jueves, 18 de octubre de 2012

UNA DE DOS. Uno terminado y otro casi. Vamos.

Massis Triatló Antella y Cabo de Gata Media Distancia.

De los dos últimos triatlones de larga o más bien, media distancia que me quedaban por hacer en éste 2012, uno ya está finiquitado, el Massís Triatló de Antella. 

Y en unos pocos días, seré parte del I Medio Ironman Cabo de Gata en la población almeriense de San José. 
En realidad no tiene las distancias exactas de un medio ironman (cada vez es más dificil encontrar pruebas que cumplan a rajatabla con la denominación) aunque también es cierto que la organización lo denomina ya, de entrada como I Triatlón de Media Distancia Cabo de Gata, con sus 1900 mts de natación, 80 de ciclismo y 19 de carrera. 

Reconozco que preferia algo más de bici... luego me hartaré como ya hice de pequeño con una bandeja de dulces que me pusieron delante para quitarme tal vicio de encima.... (no lo consiguieron).
Foto: Allá por abril... última ocasión en la que disfruté realmente de la bicicleta.

No me gusta preveer, y apenas entiendo que se haga.
Hacer previsiones, tal y como se suele entender tal hecho, no es lo mío, pues si hablamos de preveer tiempos parciales, velocidades, marcas finales o puestos a conseguir, es todo tan relativo como desconocido. 

 Y si no, que se lo digan a los meteorólogos que hablaron de alerta amarilla para la riada más grande que esta zona a conocido en su historia... será por eso que, anoche mismo, hablaban de la llegada del primer temporal del otoño... vaya, entonces qué fue esto? un chispeo???

Por eso yo, con mis carreras e historias, intento siempre hacer previsiones de disfrute, de apetencia y de qué haré antes y después de la prueba. 

Intento preocuparme por lo controlable y dejo de hacerlo, todo lo posible, de lo incontrolable. Y una competición, tiene mucho de eso, de incontrolable. Ahí radica el encanto y la parte de aventura y reto que nos lleva a intentarlo.

Más que nada porque hace tiempo que dejé atrás el sufrimiento innecesario que me provocaba la ansiedad ante una competición. Tardé, lo reconozco, pero hace mucho, mucho tiempo, tanto que casi ni me acuerdo, que dejé de desear la hora del comienzo de la prueba... para que se pasara cuanto antes, a desear que llegue el día para disfrutarlo todo lo posible, aunque sea sufriendo.

Según un tío sabio...
Porque una cosa es sufrir, y como dice mi buen amigo Jesús Carrillo, otra bien distinta es penar.
Penar casi todo el día es lo que hice hace un par de semanas en Antella, donde solo recuerdo un momento de estar bien, de ir cómodo, de no dolerme nada y de estar animado... y fue media hora antes del comienzo de la prueba, cuando probaba la bici...

El resultado, no puedo decir que lo esperara o que no (ya lo he explicado bien antes), pues una cosa es preveer y otra pretender.
Yo no hago previsiones, pero si tengo pretensiones. ¿Cuales? las de cualquiera: hacerlo lo mejor posible. 
Siempre digo que en la salida de cualquier prueba todos somos iguales y como soñar es gratis, uno se ve tan capaz como cualquiera... aunque eso sí... los primeros instantes tras el pistoletazo te devuelven a la realidad y te situan en ella... jó¡¡¡ pero y lo bien que se lo pasa uno soñando un ratico antes?... 


Massís Triatló de Antella. 1900 mts nat - 84 ciclismo - 21 carrera.
Finalmente, en Antella quedé 9º, haciendo una natación aceptablemente mediocre (esto es bueno), una bici de menos a más, gastando muuuucho el plato pequeño y una carrera usando la técnica que dejo para ocasiones muy especiales (que suelen ser demasiadas) la técnica de la lombriz del barro... o sea, la de ir asquerosamente arrastrado...
2º veteranillo y un caramelo en forma de tercer parcial en ciclismo, cosa que como ciclista que soy me alegra tanto como al nadador salir de los primeros del agua.

En San José... sufrir sí, penar no.
Tengo buenas sensaciones para el próximo domingo. 
Me han vuelto las ganas. El estado de nerviosismo tras la riada se va diluyendo (eso sí, que nadie me pida ir al cine a ver Lo Imposible), y encima la zona donde se celebra la conozco y tengo muy buenos recuerdos de días pasados con gente a la que aprecio con deportes varios e isotónicas cervezeras...

Quiero disfrutar e intento hacer todas las previsiones posibles para que eso suceda, y si hablo de la prueba en cuestión, no hay previsión que valga y sí mucha pretensión de hacerlo bien, aunque nada más darse el pistoletazo de salida, mi realidad y yo seamos uno. 

Tal cosa, sin duda, será buena señal.
Vamos.

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