miércoles, 20 de octubre de 2010

CRÓNICA DE UN SUEÑO, DE ESOS QUE SE CUMPLEN.

DIA 6. SABADO 9 DE OCTUBRE DE 2010. DIAS DE IRONMAN. HOY TOCA HAWAII.
 Escribo en presente, pero ya es domingo, ayer competí y grabé todo en la mente y más abajo, hoy toca grabarlo en papel.

"Ha llegado el día, ése gran día que tantas veces ha resonado en mi interior y cuyo nombre no se gasta a pesar de usarlo hasta la saciedad. Ha llegado el día de hacer, el Ironman de todos los Ironman.
No voy a dejar de hacer esto como siempre lo soñé, a mi manera, extraña para muchos, posiblemente hasta tonta e inverosímil, pero es la mía, es como yo quiero vivirlo y sentirlo... no llevaré más que un pantalón-culotte para nadar, gafas y gorro; no llevaré casco aerodinámico en la bici; no llevaré pulsómetro; no llevaré cuentakilómetros... no quiero que nada de eso aparte ni un segundo mi atención del momento, porque algo me dice que cada momento aquí será el último y debo vivirlo con toda la "desnudez" física que sea capaz.
Dejaré que la prueba me guíe y me diga donde estoy y por qué estoy aquí.
No me preocupa equivocarme y hacer menos de lo esperado, porque hacer menos de lo esperado será no llegar a meta y eso no va a pasar.
Me he despertado a las 3 y al segundo me he dado cuenta de que esto ya está aquí, de que ya no hay marcha atrás y mucho menos ganas de darla.
Desayuno normal, como siempre, y el estado de nervios es aceptable, ni demasiado ni demasiado poco.
En el móvil de Inma, hay un mensaje de mi tío Jero que dice: Felicidades por tu carrera...¿?... y es que, aparte de no tener muy claro el desfase horario..., mi tío lo que tiene es una fe ciega en mí... Al rato, de camino a la salida, le llamo y le digo que gracias, pero que primero tengo que hacerlo...:-). Te quiero mucho Jero.

Al llegar al Pier, el ambiente es increible. A Inma y a mí nos cuesta encontrar la zona de marcaje. Nos despedimos pensando que no nos veremos más hasta la carrera; me marcan uno a uno los números en los brazos... el 1085 (el dorsal más bonito que me han dado nunca).

Desde ahí, vas caminando hacia boxes como si de un desfile se tratara. Vuelvo a encontrarme a Inma y, ésta vez sí, tras la foto de rigor nos despedimos.
Al segundo, me quedo solo y ésta vez sí que lo noto; dejar a Inma al otro lado de la valla, en ésta ocasión, se me ha hecho más dificil que en otras. Ella es el 50% de mí y de todo lo que hago... a menudo mucho más. El equipo somos dos y, a esa otra mitad, le toca ahora sufrir su particular ironman, a veces tan duro o más que el mío.
Esta experiencia no borrará las penas que compartimos, pero nos hará mucho más fuertes y saldremos adelante, y lo haremos como siempre porque así tiene que ser.

Esta vez no ha sido solo compartir la ilusión de la prueba y del viaje, sino también la del proyecto Adica; de hecho, fue Inma quien propuso la idea de los nombres en la ropa.

La veo ilusionada y parece tranquila, pero esto último no me lo creo demasiado.

Al llegar a la bici, prepararla es cosa de dos minutos, ayer olvidé quitarle el aire a los tubulares, están bien y una cosa menos que hacer. Dejé gomas preparadas para la comida y solo debo poner los bidones.

Antes de alejarme de allí, hago un repaso mental de su situación, la de las bolsas y el recorrido a realizar dentro del Pier, está todo muy amontonado, pero el recorrido es largo y enrevesado de una cosa a otra.

Un punto de motivación, y tranquilidad extra, lo obtengo justo en el momento en el que veo y me acerco a Jordi Reig. Nos deseamos suerte y me aconseja que disfrute, solo eso. El conoce y ama ésta prueba mucho antes que yo y, al menos ahora que la estoy viviendo, soy capaz de entender y de reconocer que, hace años, entendí por ceguera lo que era ilusión. No puedo pretender que la gente entienda mis sueños y mi manera de soñarlos, si no hago yo lo mismo con los demás. "Disfruta, dijo; descuida, lo haré... contesté".

Son las 6:30 de la mañana, oigo el cañonazo de salida de los pros cuando estoy bajando los escalones hasta el agua.

