Foto: Menorca.
Lo que antes era un entrenamiento de 11 kms, ahora es un calentamiento para meterme en el gimnasio.
Esta primera frase, no es una forma de decir que no me suponen mucho, sino de mostrar cómo cambian las cosas de un año para otro, de un deporte a otro y de una edad a otra. Al final todo se resume en que las distancias son la suma de lo real y de la apreciación que cada uno tiene de ellas.
Así como dos kilómetros al principio, a mitad e incluso en el último tercio de una maratón, no parecen mucho, la percepción de esos mismos dos kilómetros como finales de una prueba así, se pueden hacer mentalmente largos, larguísimos y a menudo casi eternos.
Foto: Menorca.
Si entrenas para diez kilómetros, tanto si eres primerizo como alguien que busca rebajar su marca, diez kilómetros puede ser el tope, y en esos kilómetros, el "muro" también puede aparecer, aunque sea en el 7º u 8º km. La visión entonces de una maratón y sus más de 42 kms puede hacerse muy cuesta arriba, pero entonces al maratoniano le sucederá lo mismo si piensa en los 100 kms...
Lo dicho, los kms son innamovibles... son los que son. Es la mente y la percepción de esos kms lo que debe amoldarse, cambiar y asimilar para llegar a comérselos. Por eso, conforme la distancia aumenta, la balanza entre físico y mente se va equilibrando y hasta cediendo a favor de la cabeza.
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El gimnasio no es que me divierta en exceso, la verdad. Como me pasa con el rodillo, no cambio que me de el aire en la cara, ni el sol, ni el frío.. por nada. Pero los beneficios de este trabajo son indudables y no hay más motivo que ese, más que suficiente para pasar un par de días entre barras, discos y máquinas.
Por poca carga que utilice y poco que me suban las pulsaciones, reconozco que el trabajo de sala me produce mucho más astío y cansancio mental que correr, por muchos kms que sean.
Los 11 kms de carrera los hice en el circuito de las 12h de resistencia de bici de montaña celebradas recientemente en mi pueblo. Si un año me dejan, les pediré participar sin casco ni zapatillas...
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Viernes 11 Abril 2014
B 1h10' 34 kms, con transición de 15' de carrera.
Mínimo entrenamiento para un día más de descanso activo. Los descansos inactivos me sientan mal desde siempre... y como a mí me gusta decir: no me gusta que me digan ironman ni que lo traduzcan al castellano, porque si acaso fuese de hierro, por poco que me descuide, acabaré oxidándome. Por eso intento mantenerme en movimiento.
Mañana empiezan 15 días difíciles ("...verás tú entonces Ramonet, como te apetecerá más de una vez y más de dos, que el movimiento cese un poquitico de vez en cuando...")
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Sábado 12 Abril 2014
2h30' de trail, 30 kms.
Mejor llamarle trail que no carrera, porque en realidad, no corres ese tiempo, sino que lo alternas mucho con tramos caminando. Como me dice siempre Juanjo, no mires kms sino tiempo y desnivel.
Hoy ya el calor nos ha dejado claro a Juanjo y a mí, que sin agua no podemos salir ni para hacer una hora de monte... ni que fuésemos Superman....
Súmale que te vas bostezando de tu casa y el día se pone divertido. (que conste que el bostezo es de no dormir mucho, no de lo mismo que el tío de los calzoncillos por fuera...)
Una señal inequívoca de que envejeces y que nadie dice nunca es que mientras tu hija se desespera un poco porque le salen los dientes y le molesta, a tí te pasa lo mismo pero no porque lo dientes salen, sino porque se salen (caries, muelas de poco juicio, esmalte duro como una galleta María...).
La peque ahora está en esas y le cuesta dormir. Pero todo, que le estén apareciendo, que esté, que se duerma más o menos, todo es una bendición.
Al final, tras los 30 kms, no hay ningún problema muscular ni mucho cansancio. El cuerpo es sabio y se adapta rápido.
Por la tarde, despedida del primo Fernández de sus primeros cuarenta años de vida. No hay mejor manera de decirles adiós que bien acompañado de familia y amigos. Buena tarde hablando de todo menos de triatlón... ejemm.
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Domingo 13 Abril 2014
1h40' 17 kms trail.
Empiezo la primera de las varias salidas que iré haciendo por la costa de Aguilas para buscar terrenos similares a los que me encuentre en Menorca, o por lo menos para sentir la brisa marina y escuchar el mar continuamente durante esos 185 kilómetros que me esperan.
Busco ya también, ritmos lentos, ayudándome de todas las subidas que puedo para obligarme a caminar todo lo posible. Saber ir lento y la noche van a ser dos de mis principales enemigos.
Ahora incluso me obligo a caminar en tramos llanos, cosa impensable para mí en los últimos...30 años....
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Enamorado y fanático del ciclismo, hoy ha sido la Paris-Roubaix y entre entrenamiento y otros asuntos, no la he visto en directo. Sin embargo he conseguido verla esta noche sin saber el desenlace previamente.
Me ha emocionado, aunque habría sido mejor a su hora (jo, para una vez que Teledeporte hace lo prometido...). Pero vamos que como dije hablando de Flandes, quien en Bélgica se muestra fuerte, fuerte esta en Francia y esta vez la cantidad de gallos en el grupo de cabeza a 10 kms de meta era impresionante, algo que no se veía desde hacía siglos...
Cancellara, Bonnen, Sagan, Vanmarke, Terpstra...entre otros y la "sorpresa" de Wiggins.
Al final, un primer espada como Niki Terpstra... aunque no tanto como su compañero Bonnen, se aprovechó de la vigilancia a su compañero y el control de otros como Sagan a Cancellara (de nuevo podium) y dió el toque donde y cuando tenía que darlo. Ya sí se le puede considerar tan primer espada como cualquiera.
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