Cierto. Nada está escrito. Nada es predecible. Nada se cumple por mucho que se desee. O sí....
El instinto animal, el legado de nuestros ancestros, sigue siendo la suma de los dos pilares básicos que nos formaron. Jugar y cazar.
Jugar en la niñez y aprender jugando. Cazar y luchar en la madurez y seguir viviendo.
Nada está escrito, pero somos animales. Jugamos como lo hacen dos pequeños oseznos con apenas meses de vida y seguimos jugando una vez adultos, al juego de la caza, de la lucha, de la supervivencia.
Si olvidaste como jugabas de niño, difícilmente sabrás como comportarte en el campo de batalla.
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