NATACIÓN:
La salida está a unos 100 mts de la playa. Tengo el agua hasta la cintura y dejo pasar todo el tiempo posible antes de nadar, para no congelarme. Ni siquiera llevo top, así que el pecho se me enfriará rápido.
Caliento los brazos y la gente, que sigue entrando en oleadas de decenas, acaba presionando y me empuja más hacia dentro, termino nadando hacia la salida unos 15' antes del cañonazo. Nada más llegar, los dientes empiezan a chascarrear... los míos y los de todos.

Al momento, tengo la sensación de estar metido en medio de la película Titanic, en la escena donde, una vez hundido el barco, solo asoman cabezas asustadas y gente tiritando. Nos amontonamos y es dificil mantenerse a flote, todo son patadas bajo el agua.

Cantan en directo el himno estadounidense y, al momento..., el cañonazo de salida.

Comienza mi ironman. Comienza el sueño.
Se acabó tiritar de frío, ahora toca sudar de verdad. La salida es un completo desastre, la línea no la delimita una cinta, sino montones de voluntarios sobre tablas de surf, contra los que chocas sí o sí... ya hay montonera y llevo media brazada.

No me da tiempo a poner el crono en marcha, pero, da igual, salgo todo lo rápido que mis brazos pueden.

El agua está, como toda la semana, con mar de fondo, se mueve y no paras de subir y bajar. Las boyas solo se ven cuando subes.
La natación es simple, casi 2 kms hasta un barco y una boya, dos ángulos de 90 grados y la vuelta idéntica.

Cuando llegamos al catamarán, miro el reloj y son las 7:33', esto me anima, pues sabiendo que la vuelta será más lenta, solo haré entre 3' y 5' más que con el neopreno.

Pero entonces, empieza la fiesta. El gemelo izquierdo intenta subirse una y otra vez... ya me ha despertado alguna noche últimamente y, a pesar de estirar cada día e hidratarme todo lo posible, parece que no quiere. Supongo que esto ya es cuestión de fatiga acumulada durante el año.
Tengo que ir apartándome y parando cada pocos metros para estirar y relajarlo... no quiero que se contracture porque, entonces, arrastraré el dolor todo el día. Las primeras veces me pongo nervioso, mucho; pero, luego, consigo sosegarme repitiéndome continuamente donde estoy y a qué he venido. No pasa nada si pierdo tiempo, hoy no es día de concentración únicamente deportiva, hoy es mucho más.

Este "largo" se ha hecho eterno, me siento agotado... el Pier no llegaba nunca. Al salir, la mezcla de griterío de la gente, la megafonía y helicóptero, te hace olvidar pronto lo pasado y seguir hacia delante. No sé el tiempo, pero debe haberse disparado hasta el infinito y más allá...
Salgo rápido del agua, cansado pero no mareado, corro hacia las bolsas y, una vez en la carpa, hago buen uso de los aseos... llevo una atragantada de agua del diez que, sumada a todo el líquido ingerido por la mañana, hace que la vejiga quiera explotar, soluciono el problema, pero solo momentáneamente.

El camino hacia la bici es largo y enrevesado, pero la encuentro sin problemas.
Me subo y es la locura... no sé cuanta gente animando habrá... pero eso, es la locura.

CICLISMO
Ya en las dos primeras pedaladas noto dos cosas: la primera, que el estómago me acabará reventando por culpa del agua salada, y la segunda, que las piernas no van como otras veces... era de esperar...será el cansancio, los nervios o el poco pedaleo de las últimas semanas... ahora da igual la razón, hay que hacerlo y ya está.
Salimos de Kona y ya rodamos por las interminables rectas y toboganes de la Queen K.

Aparte de al acople, me agarro a las dos o tres ideas fijas y básicas para estos 180 kms de Hawaii que no conozco: llevar soltura siempre, no tengo la energía de otras veces y toca abusar de desarrollos fáciles, perder unos minutos por ello, no me parece mala apuesta, lo que quiero es correr bien.
Coger agua siempre en cada avituallamiento, tanto para beber como para darme continuas duchas para que la temperatura corporal no suba.
Y disfrutar, disfrutar lo máximo posible. No empecinarme en mantener un ritmo o un desarrollo fuerte.

Sobre la milla 25, al poco de salir, el estómago no puede más y decido que así no debo seguir, vomito absolutamente todo lo que llevo dentro, pero sin dejar de pedalear. Al momento estoy como nuevo. Ya puedo comer y beber con normalidad. Ya no habrá más problemas estomacales durante el ironman.

