viernes, 22 de enero de 2010

QUIERO SER UNA SUZUKI.

Soy una Harley-Davidson… por ahora.

Ocho semanas ya de “reciclaje”, de gemelos y soleos... y de cabeza. Ya no me parecen tantas, si pienso que son el precio que he tenido que pagar, por tanta batallita, tanta guerra de guerrillas, tanto machaque durante meses y meses.

A menudo, dejo caer en comentarios, cosas como la edad, y casi siempre, alguno me habla de lloriqueos del abuelo cebolleta, pues, para muestra…un botón.
Alargué la temporada dos meses y esos serán, como mínimo, los que me van a cobrar las piernas.

No me parece justo, y mucho menos necesario ya, enfadarme, desilusionarme, o venirme abajo por algo así, siempre aconsejo a la gente que escuche a su cuerpo, que éste le dirá antes o después que está fallando, que no va bien, y qué hay que mimarlo para que no acabe rompiéndose.

El cuerpo te habla en forma de dolor, de contractura, de fiebre, de tendinitis… es su forma de decirte, de pedirte que pares un poco, que llevas mal camino.

Bueno, al cuerpo escuché y así están las cosas, éste año, en principio, se presenta distinto, y yo, no quiero pensar que es para mejor, es que sé que es para mejor.

Limitar los esfuerzos en forma de competiciones estos primeros meses, era ya requisito claro para llegar con frescura al Ironman de Lanzarote, pero en el camino, quería pasar por Aguilas, por Fuente Alamo, por Caravaca de la Cruz, que éste año es Campeonato de España de Autonomías.
Reformateado el disco duro, ahora hay que buscar otros lugares de paso para el mismo camino, el camino de aquí y hoy hasta el 22 de mayo.
De momento, me estoy planteando seriamente la posibilidad de llevarme el saco de dormir junto a la piscina... ayer, iba por la calle y una señora me preguntó cómo llegar a no sé que lugar, y cuando levanté el brazo para señalarle la dirección, el otro brazo instintivamente le siguió, realizando así, durante unos segundos la más depurada técnica de crawl que se haya visto... por estos lares.

En marzo, si éste cuerpo mío quiere, le volveré a pedir otra vuelta de tuerca. Ya se la estoy pidiendo, pero eso sí, con mucho tiento, con mucha calma y en voz baja.
Por ahora, me dice que soy como una Harley-Davidson, pero me asegura, que si lo cuido un poco más, a medio plazo, me dejará ser toda una Suzuki.


1 comentario:

Trim dijo...

Bien Ramon, tienes toda la razón, lo malo es que la gente competitiva como nosotros( me medio incluyo) no sabe que tiene que parar hasta que de verdad lo sabes por medio de lesiones o bajada de rendimiento, jejejeje, no tenemos frenooooo ¡¡¡

Arranca la moto ya ¡¡¡

Saludos. Pau.