miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un españolito en Australia.

CRONICA REMASTERIZADA DEL IRONMAN WA.
He aquí, una nueva muestra, de que el abuelo Cebolleta, se haya en plena forma y dispuesto a terminar con la poca paciencia que, a algún despistado que lea esto, pueda quedarle.

El próximo día 5 de diciembre habrán pasado 3 años justos de mi paso por el Ironman Western Australia.
Siempre que se acerca la celebración de una prueba donde he estado alguna vez, no puedo remediar ni esconder la sana envidia que me dan los que estén en la salida, si no soy yo uno de ellos.

Una envidia diferente a otras si pienso en Australia; siempre fui consciente de que el ironman era la excusa, y el viaje la aventura y desde luego, hasta el día de hoy, aquel fue, sin duda, el viaje de mi vida.

De hecho, después de tanto tiempo, pienso en la preparación que llevé y…bueno, para qué hablar, era el tercer ironman aquel año y supongo que fue mejor así, haberlo preparado más, posiblemente me habría involucrado demasiado en la prueba, y no habría disfrutado de la experiencia de estar en el pais de los canguros y los koalas.

EL VIAJE ES HASTA AHÍ…AL DOBLAR EL PICOESQUINA…
El viaje de ida, supongo que como todos los viajes de ida, se hace corto; el destino es lo que importa y por muchos kilómetros que sean, siempre lo ves cada vez más cerca; el de vuelta es todo lo contrario, como todos los de vuelta, supongo.

Con tres aviones, te plantas en el oeste de Australia. Sales de Valencia, llegas a París en 2h, otro hasta Singapur en 12 h, y de allí, el último hasta Perth, en 8…total nada, 22 horitas de avión para darle media vuelta al globo y un millón más a tu cabeza.

Un viaje así, dicho sea de paso, te hipoteca económicamente por una buena temporada. El único patrocinador que tuve fue mi propio bolsillo, y a él le sigo rindiendo cuentas, aún así, no me arrepiento de nada en absoluto, normalmente nunca lo hago.

No recuerdo todas las anécdotas de aquellas dos semanas, pues todo el viaje fue una aventura continua. Las que más recuerdo, habrá muchos que ya las habéis oído…me consta que algunos, hasta dos veces……peeero como sé que os gustaron mucho, para vosotros y para el resto, repito alguna y así disfruto yo también un poco recordándolo.

Y…¿DONDE DICES QUE ESTÁ AUSTRALIA?

De pequeño me contaban que si hacía un agujero lo suficientemente profundo, vamos, como quien dice hasta el otro lado, podría llegar a verle los huevecillos a algún canguro, y muy mal encaminados no iban no, lógicamente, si allí están al revés…y te dispones a coger un coche, lo primero que te encontrarás es el volante en la derecha y todo el mundo conduciendo en dirección contraria…no sé como se aclaran…

“Mal empezamos…” me dije. Y el resto de expedición dijo: “...peor aún: esta gente no habla inglés…”, y ciertamente, los aussies, igual que el andaluz de pura cepa de los pueblos blancos habla ése español tan jodío de entender…pues allí…mismamente igualito; es como un inglés con acento, pero para australianos…
A mí, personalmente, me daba igual, no sé inglés, ni con, ni sin acento, así que yo, sabiendo los tres signos de manos básicos y universales, los de tengo hambre, cuánto es, y quiero mear…me bastaba.

5 DE DICIEMBRE, 6 DE LA MAÑANA (11 DE LA NOCHE EN ESPAÑA…UN DIA ANTES).

PREVIO.
El ironman fue otra buena, nos tranquilizaban diciendo que, precisamente, en el continente donde conviven todos los tipos de tiburón posibles, no nos preocupáramos porque era más fácil morir por impacto directo de un rayo, que por mordedura de escualo… o que, de media, al año solo moría una persona en Australia por la misma causa… o finalmente, que por lo general, solo atacaban a focas.
Y yo, mientras, en los pocos segundos que el acojonamiento me dejaba pensar con lucidez, hacía cuentas y no me salían…vamos a ver, ¿acaso íbamos a correr el ironman bajo una tormenta eléctrica??? Pues noooo¡¡, ¿alguien se dignó a informarme que la triste noticia del fallecimiento de esa persona por año, ya había sucedido??? Pues noooo¡¡¡ y por último…a qué ostias se parecen mil triatletas embutidos en trajes de neopreno negros y nadando todos hacia el mismo sitio???...caguendiez¡¡¡ pues a un montón de focas…¡¡¡¡