Mucho plato pequeño y fina lluvia antes del giro en Hawi. El viento de costado arrecia y mantener la verticalidad es tarea casi imposible.
Hay que soltar el acople y agarrarse fuerte al manillar, bajas toboganes a mil con todo metido y el viento quiere sacarte de la carretera. Tengo claro que, por más que sople, yo no me voy a caer, pero dudo que los que dejan de pedalear o pretenden llevar cadencia, mientras los adelanto, no caigan (al final, fueron muchos) y me arrastren. En esta situación, la cadencia alta o dejar de pedalear son cosas que jamás se deben hacer.
Foto realizada por Inma en la Queen K, dias después.

Otra vez, en las rectas eternas de toboganes inmensos, en los que pedaleas y cuando miras al frente, allá a lo lejos, la carretera se vuelve un espejismo... está ardiendo y las figuras de los que te preceden, se pierden, se doblan y hasta desaparecen en ése fuego.

El calor es fuerte, pero el viento, que ahora viene del mar, refresca un poco la piel.
La vuelta a Kona se hace dura y tediosa. Con urgencia, la mente se pone a trabajar buscando puntos de apoyo para seguir atento, para no bajar el ritmo, para aguantar; y me aparece la gente de mi casa del norte, Juankar dándome consejos de tranquilidad, su hermano Alberto y Gabi diciéndome que disfrute, y el Urbiko ilusionado por un Urbiko que no es vasco.

Si el ambiente en la T1 era la leche... en la T2 ya no tiene nombre... me siento como si fuese yo el primero en aparecer.

No sé qué tiempo llevo ni a cuantos puedo haber adelantado... desde luego, me da a mí, que a menos que otras veces.
Me cogen la bici e intento correr descalzo rápido, pero tengo las plantas de los pies machacadas del pedaleo... espero que una vez calzado esto cambie.
Me cambio y vuelvo a pasar otra vez por el aseo... esto es así, lo que no sudas lo has de mear...

MARATÓN.

Se compone de dos bucles, uno de unos 15 kms que se hace en Alii Drive, ida y vuelta, y otro que se hace por la Queen K, también de ida y vuelta; y entre los dos está Palani, una calle en subida que se hace trotando, pero que te preguntas muchas veces si andando no llegarías antes arriba. Luego también se baja, a unos dos kms de meta. A Macca, ésta bajada, le ha valido su segundo mundial.

Ahora sí que pongo el crono, salgo corriendo y al poco estoy ya en Alii Drive... madre mía... decenas y decenas de personas animando como locos.

Durante la maratón voy controlando el calor y las sensaciones, no quiero volver a caer, en la segunda hora, como en otras ocasiones. Salgo más rápido aún que otras veces, pero voy cómodo.
Tras los primeros 15 kms, miro por una vez el reloj y veo que llevo 1h08', pero sigo sin notar decaimiento, cada vez voy más cómodo…. si me viera ahora Alfonso, si viera lo que ha conseguido después de tantos años…
Por primera vez desde que hago ironman, no siento la necesidad de pararme ni un segundo en ningún avituallamiento, me lo voy echando todo encima, pero no me molesta.

Una vez en la Queen K, vuelvo a mirar el reloj pensando que voy a hacer la maratón de mi vida, me veo pletórico y sin síntomas de caer... y, curiosamente, el tiempo va a peor... la dureza del recorrido y en especial Palani me están dando lo que merezco, ni más, ni menos.

Todavía queda media maratón, cuando Moisés, otro español, me pasa y me pregunta que tal voy, a lo que le respondo que "genial¡¡¡, voy a ser finisher en Hawaii, con dos... eso.."

A mí, poco a poco, se me va erizando el pelo de la piel, y, desde luego, alcanzo a entender que  de frío no es, precisamente.
Empiezo otra vez, como durante muchas fases de la prueba, a pensar y sentir... estoy pisando y corriendo por donde lo hizo el Team Hoyt... (quien me lo iba a decir, cuando mi amigo Jorge Gisbert me mostró aquellas imágenes en su casa... aquel padre y su hijo... aquella prueba de vida...) El día que deje de emocionarme, cuando vuelva a ver algo así, habré dejado de ser persona.
Siento como el sol me abrasa los hombros, los brazos, el cuerpo y pienso que así se sentiría Marc Herremans en su debut, cuando hizo top ten, y, años más tarde..., en silla de ruedas, cuando fue, sin duda, el mejor absoluto, al menos para mí.
Noto la fatiga e imagino la agonía de los Allen, Scott, Fraser, Reid, Hellriegel y tantos otros... veo que es de día e imagino correr por aquí de noche, como muchos cientos lo hacen cada año buscando la gloria, su propia gloria interior... y, curiosamente, por un momento, pienso que pensamientos parecidos, Pablo Cabeza, seguro que los tuvo. Y es que, al igual que él, creo más en el espíritu de las personas y de las cosas, que en las propias personas o cosas.
Foto: Último kilómetro de un sueño... o quizás el primero.

