lunes, 21 de febrero de 2011

Ese lunes que todo lo arregla.

El lunes próximo me pongo a entrenar, de verdad que ésta vez es en serio.

El lunes que viene, empiezo la dieta… dejo de fumar… cambio mi vida… de verdad que ésta vez es en serio.

Este próximo lunes, o el día uno del próximo mes o el día de Año Nuevo… son los días del año en los que más acumulación hay de buenas intenciones, anhelos de cambio y grandes deseos de tener aquello de lo que carecemos.

No se entiende que el deseo de entrenar, adelgazar o tener los pulmones más sanos... sea tan grande, tan grande y que sin embargo tenga que esperar un poco más para empezar a hacerse realidad.

No estaré tan agobiado con mi estado físico o con mi vida, si algo que supuestamente estoy decidido a empezar sin problemas dentro de unos días o semanas, no puedo empezarlo hoy mismo.

De aquí al lunes próximo, es posible que, entre otras cosas, el aparente entusiasmo y decisión que ahora tienes con todas esas grandes intenciones, se haya esfumado, y entonces será tarde, porque entonces buscarás otro lunes, otro día uno u otro Año Nuevo para empezar algo que mañana mismo puedes hacer. La decisión es tuya.

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