domingo, 17 de octubre de 2010

HAWAII. Mucho más que un ironman.

LA CRÓNICA QUE NUNCA IMAGINÉ ESCRIBIR.

Acabaré con la paciencia y con la resistencia de los lectores; de todo el que se atreva a leer semejante ladrillo; me quedaré con un contador de visitas más parado que el submarino de Isaac Peral en el puerto de Cartagena; a los valientes que se atrevan a intentarlo, no les quedará otra que tener una de aspirinas en una mano y otra de Almax en la mano restante para enfrentarse a tal martirio... pero lo voy a hacer, ¡vaya que lo voy a hacer! y que me perdone quien pueda y quiera... pero ya que dedico mi deporte, mis viajes, mis retos y todo lo que puedo a todo el que pueda interesarle... ésta crónica se la dedico a mi persona.

Dividida en dos bloques, la crónica irá cayéndo poco a poco, gota a gota, como el sudor por la frente. Un previo y mis dias por Hawaii, esas serán las dos partes.
(Mañana será día de colgar fotos, desde éste portatil no es que sea dificil, es que resulta imposible).

PREVIO.
Dos horas antes de partir.

...y empecé a sonreir primero, y poco a poco, la sonrisa se convirtió en leve risa sonora, y ésta, al mismo tiempo que mi cabeza pensaba, pasó a ser una gran carcajada, una risa fuerte, inconsciente, incontrolada y que me salía de dentro; era fruto aquello, de un estado de felicidad y nerviosismo difíciles de explicar...

Todo eso, sucedió el último día que me puse las zapatillas para correr por los mismos caminos de siempre, y sucedió cuando de pronto, me dí cuenta que aquel era el último de cientos, y que ya no quedaban más, en un momento dado dejé de mirar el reloj, y la mente se me fue a ése lugar desconocido y anhelado, a Hawaii... y supe entonces, que era cierto, que nada más llegar a casa, ducharme y comer algo, pondría rumbo hacia el sueño.
Ahora que todo ha terminado.
Hace dos semanas y un día de aquella experiencia. Ayer sábado 16, llegamos de Hawaii, una semana más tarde de haber terminado felizmente el IRONMAN.

Tal y como hicieron en el viaje de ida, me han vuelto a perder la maleta de la bici, y esta vez la cosa pinta peor, pues no me dicen donde puede estar. Ayer me tuve que venir de Madrid sin ella y dos días sin dormir atravesando casi medio mundo no me han dejado tan mal de cuerpo como el trayecto en coche hasta mi casa.
Hemos dormido 12 horas seguidas y seguimos con sueño, pero tal y como prometí, hoy lo dedico casi integramente a recordar y mostrar.
Lo sucedido.

Por más vueltas que le doy, soy incapaz de ordenar las cosas de tal manera, que resumidas, reflejen fielmente cuanto ví y sentí, pero dudo también, que por muchos cientos de líneas que escribiera, consiguiera tal cosa.

Como dije, escribí cada día (excepto el del propio Ironman), cada detalle y cada cosa sucedida, para que, cuando sea un poco más mayor, y la memoria me falle tanto o más que las piernas, haya algo que me recuerde, las cosas importantes que puede uno llegar a ver, si sabe abrir bien los ojos.

Gracias por ser así.

Casi hasta el último momento antes de partir, el proyecto Adica en el Ironman de Hawaii, no me dejó pensar más de lo necesario en la prueba, y esa fue mi suerte.

Dos días antes del primer vuelo, un jueves por la tarde, viví uno de los momentos más intensos y felices de mi vida. Algo que me sobrepasaba, algo increible.

Esta maravilla de gente, quiso despedirme y darme fuerzas para ir a ése sitio tan lejano que no conocen... a hacer eso tan difícil y complicado de lo que no tienen mucha idea de qué es... pero que saben que es importante, que lo es para mí y que si quiero llevármelos/as, entonces también lo es para todos ellos/as.
La crónica de un sueño, no puede ni debe ser solo un montón de números de tiempos, puestos y medias.
 Habrá quien quede defraudado por que mis primeras impresiones no sean puramente deportivas, contando tal cual como fue la prueba y todo lo que la rodea; pero quien ya me vaya conociendo sabe de mis prioridades y esto es una de ellas.