Soy incapaz de describir los últimos kms, no recuerdo sentir ningún dolor ni cansancio, ni tampoco ansias de ir más rápido.
Solo hay un último kilómetro mejor que el de tu primer ironman y es el de tu último ironman... y, el último, está aquí, en Hawaii.

A partir de ahora, ni sé ni me preocupa mucho lo que venga. Me conformaría con mantener la felicidad que me toque, que no es poca cosa.
Podría repetir estos últimos siete años, de pelea, lucha y sufrimientos consentidos frente a un ironman tras otro... quién sabe.

Pero hay algo que sí tengo claro… no voy a sentir ningún vacío tras esto, no voy a preguntarme eso de "y ahora qué?.. cuál es el reto?... cuál es el objetivo?.
Mañana seré el mismo, pero con un día más o menos de vida, y ese día puede ser el primero de cualquier cosa que me proponga, solo tengo que seguir preguntándome: ...y por qué no?

Ahora mismo, estoy cansado, mucho más de lo que nadie imagina; ...pero feliz, porque al menos, ahora ya si puedo asegurar que éste círculo se ha cerrado.

Los sueños solo se alcanzan soñando, solo así se entiende que uno de los recuerdos más intensos y bellos que tengo, sea el de aquella mañana, en la que, mientras corría por última vez antes de partir, la sonrisa se convirtió en leve risa sonora, y ésta pasó a ser una gran carcajada, una risa fuerte, inconsciente e incontrolada que me salía de dentro.


Ramón García.


A mis padres, que ya pueden estar tranquilos... su hijo está sano.




18 comentarios:

Morath dijo...

No comment, sin palabras... :-D

Guau!!!

Julio dijo...

Esa misma sensacion senti yo al entrar en el ultimo km del Desafio Doñana, eres un crack

Furacán dijo...

Grande!

Mac dijo...

Da gusto leer cosas como estas. He disfrutado mucho con la manera que tienes de expresarlo y con la forma tan particular que has acometido este IM.
Enhorabuena; en la distancia, y sin conocernos, sigues siendo un referente para algunos de nosotros.
Saludos,

3T OK FIT dijo...

Me alegra saber que aun habiendo conseguido tu sueño, mantienes la esencia de este deporte. Que gran lección de superación nos has dado. Ojalá algún año pueda experimentar la mitad de lo que tu has conseguido. 1 abrazo y enhorabuena

TRIGORD dijo...

No te voy a decir nada,cuando se me bajen los pelos que tengo como escarpias ya te dire.

ramón dijo...

He ido transcribiendo cuanto apunté día a día en un cuaderno. Estos días, el estado de ánimo, cuando lo revivo, se sube por las nubes, pero la felicidad del momento no es... no era completa hasta hace unos minutos,cuando me han comunicado que a mi bici, mi Cervelo, mi Excalibur, mi "niña"... ya la tienen localizada... casi seis días despues de no saber absolutamente nada... todavía tiene que llegar aquí, pero ya empiezo a ser persona.

Muchas gracias por vuestros comentarios, cada uno de ellos, dice mucho también de quien los escribe.
Rodrigo, Jose Angel, Furacán... y yo? qué os digo?
Julio, este es el encanto de la larga distancia... lo que cuesta recorrerla multiplica el placer de conseguirlo, sigue buscando ultimos kms.
Mac, la distancia y no conocerse, no es problema si pensamos de forma parecida. Gracias por lo que dices.
David, no busques experimentar más que lo que tu interior dicte, busca tus propios sueños y vívelos como te gustaría vivirlos, sin más, verás que al final, serán enormes o diminutos sueños para el resto del mundo, pero tuyos y solo tuyos.

Un abrazo

Cristobal Diaz Navarro. dijo...

Enhorabuena por la carrera y por la crónica, de diez, y ahora qué? ajajajaj año sabático o alguna prueba en mente? un saludo.

Pablo Cabeza dijo...

Emocionante. Ningún Hawaii será igual a otro.

