua dimos y algún bocadillo, entre
Manuel Gonzalez Aguilera y un servidor, sobre todo él que estuvo todo el día al pie del cañón. Lo mío solo fue un rato... el justo y necesario para comprobar que los bocadillos estaban bien hechos... . 


 Un día estupendo el domingo. Mucho deporte en mi pueblo casi cada fin de semana.
Cómo ha cambiado el tema desde mis años mozos a este respecto.



MOSCAS COJONERAS.
Lo que no cambia, por desgracia, es la actitud de algunos "padres" y "técnicos" con críos a los que aún les faltan muchísimos años para formarse, no ya como deportistas sino como personas. Gritos sin sentido, aspavientos e indicaciones a los menores que poco o nada tienen que ver con consejos tácticos sobre ciclismo. Se ven aún, y en mi época ya sucedía, frentes brillantes de sudor y enrojecimiento donde casi se puede leer...:
 "ya que yo no pude o no fui capaz, tú... pequeño principiante, lo vas a hacer por mí y como soy quien soy, no me conformo con que aprendas valores, con que disfrutes del deporte y entiendas que la competitividad está bien si antes has aprendido a tener respeto por los demás. No me conformo con eso ni con que seas un "mindungui" del deporte el día de mañana, yo quiero que seas Indurain y me saques de la miseria...". 

 
Curiosa especie esta, que no acaba de entender que hay miserias humanas que son como las moscas cojoneras, que no se las quita uno jamás de encima, por muchos Tours o Roland Garros que gane su hijo/a.
Y la frustración es de las peores.


 Por suerte, en la mayoría de los casos esto no sucede y quien cree hacerse notar gritando entre la multitud por demostración de sabiduría, acaba enterándose de que en realidad lo hace por idiotez y si la gente no lo mira más, es simple y llanamente por vergüenza ajena de ver a alguien con tanta miserable y cojonera mosca sobre él.


 Este no era el tema de comentario pero..., no pude evitarlo, mire usted.

lunes, 11 de mayo de 2015

El tiempo vuela... o eso dicen. Tral Menorca Camí de Cavalls.

Dicen que el tiempo vuela... y a veces hasta tienen razón.
El próximo viernes hará un año que me planté en la salida de una de las pruebas que más me han marcado. Tanto que, este año vuelvo...

Es de esas pruebas donde no te planteas durante el recorrido eso de "qué diablos hago yo aquí¡¡¡" o... "la termino porque ya me he puesto... pero no vuelvo".
...
Es difícil de describir. Tardé en completar los 185 kms que bordean Menorca 23 horas y 15 minutos, fui a ratos bien, pocos... pero los tuve; sobre todo cuando me ví llegar al 100 con más energía de la que esperaba; también corrí con la luna llena, pasé junto a caballos que campaban a sus anchas. Pisé casi todas las playas de la isla, bosques y pueblos costeros. Disfruté de los voluntarios y de corredores de otras distancias con los que coincidía. Me pareció increíble pensar por un momento que llevaba 150 o 170 kms y podía correr... y no lo pensaba demasiado porque me daba vértigo. 
 
Pero la noche se me hizo dura, eterna. Pasé frío, de ese que no te quitas de ninguna forma y solo esperas que se vaya pronto. Pasé sueño, de ese que te cierra los ojos a pesar de ir trotando o caminando rápido y ves que te sales del sendero. Pero luego sucede lo que sucede siempre cuando las cosas se ponen feas y crees que eso no se acaba, sucede que amanece y la carrera, como la vida, cambia. Y tú sigues corriendo.


¿cómo no voy a volver... aún sabiendo que a pesar de todo, todo me salió bien, demasiado bien hace un año y que lo normal es sufrir y penar un poco y cada vez más desde la misma salida?

 Pero... ¿cómo no voy a volver? si con algo de fortuna consigo alejar a los problemas de mí, es posible porque ya lo he vivido, volver a ver salir el sol mientras sigo corriendo. 


 El
Trail Menorca Camí de Cavalls no lo veo como un reto, aventura y mucho menos como una competición. Es un viaje. Un viaje de 44 años que se resume en veintitantas horas.