lunes, 31 de diciembre de 2012

Si las intenciones tuviesen cara...

Si las intenciones tuviesen cara... la cara de la esperanza solo podría dibujarse con una sonrisa.

Llevo cuarenta y dos años preparándome para esta carrera, la carrera de hoy.

Y viendo lo bien que me han salido los entrenamientos en todo este tiempo, he decido correr con la misma ropa de siempre, la de todos los días, y dejar los disfraces para los dias nublados, los días de mala sangre y los días de lágrimas que uno no busca.
Espero que esos disfraces se pierdan. Que se los lleve el viento.

Mi pueblo... final de año... dorsal de por medio... La cuota de inscripción donada a UNICEF... qué más se puede pedir...

Ha salido perfecta. Pocas como esta, pocas... pocas. El objetivo se ha conseguido y el esfuerzo no ha sido poco.

He calentado todo lo posible y lo mejor que sé. He estirado los músculos de la cara y dispuesto me he dirigido a la salida.

He visto sonrisas a mi paso, sonrisas antes y sonrisas después. Sonrisas. Y lo mejor de todo era que provenían de todos tipo de niños, de menos de diez años... de más de treinta...

 Me han parecido pocos los cinco kilómetros con dorsal, y más escasos aún los minutos previos y posteriores, pero ha valido la pena.

Esta es la prueba de lo que digo.

Sí, lo he conseguido, mi carrera y mi esperanza. Sonreir y que todos lo hagan.
Feliz año.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un abrazo Ramón... A pasar buena noche y k tengas un mejor 2013.

ramón dijo...

Creo que... de lo mejor que le puede pasar a uno es que un anónimo le diga cosas así.

Pues anónimo, seas quien seas, conocido o no, te deseo exactamente lo mismo. :-D.

Con esto, creo que no hacen falta presentaciones. Pásate por aquí siempre que quieras.