START
Y claro, aún así me tuve que presentar tranquilo en la salida. Delante de mí, estaba el embarcadero más largo del mundo, que se alejaba dos kilómetros mar adentro, la misión era bordearlo y volver por el otro lado…eso, y rezar por que los vigilantes del helicóptero ahuyentaran a los devorafocas…

Mi ironman, no tuvo demasiada historia, cuando las cosas van bien, se hace corto y no hay mucho que decir, sin embargo, en el km 40 de la maratón, un erróneo cálculo de la reserva del depósito, me jugó la misma faena que el día que me compré el coche y lo saqué del concesionario…que nada más llegar a casa, subí a toda (repito: toda) la familia para probarlo y minutos después estábamos en medio de una autovía a varios kms de casa mirándonos unos a otros y sin una gota de gasoil.

FINISH
Terminó siendo un ironman de 10 h10’, de los cuales, los últimos 20’ los empleé para hacer los dos últimos kilómetros... algún gracioso pensará que, viendo la meta tan cerca, me dio pena acabar tan pronto aquella bonita jornada de deporte salud y alargué el disfrute todo lo posible…sí, una mi…una mi.serable cantidad de glucógeno que me faltó, tuvo la culpa.

LA REPERA…
La inesperada sorpresa vino al día siguiente, cuando, viendo sin demasiado interés las clasificaciones, me encuentro en el lugar 18º de mi grupo, entonces el interés saltó y esperé atento a ver cuantos renegaban de su llave para Hawaii y me la acababan pasando a mí.

Creo recordar que me quedé a 8 pasos para alcanzar dicha llave, pero lo más impactante del momento no fue eso; lo más curioso fue ver como, tras nombrar al afortunado de turno, éste saltaba de la silla dando gritos de alegría, salía corriendo, subía al escenario, casi llorando de alegría, se sacaba la tarjeta de crédito y justo en el momento de más éxtasis, le soplaban varios cientos de euros…(yo también habría llorado…), y es que requisito indispensable para ir a Hawaii, que para el que no lo sepa, es ganar la plaza hoy y pagar mañana la inscripción para la Meca.

Un par de conclusiones.
Paradójicamente, ahora, tres años después y a éste lado del mundo, me encuentro con dos situaciones que me aturden un poco…y me tienen confundido. A saber: una es que por primera vez estoy entrenando para convertirme en el espabilao ese que saltaba, gritaba y le soplaban quinientos leros, y la otra es que tras releer todo esto, acabo de darme cuenta que me vine de Australia, sin verle los huevecillos al canguro

3 comentarios:

Cristobal Diaz Navarro. dijo...

A ver si algún día puedo estar yo por allí, aunque antes me gustaría pasar por Lanzarote, ya te pediré consejo cuando llegue ese día jeje, espero que si te has hecho profesional de aquí a luego me contestes jajaja, un abrazo.

Anónimo dijo...

Tu expláyate machote, suelta to lo que haga falta... que en Navidad te quiero comedido. Achooo!!! Es que llevabas mucho tiempo callao?
Lo del almanzora me ha tocao la fibra, pero resulta que estoy griposo.
ALLS

ramón dijo...

Conociéndote un poco, si se te ocurre alguna vez visitar el sitio, fijo que te quedas...Dios creó el domingo para descansar y Australia para hacer deporte...

Lo de contestarte cuando sea eso que dices tú...no sé, hablo con mis asesores y abogados y te lo confirmo...jajajajaaj

máquina.

Mi niño, ALLS, y yo que te iba a sacar mañana noche a pasear y de paso que mearas en algùn arbolillo por La Peña....
pero si estas griposo ná, ya vemos cuando..
Callao sí...los hue...los tengo callaos...pero tú cuando me has visto callao???
En Navidad te prometo que no prometo nada.

ALE, ALE...