La esencia de un ser humano son sus emociones y sentimientos, y esos se renovarán cada día de nuestra vida. Por eso todos queremos volver allí de nuevo; necesitados de autenticidad y plenitud, muchos la hemos encontrado, sublimada, en aquella isla, a miles de kilómetros.

Un abrazo!!

ramón dijo...

Gracias Cristobicas; pero para mí que no te has leido toda la crónica... y ahora qué?... qué pregunta es esa? :-D
Ahora, a seguir disfrutando, pero solo cuando y donde el cuerpo tenga ganas.

No lo sé, de verdad, solo estoy inscrito al Cabo de Gata, al Trail, para marzo, y es más que nada para no quedarme fuera, que este año me ha jodido no ir.

Pero solo eso, cuando vea que empiezo a ser persona (ahora estoy hecho un despojo), seguro que empezaré a mover ficha.

Un abrazo fuerte niño.

Pablo, no puedo decir nada, ya lo has dicho tu. Es así tal cual, y mira que me he pasado años dudando y sin entenderlo... ahora me tengo que tragar todas esas dudas que tenía sobre quienes entendían Kona como una verdadera meca... y no sabes lo que me alegra poder reconocer que estaba equivocado. Tenian razón, tenías razón.

Un abrazo Pablo.

José Antonio Marqués dijo...

Enhorabuena, campeón.
Un sueño realizado.

Isten dijo...

¡¡¡¡BRAVOOOOOOOOOO!!!!! Gracias por compartirlo con nosotros.

Daniel Hervás dijo...

Que grande, me alegro de corazón, te conocí en la charla del Titán y me conmovió tu historia y proyecto.

aja dijo...

Enhorabuena Ramón por cumplir tu sueño y gracias por esos momentos compartidos

ramón dijo...

Jose Antonio, gracias mákina, todos los nombres del top acabaron sudados de verdad, todos.

Dj, gracias a tí.

Daniel, me alegro que te gustara, y por cierto, si tienes paciencia y sobre todo eres capaz de abusar de la ilusión (sin convertirla en obsesión), serás finisher en 2011 o cuando quieras.


Fernando, gracias a vosotros, y desde luego enhorabuena también a tí, por el resultado, pero ya sabes, sobre todo por el esfuerzo y la ilusión que eres capaz de ofrecer a lo que te apasiona. Es para tomar ejemplo.

Un abrazo a todos.

Lay dijo...

Amigo, eres un puto crack, me alegro muchisimo amigo eres una grandisima persona(nos conocimos en el Titan) y mejor deportista, te lo pereces.
Un abrazo fuertisimo y enhorabuena.

inma pereiro dijo...

tu espíritu es muy limpio y muy bello. ke bonito lo k has escrito y qué pena me da que digas que es el último. por qué has tomado esa decisión? también me da pena no haberte podido seguir en esa carrera de obstáculos que fue hawaii para ti, pero tenías claro lo k querías. Eres un campeón. Felicidades

ramón dijo...

Lay, ojalá hubiese tenido un poco más de tiempo en la plaza de Zahara para que charlaramos un poco, a ver si se presenta pronto otra oportunidad. Gracias por lo que dices y piensas. Un abrazo.

Inma, tranquila mujer, no te apenes que no es como piensas, pero es que, incluso en el caso de que fuese así y la razón fuese porque tocaba ya, tampoco sería cuestión de sentirlo,de verdad.

Pero ya te digo, no creo que esto se haya acabado. Ahora estoy "chamuscao"... :-), pero muy tranquilo. Muchos de los que siguen este blog, saben que un día hablé de círculo cerrado, y fue nada más ganar mi primer y único larga distancia... bueno, digamos que un proceso ya había dado fruto y por ello, llegado a su fin.
Eso fue hace casi dos años.

Hawaii, es el final de otro proceso, o quizás el mismo, que muere y nace cada vez que le da la gana, cada vez que veo un sueño cumplido y al minuto deseo tener el siguiente.

No Inma, esto no ha terminado aún, mientras haya ganas, salud y vida, todo es posible.

Y eso de que no me seguiste en Kona... pues yo no lo veo así, vamos, que quitando la de los delfines, no nos perdimos ni una excursión... y durante la prueba, yo sí que te seguí (sigo pensando que lo que te estabas comiendo era un bocadillo del diez, pero bueno, si tu dices que era un sandwich...)

Ahora no me lo puedo dejar, más que nada, porque tengo pendiente una carrera cuesta arriba en un lugar llamado Waipio, con cierta Inma del norte, que me dió p'al pelo... subiendo aquella pared..:-D

Un abrazo