Antes de irme dí gracias a todos los que colaboraron con éste proyecto, repentino y apresurado proyecto, motivado por la necesidad de echar una mano económica para el mejor desarrollo posible de la asociación Adica, pero sobre todo, creado para que todos conozcamos un poco más la realidad del éste mundo que nos toca vivir.
Adica es grupo de personas con discapacidad, y un grupo de personas que ayudan a esas otras a vivir y a normalizar ésa vida integrándolos poco a poco entre todos nosotros, los que supuestamente no tenemos discapacidades.


Más de setenta.

Finalmente fueron más de 70 los ingresos recibidos, de los cuales, casi un tercio iban integrados en un grupo, en un solo nombre.

Partiendo de cero, la colaboración y el cariño recibido es más de 70 veces más grande de lo que podíamos imaginar. Gracias de corazón en nombre de ADICA, y en el mío propio como "puente de enlace".

En la charla que dí en el Titán, hablé mucho, es cierto, pero me quedó mucho también por decir, y entre otras cosas, me quedó decir que cualquiera de vosotros, de los que leéis esto, seguramente tendréis en vuestro pueblo o ciudad, un grupo o asociación parecido a Adica, o una ONG, por ejemplo.
Todo el mundo puede hacer un poco, solo un poco es muchísimo.
El deporte, en su esencia, refleja salud y concordia entre las personas, es posiblemente uno de los mejores escaparates y herramientas de integración y normalización que pueda exisitir.

Acercaros, no lo dudéis, no penséis tanto en lo que vais a ser capaces de ofrecer, porque por mucho que dierais, sois vosotros los que vais a recibir más a cambio.

Cuando empiezas a pensar de vez en cuando en otros, y en sus problemas, empiezas a olvidarte de los tuyos, y la vida empieza a tener otra cara. Las cosas parecen más fáciles y sobre todo, más valiosas.

Mirad, lo único que yo he hecho, ha sido poner un enlace en mi blog y llevar el logo en la ropa, solo eso... el resto, ha venido solo y además lo ha hecho como "agua de mayo".
Una pena.


Sólo me queda una pena cuando pienso en todo lo sucedido, en toda esta experiencia y en éste encuentro con ellos, que paradójicamente, ha desembocado en encontrarme y conocer a otras muchas personas y colectivos, a mucha buena gente; y la pena es no haberlo hecho antes.

6 comentarios:

Morath dijo...

¡¡¡Tranquilo muchacho!!!

Jejejeje, es difícil hacerse idea de la cantidad de emociones que se pueden llegar a acumular en esas dos semanas y un día y como encima hayas ido registrándolas día a día... uffff, debes tener más tomos que la Enciclopedia Británica :-D
Tú no te atores y ve dejándolo salir gota a gota, poquito a poco, contando lo que te vaya saliendo y, sobre todo, paladeándolo según lo escribes, que seguro que muchos haremos acopio de esas ayudas externas con mucho gusto si vemos que las necesitamos para seguir tus andanzas hawaianas :-D

Lay dijo...

Bueno pues a esperar esa croniquita que nos vas a ofrecer.
Espero que la bici aparezca si no valla putada gorda.
Otra vez mis Felicidades de antemano.

Javier Morilla dijo...

Ramón, no sabes cuanto "alumbran" tus palabras en alguna cabecita que otra...la charla del Titán, conocerte y leerte están sirviendo para forjar una idea que si todo sale bien, verá en breve la luz. Me quedo con tu "seguramente tendréis en vuestro pueblo o ciudad, un grupo o asociación parecido a Adica, o una ONG, por ejemplo"...te contesto: seguramente NO, SEGURO ¡¡¡ :-)

Tonino dijo...

Que grande que eres Jefe!!!! Sigue así,y que nada y nadie te cambie.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Escribe, escribe. Tú desahogaté bien, tómate tu espacio, sin problemas. No quisiera yo verte con unas cervecitas delante, tiempo disponible y las cosas sin contar... Tú aprovecha, descarga esa mente y luego ya me haces un resumen en directo. Ale, ale, que mira cuanto espacio tienes!
(Tengo ganas de verte, amigo)

ramón dijo...

Un saludo a todos.
Ya veis que la crónica va cayendo poco a poco.

Javier, mantenme al día sobre eso, porque desde ya te aseguro que me estás dando una alegría.

Nene, Antoñico... si da igual, si sabes que por mucho que diga...siempre me queda más y más...