viernes, 16 de octubre de 2009

No sé, no sé...


De las muchas cosas que me pasan por la cabeza constantemente, hago, y no debería, una gestión excesiva de la mayoría, dicho de otro modo, pienso demasiado.
Lo que pasa es que algunas cosas, a menudo tonterías, una vez empiezan a bailarme dentro de la sesera, soy incapaz de tirarlas a la papelera de reciclaje sin más, al tiempo que la necesidad de contarlas, llega a ser casi obsesiva, cosas que me gustaría decir y que no siempre sé como hacerlo.

Este es un blog, principalmente de deporte, deporte y Ramón, Ramón y deporte, me gusta practicarlo, competirlo y sobre todo estudiarlo, me encanta todo lo relacionado con el mundo del entrenamiento, y siempre, cada vez más, voy teniendo claras muchas cosas al respecto, una de ellas, posiblemente la principal, es que no sabemos prácticamente nada, y cada vez queremos saber menos, nos basta con hacer lo que hacen los demás, o lo que siempre se ha hecho, lo damos por válido y no se nos ocurre innovar, improvisar o simplemente arriesgarnos un poco y ver más allá.

Explicar esto me llevaría mil blogs y aún así no lo conseguiría, sin embargo, he tenido la suerte de encontrar en medio del mar internet, un par de historias, que si bien no son mias, ni mucho menos, explican perfectamente lo que quiero decir.
A veces, pienso que el problema no está en conformarnos con ser simples marionetas, el problema está en saberlo y no hacer nada por evitarlo.


Aquí os presento: Un cuento y un experimento.


“Un hombre veía cómo su mujer cada vez que asaba una pata de cerdo le cortaba un trozo y la ponía en la bandeja, a él esa manera de asar la pata le parecía extraña, así que le preguntó- No lo sé-respondió ella- se hace así, mi madre siempre lo ha hecho así.- El hombre intrigado llamó a la madre de su mujer para preguntarle, a lo que ésta contestó- No sé mi madre siempre lo ha hecho así. Se asa así el cerdo- Así que dispuesto todo llamó a la abuela de la mujer y le preguntó: -Hijo_ respondió ella_ siempre he tenido un horno tan pequeño que si no lo cortaba no me cabía”


“Un grupo de científicos metió a cinco monos en una jaula, en cuyo centro había una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para coger las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera los otros lo golpeaban.
Pasado algún tiempo más, ningún mono intentaba subir la escalera, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos.
Lo primera que hizo fue intentar subir la escalera, siendo rápidamente atajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato, era el que más fuerte pegaba. Un tercero fue cambiado y se repitió el hecho.
Finalmente, los científicos sustituyeron a los dos veteranos que aún quedaban. De este modo, los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, aunque nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentase llegar a las bananas.
Si hubiera sido posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta habría sido: “No sé, las cosas siempre se han hecho así aquí…”

3 comentarios:

Cristobal Diaz Navarro. dijo...

Me ha gustado esta entrada, está bien bien lo de los ejemplos. A mi me gusta hacer las cosas de otro modo y muchas veces por cosas que intento hacer me dicen: uffffff tu estas loco ajajjaja pero luego cuando me salen bien algunas nadie replica y dicen diossss que bueno eres, en fin, yo prefiero salirme muchas veces del tiesto y desmarcarme un poco del resto, es últimamente como en la natación en los tris, que se hace un grupo que va por la izquierda y otro por la derecha y yo voy solo por enmedio ajjajajja porque van a llevar todos ellos razón si yo llego antes que ellos? ajaja, vaya tostón que acabo de soltar y todo para decir nada ajjajja. Un saludo.

Anónimo dijo...

Ramón en este mundo no hay nada perfecto y si te sirve de consuelo todo caduca.

un saludo makina

Nieves dijo...

La verdad que están super bien los dos ejemplos. Aunque yo de hecho creo que soy como tú, nunca me conformo con nada... siempre se puede hacer algo más.

Un saludo.