miércoles, 29 de agosto de 2012

Nuevos escenarios de entrenamiento como forma de estímulo.

"... dejé de correr un instante. Me detuve sobre la tierra húmeda y el musgo... y tuve que pensar. Llevaba varios minutos sin hacerlo. Solo corría. Solo respiraba el aire helado de aquella mañana de diciembre.
Paré en seco, porque me dí cuenta que corría sin rumbo, por un lugar desconocido y no tenía claro cuanto tiempo llevaba haciéndolo.
Era un bosque no muy grande, pero sí frondoso y a tramos hasta oscuro.
En tres segundos paré, pensé y continué mi marcha. No quise dar la vuelta. Pensé que, a mi pesar, pronto acabaría el bosque, mi correr y la mañana.
Me propuse de nuevo, desconectar de todo y dejarme llevar solo por aquel trote cochinero, ese que llevo siempre que voy a ninguna parte y no quiero que el día se acabe".
Todo esto sucedió en un pequeño bosque de la campiña inglesa, hace años. Y de la misma forma, me ha ido sucediendo allá por donde voy y puedo sumar al total de mi equipaje, unas zapatillas de deporte.
Cambios de "hábitat".
Son esos nuevos escenarios, ese aire distinto, esa tierra que nunca antes he pisado, los que me hacen recuperar fuerzas y ánimos. No importa tanto el ritmo que lleve, ni cuanto hago o cuanto tardo. Solo me concentro en disfrutar y en intentar... "concentrarme poco".
FOTO 1: Hace una semana, en el observatorio de Calar Alto a más de 2000 mts de altura.
Todos sabemos que el cuerpo no funciona si la mente no le empuja, pero a menudo olvidamos que a la mente, lo que le fatiga es la monotonía.
Los lugares de entrenamiento, tienen mucho que ver en este aspecto.
FOTO 2: Con Juan Bastida, acumulando kilómetros, pero sobre todo experiencias. Se trata de mejorar y madurar de aquí a la vejez. No hay carrera ni objetivo que supere a eso.
Mediante el entrenamiento físico buscamos constantemente adaptaciones al esfuerzo y lo hacemos aplicando una y otra vez cargas que estimulen esas adaptaciones. Pero, ¿y el estímulo psicológico? ¿como entrenarlo?
No se trata tanto de entrenar, sino de comprender, de dejarse llevar y de acumular sensaciones positivas durante la preparación.
FOTO 3. Tranquilidad y sosiego. Respirar y disfrutar del momento. Entrenar porque sí y no buscarle ningún motivo.
Entrenar para competir mañana o entrenar para mejorar siempre...
Es dificil explicar esto a aquellos que piensen solo en términos del entrenamiento sólo de cara a una competición/fecha concreta. Mi propuesta va más allá, más allá de las prestaciones finales, ya sea en tiempos o en puestos en dicha competición. 
Se trata de buscar una mejora constante e ir pasando por encima de las competiciones, disfrutándolas pero entendiéndolas como herramientas de motivación o pequeños caramelos que premien nuestro paso por los ratos menos buenos que toda preparación conlleva.
Estímulos.
Pongo un ejemplo claro de qué hablo cuando hablo de estímulos. Es fácil pensar en esa sensación de ganas, ímpetu y "motivación" que tiene uno el día de estreno de bici nueva... parece uno mejor y el cuerpo tarda en fatigarse... pero claro, esto... sobra decir que es algo efímero, como estímulo supone algo caro...
Sin embargo, el cambio periódico del lugar de entrenamiento y por supuesto, la incorporación de diferentes sesiones de entrenamiento, si que repercuten directamente en la mente y por ende, en el cuerpo.
Tras pasar tres cuartas partes de mi vida entrenando y encontrando mucho más placer y "resultados" anímicos en la preparación que en la propia competición, tengo claro que cambiar de "hábitat" no solo es aconsejable, sino necesario.
Así lo entiendo y así lo llevo haciendo desde hace años, tanto con compañeros durante muchas "semanas santas, puentes y fiestas de guardar" y desde hace tiempo, como no, con los deportistas a los que asesoro.
FOTO 4: No siempre mejoraremos por cada pedalada que demos, sino por cada respiración profunda que hagamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Ramón! Desde hace ya varios meses te sigo en tu blog, después de verte en el DLD de Sueca, y estas fotos me han recordado la etapa que me hice el año pasado en la Sierra de los Filabres. Buen puerto el de Calar Alto, pero si de verdad quieres disfrutar de un coloso, te sugiero que hagas la subida a Velefique desde el pueblo de ese mismo nombre, porque es espectacular. Mira, aquí tienes la etapa que hice con unos compis de Valencia, que coincide con la etapa reina de la vuelta a españa de hace tres o cuatro años:
http://www.tracks4bikers.com/tracks/show/29773

Un saludo!!

Miguel Angel Silvente Pérez